Se quedó sin palabras por unos segundos. De saber el desastre en el que se iba a convertir su vida después de la muerte de Jungkook, nunca hubiera rogado al universo, a Dios o a cualquier ser sobrenatural para que ocurriera.
Bueno... Quizá sí.
Negó con la cabeza para sí mismo, sacando eso de su cabeza, no había tiempo para arrepentirse sobre algo que ni siquiera había causado en primer lugar. Lo importante era encontrar una solución a la situación, porque si una cosa tenía clara era que no iba a matarse por un par de cosas que, aunque eran realmente aterradoras, no iban a conseguir derribarlo.
Había enfrentado al lunático cuando estuvo vivo durante muchos años, ahora que estaba muerto no iba a acobardarse.
Ciertamente era más fácil decirlo que hacerlo.
Miró al pelinegro delante suyo por un par de segundos, quien parecía esperar una respuesta de su parte con una paciencia sorprendente para una persona tan joven.
— Entonces... ¿Qué se supone que debo hacer?, ¿Resignarme a ser atormentado el resto de mi vida? — preguntó en un hilo de voz, aún escéptico de que esto le estuviera sucediendo precisamente a él. Era surrealista pensar que había encubierto el asesinato de su propio marido y luego dejado a sus hijos con el responsable de toda la situación para venir a descubrir que le habían hecho un patético amarre.
Bueno, patético no lo era tanto, pero necesitaba decirse eso a sí mismo para alivianar la situación. Intentando controlar las emociones divididas que tenía, puso su cabeza entre sus brazos sobre la mesa del comedor donde ambos se encontraban sentados, uno frente al otro.
Jimin no precisaba de ser un genio ni de sus dones para saber que ese chico, a pesar de sonar calmado, estaba angustiado por una situación que se salía de su control e incluso de su entendimiento. Su corazón se ablandó inmediatamente y supo que haría lo que estuviera en sus manos y más para ayudarlo.
Ya ni siquiera era por su abuela.
Puso su mano sobre la contraria buscando llamar su atención, lo cual funcionó al instante, Yoongi lo miró con lo que parecía ser desconcierto, pero no lo alejó.
— Hey, no dejaré que eso suceda. Arreglaremos esto, te lo prometo — sonrió dulcemente y Yoongi no sabe si fueron los nervios de la situación o algo más, pero algo se removió en su interior, impulsándole a bajar la mirada nuevamente.
Pero también a creerle.
— Ni sabes cómo — dijo una voz entrometida sólo para sus oídos, Jimin la ignoró.
— Gracias... No sé cómo pagártelo — la mirada en esos ojos cafés, cohibida y vulnerable también causó estragos en su interior, pero eligió pensar que sólo se trataba de su empatía desmedida e imprudente hasta para su propio bienestar.
— No te preocupes, hablaremos de ello cuando pueda encontrar una solución — intentó mantener su voz neutral, a sabiendas de que no le exigiría nada como pago. El mayor asintió.
El silencio se hizo entre ellos, pero no se sentía incómodo, por el contrario, casi parecían un par de viejos amigos, de esos que pasan años sin hablar y cuando vuelven a hacerlo parece que nunca hubieran cortado el contacto.
[...]
— ¿Sabes de algún hostal cerca de aquí? — Yoongi le preguntó mientras caminaban juntos a un restaurante cercano a la casa de Jimin para almorzar. Con la conversación que tuvieron le bastó para saber que debía quedarse unos días.
El pelinegro le miró de reojo, observando su perfil, muy bello con la tenue luz del sol formando una sombra sutil bajo su nariz. Se veía etéreo.
Dejó de mirarlo de inmediato.
Relamiéndose los labios y pensando un par de veces lo que diría, finalmente respondió.
— No te preocupes por eso, puedes quedarte conmigo. Tengo una habitación disponible — nunca pensó que algo así saldría de sus labios, mucho menos con alguien que acaba de conocer, pero evitó sobrepensarlo, al parecer esta era la semana de las excepciones para él.
El mayor paró de caminar al escuchar eso y lo miró con los ojos un poco más abiertos de lo normal.
— No, no quiero ser una molestia para ti. ¡Ya es suficiente con que me estés ayudando! — Jimin frenó su andar también y sonrió de forma tranquilizadora.
— Está bien, en serio. Es más fácil para los dos si estamos en el mismo lugar. Además, no es para nada una molestia, siempre estoy feliz de ayudar cuando puedo hacerlo.
Quien te oyera, hace cinco años decidiste dejar esto — pensó para sí mismo, pero lo empujó lejos de su mente cuando vio cómo su sonrisa era levemente correspondida, para ser mayor que él, Yoongi actuaba muy tímido, casi cohibido.
Se daba una idea del por qué.
— Está bien... Gracias, en verdad — su tono de voz fue bajo al igual que su mirada y ambos volvieron a caminar.
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Living Nigthmare | JimSu
Fiksi PenggemarYoongi creyó que sus problemas habían terminado cuando encontró a su esposo muerto en la cocina esa tarde, pero... Recién comenzaban. ☆♬○♩●♪✧♩ - ♩✧♪●♩○♬☆ ✈︎ Historia 100% mía. ✈︎ NO copias, NO adaptaciones sin mi permiso. ✈︎ Jimin Top | Yoongi Bot...