QUERÍA UNA HERMANA Y ME TRAJERON UN NOVIO

ZMLM 36.

 "Gong Xi Fa Cai".

Fu Kun se congeló en cuanto escuchó esa voz, solo levantó lentamente la cabeza después de mucho tiempo.

—¿Yi-jier? —De repente se dio cuenta de que Fu Yijie realmente había pegado un estirón bastante grande, cuando Fu Kun se ponía en cuclillas y miraba a Fu Yijie, realmente sentía esa ligera sensación de aire imponente, aunque, eso también podría deberse a que se había llevado un susto por la repentina aparición de Fu Yijie de la nada sin ninguna preparación en absoluto.

Fu Yijie no habló, Fu Kun se levantó y le sonrió torpemente: —¿Por qué estás aquí?

—Yijie—, viendo esta situación, Sun Wei se apresuró a levantarse también, queriendo mediar—, ¿tienes calor? ¿Quieres beber un poco de agua?

—Ven aquí. —Fu Yijie ignoró a Sun Wei y solo señaló con un dedo a Fu Kun antes de darse la vuelta e irse.

—Espera—, Fu Kun se quedó congelado por un momento, se giró para decirle a Sun Wei—, ayúdame a vigilar...

—¡Te dije que vinieras aquí! —Fu Yijie volvió, agarrándole del brazo y tirando de él.

La fuerza con la que fue arrastrado, había hecho que Fu Kun tropezara varios pasos antes de recuperar el equilibrio: —Deja de tirar, deja de tirar, ¡¿no voy ahora mismo?!

Fu Yijie no contestó, se dio la vuelta y se limitó a concentrarse en caminar hacia delante, Fu Kun le seguía detrás, sin saber adónde iba, y como tampoco sabía qué debía decir, se limitó a seguirle en silencio.

Fu Yijie salió directamente del mercado nocturno, solo deteniéndose en el muro exterior de la universidad cercana.

Ya no había mucha gente alrededor, las farolas de la calle estaban bloqueadas por los árboles, dejando solo unos pocos puntos de tenue luz amarilla filtrándose en su camino, Fu Kun miró al inexpresivo Fu Yijie, esto hizo que Fu Kun se sintiera incómodo, incluso más que si estuviera enfadado.

—¿Por qué estás aquí? —Fu Kun miró a Fu Yijie de arriba abajo—, ¿este par de zapatos es el que ma te compró antes? Ni siquiera lo reconocí...

—Hm. —Fu Yijie respondió en un tono que no podía averiguar su estado de ánimo.

—¿Por qué tienes los pantalones llenos de lodo? —Fu Kun se agachó y palmeó la pernera del pantalón de Fu Yijie que estaba manchada de lodo.

—Me caí en una zanja. —Fu Yijie respondió.

—¿Qué? —Fu Kun se sobresaltó—, ¿cómo pudiste caerte? ¡Y encima te caíste en una zanja! ¿Adónde ibas para caerte así?

—Iban demasiado rápido en la bicicleta. —Fu Yijie se palmeó los pantalones con la cabeza baja también.

—¿Ah? —Fu Kun estaba atónito—, ¿nos estabas siguiendo? ¿De dónde has sacado una bicicleta?

—Me la prestaron. —Tras esta respuesta de tres palabras, Fu Yijie se apoyó en la pared y no dijo nada más.

Fu Kun permaneció junto a él en un largo silencio, no sabía lo que Fu Yijie estaba tratando de decir, así que solo podía tratar de resolver las pistas por sí mismo: —Yi-jier, he estado poniendo un puesto aquí desde hace tiempo.