Aliada con la Mafia #1

CAPÍTULO 2

Espera .... ¡¿Qué?!

— Como dijo mi padre antes de morir, necesitaré a una reina a mi lado para dirigir adecuadamente la familia — dijo en tono de orgullo — Este imperio que pronto herededaré conlleva muchos deberes y responsabilidades .... Así que me complace afrontarlas con alguien a mi lado de total confianza.

Me miró con más cariño de lo habitual.

"¿Esto en realidad está pasando?"

Estaba en shock, no tenía nada que decir.

— Una mujer capaz, que me ha demostrado su valía y se ha ganado mi amor. Nos esperan muchos retos, pero sé que podemos afrontarlos juntos.

Permanecí a su lado aturdida mientras hablaba de nuestra "relación" con elocuencia y encanto. Sin embargo, su presencia imponente seguía dominando el ambiente.

¿Qué demonios está pasando? ¡¿Y por qué actúa como una persona completamente distinta?!

La multitud aplaudía, con una sonrisa deslumbrante, Gabriel volvió a cogerme de la mano y me llevó a una habitación apartada de la fiesta. Dentro, me soltó inmediatamente la mano.

— ¿Algo qué decir? — dijo mientras se recostaba en un escritorio cercano.

¿Algo? ¡Ni siquiera sé por dónde empezar!

Lo miré fijamente horrorizada mientras él hacía una mueca.

— No esperaba gran cosa, — dijo mirándome de pies a cabeza — pero esto es decepcionante para el bajo nivel de exigencia que me había impuesto. Bueno, al menos estuviste bien en el escenario.

Su desprecio hacía que la sangre me hirviera.

— Perdona ...

No sé por qué me disculpaba, cuando era él, el que no estaba siendo razonable. Pero parecía que algo lo molestaba.

— ¿De verdad eres lo mejor que podía ofrecerme como prometida?

Suspiró y se pellizcó el puente de la nariz.

— Ya es demasiado tarde para dar marcha atrás ...

— ¡¿Perdona?!

— No importa. Debería explicarte lo que está pasando. Seguro que ya sabes quién soy.

— Eres Gabriel Bennet, heredero del Grupo y de la Familia Bennet.

— El nuevo cabeza de familia tras la prematura muerte de mi padre — dijo sirviéndose un vaso de whisky — Dada la imprevisibilidad de nuestro trabajo, a la organización a la que pertenecemos le preocupa que sea arriesgado tener un jefe sin heredero. Normalmente no me importaría, pero uno de mis enemigos está presionando para tener el control de la familia.

— Así que ... necesitas montar este espectáculo para calmar cualquier duda y hacer que parezca que todo va viento en popa ¿no?

— Chica lista — dijo alzando una ceja.

Era difícil saber si estaba siendo sarcástico o no, pero acepté el cumplido.

— Si estoy casado, todos supondrán que tendré un heredero tarde o temprano, y me apoyarán como su jefe cuando me haga cargo.

— ¿No tendría más sentido casarte con alguien a quien de verdad quieras como esposa?

— Si ya tuviera una prometida de verdad, esto no sería una preocupación para empezar. No me interesa perder el tiempo cortejando a mujeres caprichosas cuando tengo un imperio que dirigir.

— Pero ... ¡esta no puede ser la mejor solución! — exclamé.

— Al contrario, es la más ideal. Tú harás el papel de mi prometida, después de la boda, me aseguraré del control total sobre los negocios de mi padre y los asuntos relacionados. En ese momento podrás hacer lo que te plazca. El divorcio será rápido y fácil. Ten por seguro que serás bien recompensada por tu papel en esto.