Aliada con la Mafia #1

CAPÍTULO 5

Gabriel mira a Angelo con cara de pocos amigos.

- ¿Cómo te atreves a insinuar que Katherine no es mi prometida?

- Bueno, ¿cómo se conocieron?

Gabriel habla antes de que el silencio dure demasiado.

- Su tío es un socio de la familia. Un día estaba con él y....

Gabriel me mira.

- Nunca antes había visto a una mujer con tanta gracia y belleza. Eclipsaba al resto - añadió - Me presenté y empezamos a hablar. Pronto supe que tenía el ingenio y el espíritu adecuados.

Esboza una sonrisa llena de ternura.

- Fue amor a primera vista.

La seguridad de su tono hizo que me pusiera colorada. Angelo frunce el ceño.

- Ya veo, qué encantador. Me gustaría saber más, pero no he venido por eso - se dirige a Gabriel - Tenemos asuntos que discutir.

Gabriel lo observa un momento para luego, volverse a mí.

- Me temo que esta tendrá que ser una conversación privada.

- Entiendo.

Se inclina y me da un beso en la mejilla. El tierno roce de sus labios contra mi piel hace que me sonroje.

- No tardaré mucho. Volveré pronto.

Gabriel y Angelo se alejan. Observo a los invitados reunidos que disfrutaban. Salí al balcón a tomar aire. Para mi sorpresa hay alguien más.

- ¿Matteo?

- Me alegro de verte, Katherine.

Con una copa en la mano, se apoya en la barandilla y mira al cielo. Me uní a él.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté.

- Estoy de negocios - Se vuelve para mirarme - Y porque quiero rescatarte.

La mirada de Matteo es pura y sincera. Su ardiente deseo de ayudar era evidente. Me enderezo y me alejo del balcón.

- Creo que... debería irme.

Me coge de la muñeca antes de que pueda irme.

- ¿Por qué? ¿Porque Gabriel podría estarnos observando?

Lo miro completamente sorprendida.

- No esperes que me crea que estás con ese hombre por elección propia.

Sacudo la cabeza.

- Estoy con él por elección propia.

Matteo abre mucho los ojos y me suelta el brazo.

- No puedes hablar en serio.

- ¿Por qué mentiría?

Agacha la mirada y ve como acaricio el anillo que llevo con la mano.

- Yo... no creo que eso sea legítimo.

- ¿Por qué no lo crees? ¿Acaso crees que Gabriel me ha secuestrado para traerme a la gala?