— Cuéntame lo que ha pasado con todo detalle.
— ¿Sabes que el trato de los Rossi iba a terminar hoy?
— Sí. Teníamos un acuerdo con la policía de que no interferirían.
— Pues, han irrumpido y han detenido a todo el mundo. Han empezado a reabrir casos y a llamar la atención de los medios de comunicación. Aún no han actuado directamente contra tu familia o la mía, pero las más pequeñas están recibiendo un golpe duro.
— Así que la policía ha faltado a su palabra —. Aprieta la mandíbula. — Alguien tuvo que haberlo ordenado.
— Pero, ¿no es ese su trabajo?
— Debería serlo, pero dudo que la policía haya acabado con toda la corrupción de la noche a la mañana.
— ¿Y si alguien quisiera cambiar las cosas? ¿Alguien que quiera acabar con la mafia?
Gabriel me lanza una mirada mordaz, aunque con una pizca de pena.
— Ese amigo tuyo es un novato. No tiene poder para hacer eso. Es más probable que esto signifique que la policía ha caído aún más bajo el control de la mafia. Es probable que estén sacando provecho de esto. Tiene que ser cosa de Angelo.
— ¿Qué quieres hacer?
— De momento, tengo que hacer unas llamadas e investigar unos asuntos. Será mejor que te asegures de que tu familia esté a salvo.
— De acuerdo.
— ¿Y yo?
— Tú te quedas aquí, Katherine. Estarás más segura aquí que en cualquier otro sitio.
Me quedo esperando todo el día, los nervios me estaban matando. Incapaz de relajarme, me acerco a la puerta de su despacho para hablar con él. Sin embargo, me quedo fuera, indecisa. Sé que no quería que me metiera en sus asuntos, pero no soportaba esperar preocupada. Así que llamé a la puerta.
— ¿Quién es?
— Soy yo, ¿va todo bien? —. Se queda en silencio un buen rato, hasta que....
— Pasa.
Entro con el corazón acelerado. Cuando entro, lo veo sentado ante su escritorio, sacándole brillo a sus armas. Su expresión pétrea se suaviza al verme.
— ¿Estabas preocupada?
— Sí.
— No lo estés. Voy a ocuparme de la situación.
— ¿Qué vas a hacer?
— De momento, reunir información.
Mi mirada se dirige a los revólveres. — ¿Con eso?
Amartilla el revólver con seriedad. — Intentarán destruir a la familia y, seguramente después vengan por ti. No dejaré que eso ocurra. Hay demasiadas vidas y familias en juego. Demasiada gente confía en mí.
Le miro fijamente sorprendida por su vehemencia.
— Conocerán el infierno si llegan a ponerte un dedo encima. Quédate aquí, estarás a salvo mientras yo no esté.
— ¿Te vas? ¿Me dejarás sola?
— Es la única manera. Esto puede durar unos días.
Con el corazón palpitante, le miro llena de dudas. Se levanta y se acerca a mí mientras coge mi mejilla y me mira a los ojos.
— Katherine...
— ¿Sí?
— Con esa carita que me estás poniendo, casi parece que me vas a echar de menos.
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Aliada con la Mafia #1
RomanceKatherine Bailey, una joven que anhela que en su aburrida y patética vida suceda algo impactante. Tan grande fue su deseo que el destino la puso en el camino de Gabriel Bennet, un joven y apuesto mafioso quien le propone un trato "Hacerse pasar por...