A la mañana siguiente la advertencia de Matteo sigue resonando en mi cabeza. Puede que Angelo y Giulia intententaran matarme en serio. Suspiro y me dispongo a tomar una ducha y cambiarme de ropa.
— Hola, Katherine.
Cuando llego al comedor, veo que Gabriel me está esperando. Me detengo, sorprendida de verle. Tiene el cabello ligeramente alborotado. No puedo evitar fijarme en la piel que se asoma por su bata desabrochada.
— ¿Qué pasa?
Me doy cuenta de que le estoy mirando fijamente y aparto la mirada.
— ...Nada...
Verlo así de relajado me hace sentir como si estuviera presenciando algo privado, por no hablar de lo demás.
Levanta la ceja y se encoge de hombros. — En cuanto termines de desayunar, tenemos que empezar hacer planes.
— ¿Con respecto a Angelo o la boda?
— La boda por supuesto. ¿Qué planes debería hacer con respecto a Angelo?
— Me imagino que tuvo algo que ver con lo que pasó en el festival.
— Sabes que no quiero hablar de mis asuntos contigo.
Si lo que me había dicho Matteo era cierto, los planes de Angelo podrían implicarme directamente.
— Tengo miedo de ser un objetivo para Angelo.
— Por eso estás aquí, viviendo conmigo.
— Sí, pero no puedo quedarme aquí siempre. Sigo pensando que encontrará la forma de llegar a mí y...
— No dejaré que te pase nada —. Su tono de voz es fuerte y firme.
Le observo sorprendida, haciendo que aparte la mirada. Cuando termino de desayunar, ambos nos sentamos junto a una gran pila de libros y documentos.
— La boda está fijada para finales de esta semana.
— ¡¿Tan pronto?!
— Por supuesto. No queremos alargar esta situación más de lo necesario. La ceremonia se llevará a cabo en la antigua catedral. ¿Qué habías pensado para la decoración?
— Se me había ocurrido oscuro y dramático. Las rosas rojas quedarían perfectas para el ramo y los centros de mesa.
— Me imaginaba que querrías algo así. También tendrás que elegir un vestido. No te preocupes por el precio.
— Me encantaría llevar uno de gala clásica.
— Te quedaría muy bien. Creo que he visto algo así en esta revista —. Saca unas cuantas recopilaciones de vestido de novia y empezamos a hojear las páginas.
En cuanto acabemos con esto, nos liberaremos el uno del otro para siempre. Entonces.... ¿por qué me siento así?.
— Lo siguiente es responder a los del catering. Han enviado algunas muestras de postres que podrían preparar. Sígueme —. Una plétora de pasteles y otros dulces cubre la mesa del comedor.
— Katherine.
Pego un respingo. — ¿Sí?
Me mira con una sonrisa y coge un plato con una pequeña porción de tarta de chocolate y un tenedor. — ¿Por qué no pruebas esto?
Coge un trozo y me lo acerca. Abro la boca para probar la tarta. El cremoso glaseado está muy delicioso y lo que es el bizcocho está húmedo.
— ¡Está deliciosa!
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Aliada con la Mafia #1
RomanceKatherine Bailey, una joven que anhela que en su aburrida y patética vida suceda algo impactante. Tan grande fue su deseo que el destino la puso en el camino de Gabriel Bennet, un joven y apuesto mafioso quien le propone un trato "Hacerse pasar por...