O17.

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—Situaciones peores están por venir —Jeongguk dijo, tomando asiento en la silla giratoria de su despacho—, no puedes comportarte de esa manera tan cobarde. En tu lugar me sentiría avergonzado —señaló con la única intención de hacerle sentir culpable.

—Lo siento —Taehyung comentó, cabizbajo.

Se sentía minúsculo frente a tal hombre, como cuando su padre —pulcro senador del gobierno Norte Americano—, lo regañaba por no actuar de manera correcta. Pero no era su culpa, tampoco lo encontraba erróneo en sus cabales morales, el tema a su alrededor le era completamente nuevo, independiente si su abuelo era el jefe de una de las más grandes compañías en el país y el planeta entero.

Siempre rodeado de los cariños incomparables de su madre. Ser hijo único tratando de siempre sobresalir como el mejor en todo. Pero su vida se vio gravemente afectada cuando lo cogieron para lanzarlo a la crueldad del mundo, donde todo lo que sus ojos advertían eran situaciones descabelladas como las de ahora.

No podían exigirle que actuara de cierta forma cuando nada era lo que conocía respecto al tema. Eran intolerantes y poco modestos, tratando de educarlo y adecuarlo a algo que temía solo para mantener el estatus familiar.

—¿Lo sientes? —Jeongguk enarcó una ceja, observándole irónico—. Sentirlo no solucionará nada, no te devolverá la imagen perfecta que poseías. Debes hacer algo al respecto.

El día anterior fue invitado a participar en los planes que tenían para Jimin. Introducirse en aquella habitación del mal y ser un sigiloso espectador para ayudarle a aprender, pero el terror fue tal que le bloqueó. Los gritos descabellados que se oían por toda la longitud del corredizo eran más de lo que su propio ser pudo soportar, optando por darse la vuelta y salir de allí, sin importarle Jeongguk le gritara volviera.

—¿Y qué quieres que haga? Simplemente no puedo evitarlo. Me han mostrado fotos de los experimentos que hacen con las personas y mi

estómago se revuelve, no puedo pensar con normalidad durante el día porque esas imágenes están latentes aquí —señaló con brusquedad su cien. El que no le comprendieran le fastidiaba, se sentía vulnerable.

—¿Y cómo pretendes avanzar en todo esto? ¿Por qué sugeriste mi ayuda si no aportarás?

—¡Joder, no lo sé! —Se levantó exaltado, caminando de un lugar a otro sujetándose la cabeza—. Solo deseo hacer las cosas bien para no defraudar a mi familia. ¡Esto no es lo que quiero para mi vida, pero. !

Jeongguk se echó en el respaldo cruzándose de piernas, siguiendo la silueta rígida del castaño. Entornó los ojos en su dirección y juró verse así mismo tiempo atrás, donde actuaba tal cual él lo hacía.

—¿Debería comentárselo a tu abuelo?

—¡No! —Se detuvo de inmediato, volviendo a sentarse para mirarle fijo y suplicarle silenciosamente—. Debes ayudarme, por favor.

Jeongguk comenzaba a gozar.

—Yo no ayudo a nadie, mocoso —cogió su lápiz y comenzó a golpetear la madera lentamente. El repiqueteo estaba acabando lentamente con Taehyung, impacientándolo—. Solo te mostraría el camino para que sea menos dificultoso.

Podía imaginar la decepción en el rostro de su abuelo y padres si le contaban que su heredero era un mísero cobarde. Los años de estudios e instrucciones se irían por la borda. Ya no sería el tesoro de su familia y no soportaría ver cómo le daban la espalda por no ser razonable con sus elecciones.

—Pero haré una excepción, Kim —sus palabras le trajeron de vuelta a la realidad. La esperanza empañó su mirada y esperó atento a que continuara

#1 CONTROL MENTAL ✿ KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora