Donde Felix es un omega típico que sólo se dedica a su esposo y a sus hijos.
Pero su sueño de una familia feliz se rompe cuando ve que ha estado luchando por un amor que ya está roto desde hace mucho, mucho tiempo.
⌯ bangchan top, fe...
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La mañana llegó un poco sofocante y calurosa, y Felix hizo un mohín cuando el sol llegó a sus párpados. Emitió un gruñido de fastidio, y el brazo que lo rodeaba por los hombros, lo estrechó con fuerza. El aroma de Chan (esa vainilla poco vista en alfas) se intensificó, y ahora soltó una especie de ronroneo.
-Buenos días... -escuchó decir a Chan con tono suave.
-¿Qué hora es? -masculló Felix, sin abrir sus ojos con toda intención de seguir durmiendo.
Oyó movimiento a su lado, aunque el brazo a su alrededor no se alejó.
-Las diez de la mañana.
-Bien -Felix suspiró-, podemos seguir durmiendo otra hora.
El sonido de la risa de Chan retumbó en el pecho del alfa, haciendo que Felix bufara por el movimiento. Él había olvidado eso, se dio cuenta, y también sintió a su omega retorcerse en señal de añoranza.
Aspiró el aroma con más fuerza, sin poder evitarlo, emitiendo otro ronroneo de comodidad. Una nueva risa y Felix se giró en el abrazo, hundiendo su cabeza en el pecho de Chan. El alfa emitía ese calor que siempre le había gustado, pues el omega nunca fue fanático del frío y recordaba muy bien lo mucho que le encantaba abrazar a Chan por lo mismo.
-Deberíamos levantarnos -murmuró Chan.
-¿Tú crees? -Felix abrió los ojos sólo para encontrarse el rostro de Chan cerca de él. Se veía un poco pálido, aunque mucho más entero que la noche anterior-. ¿Dormiste bien?
El alfa no hizo el amago de acercarse a besarlo, pero por el tirón del lazo entre ellos, parecía con muchas ganas de hacerlo. Felix no dio una señal para que lo hiciera: si bien ellos se besaron la noche anterior, le daba mucha vergüenza hacerlo ahora. No había que malentenderlo como si él se estuviera arrepintiendo por haberlo besado, porque eso salió de lo profundo de su corazón. Sólo que era distinto en ese instante, ¿o no?
-Muy bien -afirmó Chan y puso una expresión de duda-. ¿Puedo... puedo pedirte algo?
-Depende -dijo Felix.
-¿Puedo... Podría envolverte en mi olor?
Felix parpadeó ante la petición, creyendo que le pediría inicialmente un beso. Él no se esperaba esa petición, más considerando que el omega debía estar pasado al olor alfa en ese momento pues habían dormido abrazados toda la noche.
-Te estás volviendo demasiado atrevido -dijo Felix con voz grave, aunque su expresión delataba que no había molestia en él. Se enderezó, sentándose en la cama, y Chan hizo lo mismo.
-Lo sé, perdón -admitió Chan, pero no había vergüenza en su cara-. Si no quieres, pues está bien, Felix. Sólo... sólo tengo muchas ganas de hacerlo.
