Tres: Ojos color Whisky de fuego.

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— ¡Corran, nos van a desaprobar, lo sé!

— ¡Cállate MgLaggen! — le gritaron los tres al rubio quien se notaba en un estado de crisis al llegar, otra vez, tarde a clase.

— ¡Es Slytherin, nos quitará puntos, no llegaremos a la nota adecuada este semestre, nos expulsaran y viviré con mi tía Basilia y su estúpido reno de adorno! — cuando llegaron a las mazmorras Regulus miraba de mala forma a su compañero que no dejaba de musitar sobre su tía.

— Recuérdame desearle a tu tía suerte cuando estés en su casa con su estúpido reno viéndote hasta en el baño — exclamó, queriendo y rogando que Slughorn siga siendo el mismo rastrero que adoraba sus huesos.

Aunque no sabía cómo estaría ahora que era un Gryffindor llegando tarde a su clase.

— No es gracioso Black — el rubio se cruzó de brazos haciendo que los tres rueden los ojos ante su próxima rabieta.

— Bueno dejame decirte...

— Basta los dos, Regulus deja a Bastian, Bastian tu empiezas y no te aguantas nada. Deja de molestar a Regulus. — Thony suspiro mirando la puerta del salón de pociones. — Andando.

Regulus no vio a ninguno moverse de su lugar y se bufo cuando paso a sus costados.

— Que valor leones — camino seguro hasta abrir la puerta y todos los ojos se posaron en él, ese día compartían clase con los Ravenclaw. El profesor Horance Slughorn se acercó a ellos con paso lento pero mirada frustrada. Ese hombre necesitaba vacaciones.

— Llegan tarde — los cuatro se disculparon aunque eso no hizo que el profesor se apasigue — diez puntos menos para cada uno.

— ¡Eso son cuartenta puntos! — se molestó ricitos de oro haciendo que Regulus se frustre aún peor. Nunca en sus años de Hogwarts, anteriormente, le quitaron tantos puntos. Ni siquiera cuando tiro a Vladimir Petit de su escoba, accidentalmente claro.

— Y si sigue gritando señor MgLaggen serán otros diez más. — Regulus intento creer lo que escuchaba, era casi una alucinación que el hombre que siempre fue un fanático de su familia le quite puntos de esa manera.

— ¿Podemos sentarnos profesor?

Slughorn asintio mientras les señalaba los asientos dejando a los niños acomodar sus cosas, Jordan se marchó con unos chicos que les agradaba dejandolos a su suerte.

— Tu familia sabe más de pociones, Black, ¿Tú que?.

— Se más de días de campo y acampar bajo las estrellas, mi padre y mi madre me enseñan a cocinar chocolate casero, ya sabes, costumbre de burócratas... — murmuró con sarcasmo dejando su pergamino anotando la primera poción que debian saber. Era fácil, una simple poción curadora de forunculos.

La recordaba al derecho y al revés.

— ¿En serio? — la mirada que le dedicó al rubio hizo que el chico calle mientras los calderos aparecían frente a ellos.

— Aunque quiera defenderte Bas, me la pones dificil — susurro Thony haciendo que Regulus sonría por lo bajo.

— ¡Las pociones son sencillas para aquellos a los que les guste el arte de mezclar!. Está será solo una poción de prueba alumnos, si no se sienten seguros de realizarla quiero que hagan tres pergaminos sobre dicha poción y sus peligros. — exclamó el profesor mientras se sentaba esperando que los chicos empiecen a aprender por si solos.

Típico del buen Slughorn.

— ¿Nos ayudas?

— No puedo aún que quiera — murmuró al oír la voz asustada de Thony, no era que no quisiera. La poción necesitaba de su atención cada cierto tiempo, si se pasaba un segundo se arruinaría así si también la revolvía antes.

Regulus Black y el misterio de Nicolás FlamelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora