0 0 2

16.3K 325 104
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Si el purgatorio era real, con toda seguridad ya estarías en él ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Si el purgatorio era real, con toda seguridad ya estarías en él ahora. Castigada por los pecados y transgresiones de tu vida pasada, fuiste encadenada y encaramada en lo alto de una plataforma ante tus acusadores, entre los cielos y las profundidades del infierno. Excepto que ahora, esa plataforma era la cama de Rin, y los únicos ojos sobre ti eran los suyos y los de Sae, los cuales continuaron perforando los tuyos mientras el golpe rítmico de sus caderas contra tu trasero se negaba a cesar. E incluso ahora, había ese brillo repugnante en sus ojos, lleno de siniestra alegría mientras disfrutaba de la retorcida satisfacción de tu sufrimiento psicológico. Qué hermosa te encontró, esas lágrimas regordetarruinadasas corriendo por tus mejillas ; si pudiera, enmarcaría esa foto para su vestíbulo. Cómo tus regordetas alas continuaron balbuceando súplicas para que se detuviera, para que redujera la velocidad, para que por favor te dejara recuperar el aliento para poder procesar la situación en la que te encontrabas, pero él no lo hizo. Él no lo haría. No hasta que le pusiste crema alrededor de la polla delante de tu lindo y pequeño novio, claro.

Mientras que tú, por otro lado, estabas luchando contra la confusión interna por la que los dos hermanos demoníacos te estaban haciendo pasar. En tu cabeza, las palabras de Rin se reproducen en bucle como un disco rayado, plagado de repetir esa misma maldita frase una y otra vez. "Me dijiste que esperarías, Nii-chan."

Conspiraron contra ti, te tendieron la trampa y, como el conejito inconsciente que eres, tropezaste con la guarida del lobo.

"¿Ves esto, Rinnie~?" Sae arrastró las palabras sin aliento, usando su mano libre que no estaba sosteniendo tu cabello para tomar tu mandíbula, manipulando tu cabeza en la dirección de su hermano mientras él colocaba su barbilla sobre tu hombro. Obligado a mirar una vez más a los ojos de tu amante, inmediatamente notarías la mirada desdeñosa y rechazada que él usó para apuñalarte como una hoja de hierro candente y abrasadora directamente en tu corazón. Pero nunca podrías pasar por alto el deseo bajo sus ojos verde azulado, un deseo que casi convierte su actual enemistad hacia ti en lujuria. Si te atreves a mirar más abajo, también observarás la tienda de campaña que se está gestando dentro de sus pantalones deportivos, llevando la tela a su límite absoluto.

✳︎ 𝘖𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 - 𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora