✳︎ 𝘖𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 - 𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞

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Ikki Niko
          Smut.

Niko nunca hubiera pensado que su amor unilateral se convertiría en algo más. Era obvio que estaba enamorado de ti. Eras tan hermosa y no pudo evitar distraerse con la forma en que sonreías. Quería ser tu novio. Quería que sonrieras para él. Sentir tus labios contra los suyos. Dejó de soñar despierto con un sonrojo antes de que pudiera convertirse en algo más.

Algunos de sus compañeros de equipo sabían que estaba enamorado de ti y se burlaban de él. Algunos decían: "Nunca te juntarás con ellos porque eres muy tímido" y él sabía que tenían razón. Este enamoramiento se quedaría en un solo lado y no tenía sentido creer lo contrario.

Bueno, se equivocó. Muy equivocado. El día de San Valentín, fuiste tú quien se acercó a él con bombones caseros, confesándole tu amor. Niko se sonrojó, tanto que pensó que se desmayaría en cualquier momento. Aceptó tu confesión, maldiciéndose a sí mismo por su tartamudez.

Pensaste que era lindo por la forma en que tartamudeaba y se sonrojaba. Era realmente lindo y aún más lindo cuando podías ver sus lindos ojos a través de su flequillo. Se veía tan lindo que le tocaste la mejilla. Y fue entonces cuando dejó de funcionar.

Tu primer beso no fue muy diferente, Niko estaba muy nervioso. Cuando lo besaste primero y estabas a punto de alejarte, él te besó de vuelta, queriendo que te quedaras más cerca de él.

Para ti, desde el principio de la relación estaba claro que Niko era un pasivo, como mucho un cambiaformas, pero no había forma de que fuera un activo y resultó que tenías razón. La primera vez que tuvisteis sexo fue algo nuevo para los dos. Tú tomaste el control la primera vez y Niko perdió su virginidad.

Incluso ahora, como pareja casada, él era el de abajo y no se podía decir que te molestara. Una cosa que cambió fue el hecho de que los dos eran más atrevidos y hacían varias rondas hasta que uno de los dos se sobreestimulaba.

"A-Amor. D-Despacio. Me voy a correr", gimió Niko sonrojándose mientras temblaba. Sus gemidos eran temblorosos mientras sentía que se acercaba el orgasmo. Solo un poco más de placer y habría hecho que sus lindos ojos se llenaran de lágrimas.

Pero entonces te detuviste por completo, haciéndolo gemir. "P-por favor muévete. P-por favor, amor", comenzó a suplicar mientras sus dedos se hundían lentamente en la piel de tus caderas. Niko gimió cuando sintió que el placer se iba.

—No, cariño. Ya te dije que sería una noche muy larga —dijiste entre dientes antes de moverte de nuevo. Un jadeo salió de sus labios cuando comenzaste a moverte de nuevo. Joder, se sentía tan bien y te veías tan sexy encima de él.

Besaste a tu marido cuando ambos estaban a punto de correrse, ahogando sus gemidos mientras derramaba su carga dentro de ti. Cuando te apartaste, miraste a tu marido completamente jodido. Su respiración estaba acelerada, sus mejillas rojas y había señales de que había estado llorando antes. Su flequillo se pegaba a su frente, lo que te permitía ver claramente sus hermosos ojos y cómo te miraban con tanto amor.

Te alegraste de haber tenido el coraje de confesárselo en aquel entonces porque si no lo hubieras hecho no tendrías un marido tan lindo y quejoso.