Chico conoce a Chica (Jeon Jungkook)

Capítulo 31 (JK POV)

Ella se había besado con Andrew.

El desagradable hormigueo de la ansiedad comenzó a recorrer mis manos.
Me alejé un poco de ella y apreté mis manos en el marco de la ventana, para alejar esa sensación odiosa de mis manos.

- No te mentí Jungkook - dijo ella en voz calmada.

Me quedé mirando el mar que se veía desde la ventana de la habitación de Sara, y sentí ganas de correr con ella junto a mi y sumergirnos un momento en sus aguas, como lo habíamos hecho la noche anterior, y dejar que todo el mundo a nuestro alrededor desapareciera.

- Con Andrew nos conocemos desde la universidad, él siempre fue amigo de Dani, a través de él nos conocimos. Hubieron unos meses en los que tuvimos algo... ya sabes a que me refiero... - la voz de Sara era calmada.

Pero mi corazón se estaba agitando con sus palabras.

- No, no sé a qué te refieres, necesito que seas clara - mi voz sonó más dura de lo que hubiese querido.

- Primero vas a bajar tu tono conmigo Jungkook. Entiendo que tengas dudas, pero no te sobrepases, odio cuando ocupas ese tono autoritario y demandante - dijo y su voz ya no sonaba calmada.

Pasé mis dedos temblorosos por mi rostro e intenté calmar mi respiración. Me sentía celoso, y sabía que no tenía ningún sentido sentirme así, pero cuando se trataba de Sara ya había renunciado a intentar razonar con mis sentimientos. Ella despertaba mis más bajos instintos y mis sentimientos más intensos, esos que estuvieron por años dedicados únicamente a mi carrera profesional, a mi música y al escenario, pero que por primera vez se despertaban por alguien. Todos esos sentimientos, todas esas emociones e instintos estaban a flor de piel cuando se trataba de Sara y ya estaba comenzando a acostumbrarme y aceptarlos, eran parte de mi. Mi amor por ella era así, salvaje y totalmente irracional, y al mismo tiempo era mi refugio y calma.

Me volteé lentamente para mirarla, ella tenía sus ojos fijos en mi, desafiantes. Y quise besarla pero me obligué a concentrarme. Amaba tanto ese brillo desafiante, cada vez que lo veía mi cuerpo gritaba para doblegarla, me encantaba que se defendiera como una pequeña fiera.

- No juegues con mi paciencia, no fui autoritario, solo te dije que fueras clara - dije, sosteniendo mi tono de voz.

Ella se mantuvo en silencio unos segundos. Hasta que dió un pequeño suspiro y un brillo travieso cruzó su mirada.

- Con Andrew nos estuvimos enrrollando, más precisamente; me colaba en la habitación que compartía con Dani y nos acostábamos. También compartíamos besos intensos en los pasillos de la facultad de Arte a la que ambos asistíamos, nos tocábamos bajo la mesa cuando asistíamos juntos a la clase de historia del arte, a veces él se colaba en mi habitación y teníamos sexo intenso... - dijo apresurada, manteniendo sus ojos fijos en los míos casi sin pestañar.

La llama de la furia subió por mi estómago y mi garganta. Haciéndome sentir náuseas al imaginar cada una de las imágenes que estaba instalando en mi cabeza.

- Basta Sara - la interrumpí, casi en un susurro. Cerré mis ojos y volví a apretar mis puños en el marco de la ventana.

- Pediste que fuera clara, si quieres puedo entrar en más detalles, los recuerdo bastante bien ...- la ironía bailaba en sus palabras.

La miré y me acerqué a ella tan rápido que no le di tiempo a reaccionar. La acorralé contra la pared y puse mi mano en su garganta y la otra en su cadera.

- ¿Te divierte jugar con fuego? - dije muy cerca de su boca.

Ella tuvo que hechar un poco la cabeza hacia atrás para poder sostener mi mirada, su mandíbula estaba tensa y sus ojos eran dos esmeraldas encendidas. Estaba molesta, pero yo también lo estaba.