Chico conoce a Chica (Jeon Jungkook)

Capítulo 38 (Sara POV)

Eran casi las diez de la mañana y con Jungkook acabábamos de subir al avión rumbo a Melbourne.

Jimin y Tae se habían quedado con Jin y Kate en Auckland para completar el resto de sus vacaciones.

Era mi primera vez viajando en Business Class, y no paraba de asombrarme el nivel de las comodidades que habían.

Jungkook había insistido en comprar ambos pasajes y aunque aun no me acostumbraba a aceptar cuando él insistía en pagar, yo había cedido principalmente porque así  él tendría más privacidad y podría viajar las cuatro horas de vuelo tranquilo.

- Señor Jeon, ¿le gustaría algo para beber? - preguntó coqueta la tripulante de cabina.

No llevábamos ni una hora de vuelo y ya era la cuarta vez que ella venía a preguntarle a Jungkook si necesitaba algo. A mí por el contrario me había prácticamente ignorado.

Jungkook la miró y le devolvió la sonrisa, y ella se sonrojó de inmediato.

- ¿Quieres algo para beber o comer cariño? - se giró Jungkook hacia mi, poniendo su mano en mi muslo.

Un gesto al que me tenía acostumbrada. No me pasó desapercibida la rápida mirada que dió la chica a la mano de Jungkook sobre mi.

- Una coca cola está bien para mi - le dije mirándola directo a ella.

- Para mí lo mismo, por favor - dijo Jungkook.

- Claro, en seguida vuelvo - contestó.

Me cubrí con la cobija de viaje y saqué mi Ipad para avanzar un poco en el bosquejo de las ideas que estaba pensando mostrarle a Axel para el mural.

La chica volvió rápido y con un claro coqueteo le entregó ambas bebidas a Jungkook y, antes de irse le volvió a repetir: "si necesitas lo que sea, llámame por favor" .

- Pareciera que te va a saltar encima en cualquier momento - le dije a Jungkook a penas la chica se fue.

- ¿Celosa? - Se giró rápido hacia mi, con una sonrisa inmensa. Como si le divirtiera verme así.

No contesté, solo seguí mirando mi Ipad. Sí, estaba un poco celosa, pero no lo iba a admitir jamás. Él se acercó más a mí, llevó un mechón de cabello detrás de mi oreja y tomó mi barbilla para que lo mirara.

- Solo dilo, hazme feliz un segundo. Siempre soy yo el cavernícola celoso y posesivo - me dijo aún con su gran sonrisa.

- No lo estoy, solo dije lo evidente. Apostaría todo a que si la invitas a ir contigo al baño ahora mismo no lo dudaría un segundo-. Le dije, ocultando muy mal mis celos.

- ¿Apostamos? - preguntó travieso.

Me estaba provocando. No le contesté nada, simplemente apagué mi IPad y heché el asiento hacia atrás completamente y me cubrí hasta el cuello con la cobija, acostándome de lado, dándole la espalda.

Escuché como también hechó para atrás su asiento, entre medio de una molesta risita baja, cerró las cortinas, haciendo que nuestros asientos se sintieran aislados del resto del avión.

Se acercó y se metió bajo mi cobija, abrazándome, pegando su pecho a mi espalda.

- ¿Acaso es esta la pataleta más adorable que he visto? - dijo riendo en mi cuello. - Cariño, sabes que eres la única que invitaría al colarse conmigo en el baño del avión, lo sabes... de hecho podríamos hacerlo, cuando apaguen las luces - dijo mientras dejaba suaves besos en mi nuca.