Capítulo 16 (Sara POV)

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La piel de mi muslo quemaba bajo la mano de Jungkook. Los susurros con las promesas de lo que me haría al llegar a casa me tenían al límite, mordí mi boca para no convencerlo de hacer todas esas cosas ahí mismo.
Ese era el efecto que él tenía en mi. Hacía que todo el mundo alrededor desapareciera, me miraba de una forma que me hacía sentir como si fuera una obra de arte. Él llenaba de fuego vivo no solo mi cuerpo, también mi corazón. Y ahí estaba el peligro.

Íbamos sentados en el asiento trasero de uno de los autos de su empresa, camino a su hogar.

- Gracias Kang, buenas noches. - Jungkook se despidió del chofer luciendo muy tranquilo, como si no hubiera tenido la mano cerca de mi entrepierna todo el trayecto, como si no me hubiera estado describiendo en detalle todas las formas en las que me iba a follar.

Aún obnubilada por el calor de su tacto sobre mí, intenté caminar calmada cuando bajamos del auto, quise  distanciarme de su agarre cuando pasamos por fuera de la caseta de seguridad que estaba justo antes de entrar al ascensor. Pero Jungkook no lo permitió, por el contrario, afianzó aún más su mano en mi cintura y con naturalidad saludó a los guardias y seguimos nuestro camino.

Nunca antes me habían excitado los gestos posesivos, de hecho, uno de las aspectos que más me gustaba de Max, mi ex novio, es que nunca se comportó así.
Pero había algo animal, instintivo, casi primitivo; en la mirada, en las palabras y en el toque de Jungkook sobre mí, que me atraían a él como un imán.

A penas las puertas del ascensor se cerraron, Jungkook se giró rápido para quedar de frente a mí. Parecía que una tormenta fuera a iniciarse dentro de sus ojos. Levantó su mano y con su dedo índice comenzó a recorrer mi cuerpo.
Trazó una línea en mi brazo y luego por mi clavícula. Su toque lento era tan simple pero parecía una pequeña tortura, que dejaba un rastro de fuego a su paso. Luego bajó por uno de mis pechos, deteniéndose en mi pezón, que se sentía tan  sensible a su toque que no pude retener un jadeo. Sus labios se curvaron en una sonrisa engreída. Luego siguió bajando por mi abdomen hasta llegar a mi pelvis. Sus ojos seguían atentos el movimiento de su dedo. Cuando parecía que iba a tocar directo en mi clítoris, mis caderas se movieron por voluntad propia en búsqueda de su tacto. Pero él apartó su dedo y las puertas del ascensor se abrieron.
Levanté mi mirada de golpe y me encontré con sus ojos depredadores y su sonrisa triunfante.

Cuando entramos a su departamento, se avalanzó sobre mí y me empujó contra la puerta recién cerrada.
Antes de que pudiera abrir mi boca, él se acercó y presionó su erección contra mi abdomen, puso una de sus manos alrededor de mi cuello y me hizo levantar la cabeza para mirarlo, llevó su otra mano a mi trasero y lo apretó firme. Dios, sentí como mi centro se hacía líquido y palpitante.
Agradecí estar apoyada contra la puerta, porque de pronto sentí que mis
piernas perdían fuerza.

- Dime Sara ¿Quieres que te toque? ¿Quieres que te folle? - dijo contra mi boca, pero sin besarme. - ¿Quieres que sean mis manos las que se graben en tu piel? - aumentó la fuerza del agarre en mi cuello y en mi trasero. - ¿Quieres que sea mi polla la que te penetre tan duro hasta que se grabe en tu bendito coño? - volvió a presionar su erección contra mi cuerpo. Y todo dentro de mi se moría por gritar que sí.

Me sentía tan caliente, tan disponible a hacer todo lo que él quisiera, lo quería tanto dentro de mí.

- Si... - logré soltar en un gemido contra su boca. A penas podía sostener su mirada. Apreté mis piernas.

- Sí qué...? Dilo, necesito que lo digas, yo... quiero todo de tí, pero necesito escucharte Sara, dime qué quieres que te haga, o perderé la poca cordura que me queda...- demandó Jungkook, pero no en ese clásico tono autoritario que ocupaba siempre.

Chico conoce a Chica (Jeon Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora