Capítulo 2 (JK POV)

311 20 0
                                    

Le pedí a Jimin que corroborara el numéro del departamento antes de tocar el timbre.
Mi estómago rugió, seguro porque solo había bebido un jugo de naranja y comido un par de dumplings añejos que tenía en la nevera.

Esa mañana al despertar me encontré con un par de mensajes de Nam en el chat grupal pidiendo si alguno podía ir a buscar a Jin, quien al parecer se había ido de fiesta anoche y seguro se había quedado a dormir con alguna chica. Pero andaba sin auto.
En estas situaciones generalmente nos íbamos a buscar entre nosotros, no involucrábamos personal de la compañía, ni mucho menos taxis de personas desconocidas.
Principalmente para mantener lo más resguardado posible nuestra privacidad.
Era un trato implícito que teníamos desde hace años.

Yo tenía una clases de boxeo antes de las grabaciones, pero antes de descartarme, Jimin había contestado ofreciéndonos a ambos para ir por Jin.

A los minutos estaba tocando la puerta de mi departamento. Recordándome que Jin es el que más nos ayuda en estas situaciones.

Jimin al igual que todos los miembros d grupo, vivíamos en el mismo edificio de siete pisos. Cada uno tenía un piso, yo vivía en el sexto.

Nos tocaba filmar un comercial a las afueras de Seúl, y ya estábamos justos de tiempo. Así que mi humor no era el mejor.


— Hola, ustedes deben ser las niñeras de Jin — Nos dijo una pelirroja con una sonrisa irónica al abrir la puerta.

Hizo un gesto con su cabeza invitándonos a pasar. No le devolví la sonrisa y la mire fijamente, no me hizo mucha gracia su comentario. Estaba a punto de decirle que ibamos a esperar a Jin afuera cuando Jimin se adelantó y entró al lugar, con una sonrisa coqueta, no sin antes voltearse y darme un guiño. Sólo dí un suspiro cansado y lo seguí. No había dormido bien, tenía hambre y estábamos atrasados, de seguro Nam y el director nos regañarían.

Al entrar nos encontramos con el muy descarado de Jin sentado en un piso alto en la isla de la cocina metiéndose un trozo gigante de pastel a la boca, en el costado del mismo mesón había un chico de cabello azabache. Mi mirada se detuvo en la chica sentada al lado de Jin, quien también estaba comiendo del mismo trozo de pastel que mi amigo. Ella tenía el cabello ondulado y oscuro y caía mojado en sus hombros. Me pregunté si Jin se había acostado con ella por la familiaridad con la que se trataban.

— Hey Kookie, Jiminshi, pasen, buenos días! Pasen, pasen... — gritó Jin con la boca llena de pastel levantando sus manos como si no lo hubieramos visto ya.

— Hola, soy Yun — interrumpió el chico de pelo azabache acercándose, me resultó familiar.

Tardé unos segundos en recordar que es el chico que Jin conoció en sus vacaciones pasadas en el norte de New Zealand y con el que desde entonces mantienen comunicación. El chico extendió amablemente su mano para saludarnos.

—!Ella es Kate y ella es Sara — dijo Jin apuntando a la pelirroja y luego a la chica de cabello ondulado.

— Yo soy Jimin y este de aquí es nuestro Kookie — respondió mi amigo, mientras daba golpesitos nada suaves en mi espalda.

No pude evitar volver a mirar a la chica junto a Jin y, solo atiné a dar una inclinación de cabeza a modo de saludo. Era realmente linda.

Jin nos terminó convenciendo para quedarnos a tomar un café y algo de pastel. No fuimos muy difíciles de convencer, con Jimin nunca deciamos que no a la comida. Me había sentado al lado de Sara y debo admitir que descubrir sus ojos color verde esmeralda, casi como un bosque encantado, me mantuvieron más que pendiente de cualquier cosa que ella dijera. Por la forma en la que Jin coqueteaba con ella pude darme cuenta que no habían dormido juntos. Jin siempre era coqueto con todo el mundo, pero con las chicas que le gustaban de verdad era un coqueteo sutilmente más torpe.
Torpe como el que estaba teniendo con la chica pelirroja, no con Sara. Me sorprendió sentirme aliviado por eso.

La conversación lejos de lo que hubiera pensado, estaba siendo muy agradable.

— Así que tú y Kate son de New Zealand, ¿Qué las trae por Seúl? — Le pregunté con curiosidad a Sara y me permití vagar un poco más en su mirada, en esos ojos color bosque y en sus largas pestañas, no llevaba maquillaje y pude distinguir las lindas pecas que bañaban sus mejillas y nariz.

Casi me ví tentado a juguetear con mis dedos sobre cada una de ellas.
El aroma suave a fresas que desprendía su cabello cada vez que se movía me atraía como un mosquito a la luz.

— Yun quiso volver a Seúl así que decidimos acompañarlo un par de meses, mientras se establece bien con su cafetería — contestó ella con una leve sonrisa y desviando la mirada hacia su amigo.

Un leve destello de nostalgia se asomó en sus ojos.
Mi mirada, en cambio, se desvió al rastro de crema de pastel que quedó en su labio inferior y la forma genuina en la que pasó su lengua para limpiarlo.

Tragué duro.

— ¿Cuánto tiempo planean estar por Seúl? — pregunté y me obligé a concentrar mi atención en la taza de café y no seguir por el hilo al que mis pensamientos me estaban llevando.

— Eso depende de que tan interesante sea la ciudad — interrumpió Kate del otro lado del mesón, dándole una mirada rápida a Jin, pude notar como mi amigo se sonrojó levemente y comenzó a toser, me tragué unas bromas tontas, pero las guardé para más tarde.

— Podemos hacer que Seúl sea muy interesante, créanme. Les mostraremos la ciudad, los amigos de nuestro hyung son nuestros amigos también — dijo Jimin a mi lado, dando su clásica sonrisa casanovas, esa que llegaba a sus ojos, haciéndolos parecer dos medias lunas, por la cual la mayoría de las chicas y chicos caían rendidos.

Durante la conversación debo admitir que me gustó darme cuenta que las chicas no conocían mucho a cerca de nosotros y nuestra fama como BTS. Pese a que siempre agradecí mucho el cariño de nuestros fans y de la gente que apoyaba nuestro trabajo, compartir con gente que no conocía nuestro música me hacía sentir una persona más común, sin presiones.
Ellas nos estaban tratando con normalidad, nada de adulaciones. Eso me gustó.

Las anécdotas que nos estaban contando a cerca de su viaje por el sudeste de Asia estaban muy interesantes y quería seguir escuchando, hasta que una llamada entrante en el teléfono de Jimin nos interrumpió.

— Es Nam... — susurró Jimin tapando el micrófono del teléfono y ahogando una risa. Miré rápido a Jin, éste me devolvió la mirada y se puso de pie de inmediato para comenzar a despedirse, no sin antes hecharse a la boca el último trozo de pastel que le quedaba en el plato.

Mientras nos despedíamos, Yun nos dejó invitados a su cafetería. Y antes de cruzar la puerta no pude evitar voltear para ver a Sara una vez más, quien aún estaba sentada en la mesa riéndose de alguna broma que Jin le había dicho al despedirse.
Su risa fuerte me hizo reír también, ella volteó sus ojos verdes a mí, y casi me felicité por haber llamado su atención. Le sostuve la mirada unos segundos antes de salir.

Esto va a ser interesante, pensé.

Chico conoce a Chica (Jeon Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora