Capítulo 8 (Sara POV)

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— ¿Así?, Ver para creer — le contesté. Su sonrisa tenía efecto directo en mi vientre.

Las luces en la calle se comenzaron a encender y el brillo de los faroles se reflejaba en su mirada negra. La brisa cálida desordenaba su cabello y sentí unas ganas increíbles de enredar mis manos por sus hebras.

— Desafío aceptado — me respondió, con esa sonrisa traviesa, y agregó — Te invito a cenar a mi casa mañana, cena 100% preparada por mí. Te aseguro que te encantará, si no lo hace, prometo volver a prepararte otra, ¿qué dices? — me preguntó, dándome un guiño que hizo mi corazón golpear fuerte.

— Suena bien, pero soy muy exigente con la comida. Kate me tiene mal acostumbrada — le dije bromeando, mientras intentaba controlar el desorden que se estaba haciendo en mi cabello por la brisa.

Mi corazón se agitó aún más, cuando Jungkook se acercó para poner con una de sus manos un mechón de cabello detrás de mi oreja. Lo hizo muy lento, el rose cálido de sus nudillos tatuados en el costado de mi cabeza hizo que mi piel se erizara. Luego deslizó sus dedos por el resto de mi cabello. Tomó un mechón que descansaba en mi hombro. Se acercó y lo olió. Dios, no puedo explicar lo que ese simple gesto me provocó.

— Me pregunto si todo en tí huele así siempre — dijo con con voz rasposa,  su nariz aún enterrada en el mechón de mi cabello.

— ¿A qué huele? — pregunté en voz muy baja y ahogando un suspiro.

— Dulce, fresas... —dijo y levantó su mirada a mis ojos, ahí estaba de nuevo, esa mirada felina, cazadora.

No me dió tiempo a reaccionar. Deslizó su mano a mi nuca y luego enterró su nariz en mi cuello e inhaló profundo.
Yo cerré los ojos y me rendí a su tacto y a su agarre dominante

— ... me encanta tu olor Sara, hueles jodidamente bien — dijo, y volvió a inhalar mientras arrastró su nariz un poco más abajo, justo a la zona donde el cuello se une al hombro y no pude evitar inclinar mi cabeza para sentirlo aún más cerca.

Me arrancó el aire de los pulmones cuando deliberadamente con su lengua trazó una línea hasta mi mandíbula. Mi corazón golpeó tan fuerte contra mis costillas que sentí que él podía escucharlo latir.
Una corriente eléctrica viajó desde mi cuello hasta mi vientre cuando lamió el lóbulo de mi oreja.

— Pídelo Sara, sólo pídelo y lo haré — susurró contra mi oído — por favor, pídelo cariño — repitió y solté un suspiro.

El calor comenzó a invadir mi cuerpo.
Sabía a lo que se refería. La última vez me dijo que le tendría que pedir que me besara. Pero no quería rendirme tan fácilmente, él estaba jugando conmigo, pero yo también podía jugar.

— Dilo Sara, dime lo que quieres que haga... — susurró y mordí mis labios y me tragué las ganas que tenía de suplicar por su boca. — ... Dilo, Sara.

Él arrastró su nariz por mi mejilla y sin mover la mano que tenía en mi nuca puso su otra mano lentamente en mi cintura. Sentí que el calor que él irradiaba se apoderaba de mi propio cuerpo.

Llevé mis manos a su cabeza y enredé mis dedos en su cabello para arrastrarlo hacia mí, pero él no se movió.

— Vamos cariño, solo pídelo... por favor — dijo casi tocando mis labios con los suyos en un tono suplicante que terminó por desarmarme.

— Quiero que me beses, Jungkook — le dije en un susurro ahogado.

Él no perdió ni un segundo y me besó. Fué un beso suave, lento. Casi perezoso. Se mantuvo así, hasta que acaricio con su lengua la entrada entre mis labios. Empujando suave, yo abrí mi boca y un leve gemido, casi inaudible escapó de mí. Él exploró con calma con su lengua los rincones de mi boca, saboreando.
Era la primera vez que nos besábamos de esa forma, tan suave, pero igual de intensa.

Chico conoce a Chica (Jeon Jungkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora