ɴɪɴᴇ

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Capítulo 9
Cambio

Gisele no mejoraba, su temperamento había disminuido ligeramente, pero ahora un nuevo síntoma se había presentado.

Sus huesos comenzaban a doler.

Durante las noches los huesos de Gisele dolían, ella sentía como si quisieran acomodarse en una nueva forma y calmaba sus gritos de dolor mordiendo la almohada para no preocupar a Charlie.

Lloraba cada noche sintiendo aquel dolor agonizante.

Alice había tenido una visión donde su compañera se encontraba llorando, tuvo que pedirle a su familia que se acercaran a casa del sheriff para comprobar el estado de la castaña. Cuando Edward o Emmett, incluso Rosalie intentaban acercarse, el dolor en Gisele aumentaba más.

Carslile tenía la respuesta: ella estaba comenzando su transformación. Con Alice y Jasper lejos no pudieron hacer mucho, la solución más viable y empate a fue aislarse en casa para evitar que la chica siguiera sintiendo su aroma, al menos hasta que los únicos vampiros capaces de acercarse a ella regresaran al pueblo.

El lunes por la mañana, Gisele tampoco fue a clases, seguía sintiéndose mal. Charlie estaba claramente preocupado y dudaba en obedecer la petición que la morena le habia hecho unos dias atrás: No llamar a Billy ni a Sam.

Todos esos días, Charlie tenía el papel de padre con Gisele intentando controlar su temperatura alta y dolores de cabeza, incluso aprendió a preparar té y sopas —aunque varias veces se pasaba de sal o llegaba a faltarle—.

Gisele estaba sola en casa, Charlie estaba en el trabajo atento al celular por si la chica lo llamaba y debía regresar a casa con urgencia, pero Gisele se había vuelto una misma con el sofá de la sala, estaba inmóvil mientras dormía. 

Dormir era la única forma de no sentir aquel dolor agonizante que le calaba los huesos.

Su respiración era tranquila y lenta, Alice podía escucharlo desde el otro lado de la puerta. Jasper y ella habían llegado por la noche y esa mañana cuando Gisele despertó menos adolorida, fue gracias a ellos dos que velaron sus sueños dándole una noche de tranquilidad luego de días en sufrimiento. Ambos la observaron dormir desde el árbol junto a su ventana, Alice era feliz sabiendo que su amada podía volver a descansar tranquila y le agradecía infinitamente a Jasper por ayudarla.

El rubio por otro lado no estaba incómodo ayudando, era su forma de agradecerle a la Quileute por tener un aroma tranquilizante para él. Finalmente podía estar cerca de un humano sin tener miedo de lastimarlos.

Alice se armó de valor antes de tocar la puerta, Gisele despertaba desorientada escuchando un ruido sordo proveniente de la puerta, su cerebro tardó en hallar una respuesta al ruido hasta que comprendió que había alguien del otro lado. Se levantó con pasos torpes envuelta en su cobija favorita hasta llegar a la puerta y abrirla.

—Hola —La sonrisa de Alice fue lo primero que captó, pero desapareció en cuanto notó el estado en la chica— ¿Te sientes bien, Gis? —Preguntó aunque conocía la respuesta.

Lo siguiente que sintió la vampiresa fue el cuerpo de Gisele sobre ella, no dudó ni un instante en devolverle el abrazo. El corazón de Alice se sentía feliz por estar nuevamente con su amada, pero a la vez dolía por ver como su piel había perdido un poco de color, las ojeras estaban marcadas por falta de sueño y apesar de verse más atlética, también se notaba su delgadez.

—¿Dónde estuviste?

La voz de la más alta salió en un susurro roto.

—Alaska, tuve que salir de emergencia.

𝐅𝐀𝐍𝐆𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐂𝐋𝐀𝐖𝐒 | ᴀʟɪᴄᴇ ᴄᴜʟʟᴇɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora