𝐅𝐀𝐍𝐆𝐒 𝐀𝐍𝐃 𝐂𝐋𝐀𝐖𝐒 | ᴀʟɪᴄᴇ ᴄᴜʟʟᴇɴ

11

Capítulo 11
Visitando la reserva

—¿Irás a la reserva este fin de semana? —Alice preguntó mientras ambas veían una película en casa de Charlie.

—Lo estoy considerando —Suspiró sintiéndose agotada mentalmente—. Sam me llamó en la mañana, dijo que quería verme, hace muchas semanas que no voy y aparentemente él y los chicos me extrañan.

—¿Pero? —preguntó Alice al distinguir su tono dudoso

—Pero si voy trataré de evitar a Billy —Gisele se quedó pensativa. Ella no lo odiaba y posiblemente él a ella tampoco, solo que no sabía que tan estable era su relación en ese momento—. No hemos hablado desde la última vez que discutimos.

Alice se quedó pensativa junto a ella hasta que decidió acercarse y abrazar su brazo mientras se recargaba del hombro de la morena. Gesto que últimamente ponía nerviosa a la chica.

—Gisele.

La llamó en voz baja.

—¿Sí?

La película era tan interesante en ese momento que respondió sin mirarla.

—¿Por qué discutiste con Billy? —La pregunta captó la atención de Gisele— Nunca me contaste que sucedió.

Ella miró a la pequeña vampira sin querer decirle la verdad, no quería hacerla sentir mal si le contaba todos los detalles de la discusión. Ustedes no tienen la culpa. Pensó mientras la observaba con una sonrisa relajada.

Se sentía en paz cuando estaba con Alice, sentía que nada podía lastimarla y que no podría permitir que algo lastimara a la pequeña vampiresa.

Aunque por naturaleza, en ese momento Alice era quien la protegería.

—Nada que deba preocuparte, Alice —Le sonrió regresando su vista a la película y recargando su cabeza sobre la de la contraria—. Solo una pequeña diferencia de opiniones que empeoró un poco.

—¿Segura que estás bien? —Gisele asintió, no quería hablar de su tío porque realmente le afectaba estar lejos de su única familia con vida— Si necesitas hablar de algo puedes hacerlo conmigo, Gissie.

—Lo sé —Ambas se miraron—. No te preocupes por mi, te prometo que cuando necesite tu ayuda te buscaré. Serás la primera persona en saber que me pasa.

Alice no respondió nada, solo le sonrió, pero ninguna se alejó de la otra y los ojos de Alice bajaron a los labios de Gisele, comenzaba a imaginarse como sería tenerlos sobre los suyos ¿A qué sabrían sus labios? ¿Cómo se sentiría besarlos? ¿Cómo se sentiría tenerlos sobre su cuerpo? Porque tenían un aspecto tan suave que los volvían deseables para ella, todo en Gisele era deseable para Alice.

Sin darse cuenta, Gisele había captado las intenciones de Alice, no se alejó, pero tampoco sabía si eso era lo correcto pues ella nunca pensó en salir con una chica. Sabía que Alice le atraía porque cada vez que la veía por los pasillos no podía apartar su mirada de ella hasta que desaparecía y cuando Alice estaba a su alrededor lo único que quería era estar lo más cerca posible y escucharla hablar por horas sobre cualquier tema sin parar no era molesto.

Alice tomó un impulso de valor y comenzó a acercarse lentamente, como un cazador acechando a su presa, hizo contacto visual con la morena y al ver qué Gisele no se alejaba sino que miraba a sus labios, se acercó mucho más.