¿Qué puede salir mal? Habían sido las palabras de Hongjoong para con Yeosang hacía tres días. Bueno, el pequeño felino pronto descubrió que madrugar a las cinco de la mañana de forma frecuente, era la peor parte del conjunto. Tener que ir al comedor general, no era nada en comparación. Sentare con el grupo de caza en su mesa designada y verlos excluirlo, fue un poco pesado pero no le molestó demasiado. Acostumbrado al rechazo en su antigua comunidad.
Y con un nuevo amanecer, Aila estuvo allí también. Al parecer la rubia había reflexionado lo suficiente como para ser reintegrada al grupo. Sentada en un rincón, la chica parecía un hada inmaculada, con su cabellera rubia, larga y lacia y sus ojos grandes pero serios. Se la notaba menos animada y más retraída, Tay siendo el único en darle conversación con la casualidad suficiente como para no hacer incómodo nada.
A Hongjoong no podía importarle menos el estado de la chica, si en el lugar consideraban que había cometido una falla tan grande como para ser excluida momentáneamente, que así sea. Él no tenía complejo de salvador como para que le interese lo necesario o como para que tenga que ver con él. Es más, apenas le importaba nada.
Pero no parecía ser igual para Aila, puesto a que, desde que había ingresado al comedor, la chica no había dejado de verlo desde aquel rincón apartado. Ojos agudos que buscaban traspasarlo como dos dagas frías y duras, cargadas de un resentimiento especial. Casi venenoso.
Sin embargo, Hongjoong tenía coraza de donde sacar capas, por lo que no le afectó en lo más mínimo. Seguro, a veces podía extrañar su hogar y a sus amigos, como en otras ocasiones podría querer llorar, no obstante, eso no significaba que fuera una masa maleable con la que alguien podía jugar a su antojo.
Sólo demostraba que era humano.
Por lo que no dudó en levantar el mentón y corresponder a la mirada ajena con la misma insistencia. Porque si algo había aprendido de su padre, es a jamás nunca apartar la mirada.
Aún así, se vio distraído por la presencia cálida de un cuerpo ajeno al suyo por detrás, un peso extra en la madera de su silla y un crujido que apenas rompió con la quietud del lugar.
—¿Están teniendo una competencia? —preguntó esa voz particular y rasposa, profunda en una cadencia incomparable: Mingi; nadie más ni nadie menos—. Llevan un rato viéndose.
Todavía con el mentón elevado, Hongjoong giró la cara hacia la derecha—. ¿Quieres participar? —preguntó con una ceja enarcada. Esperando por su desayuno.
—¿Cuál es la recompensa? —repreguntó el moreno, acercándose. Cabeza ladeada y expresión jovial, burlona. Incluso si querían mantener la conversación privada, todos allí tenían la capacidad de agudizar el oído y entrometerse, por lo que no tenía mucha gracia intentarlo en un primer lugar—. ¿Tu porción de la cena o tu desayuno? —continuó con esa tonalidad festiva—. ¿Qué tal un beso? —provocó—. Suena más tentador.
Sintiendo como las palpitaciones de su corazón se aceleraban, Hongjoong intentó mantener su expresión lo más ilegible posible con tal de pasar desapercibido, no obstante, la punta de sus orejas enrojecieron y el sonido como tambores de sus latidos lo ensordecieron. Dejándolo a la deriva.
—Si quieres uno, ve a pedírselo —replicó con toda la astucia de la que fue capaz. Tragando en seco y sin parpadear. Ninguno lo había hecho en realidad. Es como si estuvieran compitiendo entre ellos.
Sonriendo, el pelinegro movió la mano que reposaba en su silla y el impulso de ver qué haría con ella fue grande, no obstante, se mantuvo firme, sintiendo aquellas yemas danzar a través de la superficie delicada de su piel y serpentear por su nuca hasta enredarse en uno de sus mechones cobrizos.
ESTÁS LEYENDO
Belewe Moon - [MinJoong]
FanfictionHongjoong se adentró en lo profundo del bosque. Donde las tierras no tienen nombre, donde el viento no sopla y donde las hojas murmuran. Su única misión: sobrevivir. ━━━━━━━ ∘ ◦ ❃ ◦ ∘ ━━━━━━━ Pareja: MinJoong ✧Géneros: Cambiaformas | Au! |...