-¿Valentina va a venir a buscarte? —le pregunto Lupita a la morena mientras tomaban desayuno.
—No, nos vamos a encontrar en el colegio —le contesto la morena mientras se metía una cucharada de su cereal y a la vez se masticaba una tostada con mermelada de mora.
—Comiendo así me recuerdas a tu padre —le dijo, la morena la miró, subía y levantaba las cejas molestándola —. No hagas eso —se levantó para dejar las cosas que utilizó en el lavado. La morena siguió comiendo con una sonrisa en la boca.
Al terminar de desayunar la morena lavo su plato, se fue a su habitación ya que aun era temprano. Tomo su teléfono y se recostó en la cama, le mando un mensaje de texto a la castaña.
Juliana:
Te extraño :'(Lo envió y suspiro. Le hubiera gustado hacer una video llamada pero su antiguo teléfono Nokia aún no tenía esa tecnología. Aun no entendía que había pasado, como es que había llegado a esa época, ¿había muerto? ¿Estaría en coma? Ninguna explicación se le venía a la cabeza, pero ya a ese punto ya no quería ninguna explicación, estaba muy feliz, su corazón lo estaba, sus ojos volvieron a cerrarse quedándose completamente dormida.
—¡Juls! ¡Juls por favor despierta! ¡Tienes que despertar! —escuchaba una voz en la oscuridad, sabía que se trataba de la voz de la castaña pero no la podía ver, de repente ve una luz cegadora junto con el sonido de las llantas de un auto qué chocaba con algo metálico, ese ruido despertó a la morena muy agitada, se sentó en la cama y se tocó el pecho, su corazón palpitaba muy rápido, comenzó a relajarse poco a poco hasta que su corazón comenzó a palpitar con normalidad.
—Qué raro sueño —se dijo para si misma.
Se levantó al ver la hora se dio cuenta que era pasado del medio día. Se fue directo al baño. Al salir envuelta con una tolla fue a su closet y saco ropa, unos pantalones holgados color negro que tenia varios bolsillos, una musculosa, una blusa y zapatillas adidas equipment. Ya lista bajo al primer piso.
—Creí que te habías quedado dormida —le dijo su madre.
—Casi —le dijo. —¿Qué preparaste?
—Una pasta con albóndigas en salsa de tomate natural, algo no muy pesado —le sonrió, la morena saco las cosas para el almuerzo y comenzaron a comer, la morena comía silenciosamente, pensaba en la rara pesadilla que tuvo y esa extraña molestia en el pecho. —¿Todo bien?
—Si, estoy bien —le contesto, no iba a preocupar a su mamá con esas cosas, tal vez no era nada, tal vez solo fue un simple mal sueño, siguió comiendo.
* * *
Lupita estacionó el auto para que la morena se bajara.
—¿Segura no quieres ver el partido? —le pregunto la morena antes de bajar.
—No, además unas amigas me invitaron a una comida. Así que mejor apúrate que te esperan —le señalo, la morena miró a través de la ventana y vio a la castaña, aunque esta aún no se daba cuenta que el auto de Lupita había llegado, la morena sonrió ampliamente, se despidió de su mamá y bajo del auto.
Camino lentamente hasta donde una castaña distraída. La castaña vestía una falda negra, unas medias oscuras largas que le llegaban hasta las rodilla, un chaleco rojo delgado, lo tenía dentro de la falda, traía el cabello suelto y una boina negra.
—¡Wow! Pero que belleza de mujer —le dijo, la castaña sonrió y se sonrojo aunque la morena no la podía ver, se giro, coloco sus brazos al rededor del cuello de la morena.