Capítulo 6

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-Me alegra mucho volver a verte aquí en casa después de tanto tiempo —le dijo Helena a la morena. Estaban cenando todos juntos.

—Yo también estoy contenta de volver —le sonrió la morena.

—Lo mejor es que hayan arreglado las cosas con Valentina, ella estuvo muy triste durante todo ese tiempo —la morena miró a la castaña qué estaba algo callada y pensativa —. Me alegro que hayan vuelto hacer amigas —agregó.

—A mi también —le dijo la morena.

—Mamá —hablo la castaña por fin —. Hay algo que quiero decirte y no se como lo van a tomar tú y mi hermano —miro a Santiago.

—¿Qué sucede, Valen? —le pregunto su madre en un tono algo preocupado.

—Tranquila no es nada malo, bueno no se como se lo van a tomar...yo y Juls...Juls y yo... —se corrigió, estaba nerviosa. —Es mi novia —les confesó a los dos, madre e hijo se miraron sorprendidos.

—¡Oh! Ehhh... La verdad estoy algo sorprendida —dijo Helena.

—Yo no tanto —le dijo Santiago con una leve sonrisa.

—¿No? —preguntaron madre e hija al mismo tiempo.

—Tenían una linda amistad que terminó de la nada y todos esos días que llorabas desconsoladamente, ya no tenias ese brillo en los ojos que tenias antes y que ahora si tienes —la miro con una sonrisa —. Además ese día para el cumpleaños de mamá Juliana salio de tu habitación bastante agitada y triste, pues...solo ate cabos —le dijo —. Y te apoyo en esto hermanita —acaricio su hombro.

—Gracias —le dijo la castaña a su hermano con los ojos cristalizados.

—Aunque yo nací en una familia más tradicional, mi abuela era una mujer muy tradicional y estricta con sus hijos, tu tío abuelo Manuel fue quien sufrió más por parte de mi abuela, cuando el confesó que le gustaban los hombres tenía solo 14 años y mi abuela lo castigo durante mucho tiempo, pensado que así iba a ser "normal" pero no fue así y se escapo de casa —le contó su madre —. Mi madre fue casi tan tradicional como tu bisabuela, pero la noticia de Manuel y su novio asesinados la hizo reaccionar y fue tolerante y nos educo a mi y mis hermanos ser igual de tolerantes, ella nos dijo que nos apoyaría. Lo que te estoy diciendo hija es que también te apoyo, aunque también tengo miedo, el mundo no está preparado y es posible que nunca lo esté, por eso quiero que se cuiden, no quiero que escondan lo que sienten, pero que se cuiden —la castaña había derramado algunas lágrimas, se levantó y abrazo a su madre, la morena también tenía los ojos cristalizados.

—Yo cuidare de ella, señora Helena —le prometió la morena, la mujer le sonrió. La castaña se sentó al lado de su novia. —¿Qué paso con el asesino de su tío Manuel?

—Quedo en nada, no hubo justicia para ellos —le contesto la mujer en un tono triste. Siguieron comiendo.

...

—¿Es necesario que te vayas? No creo que haya problemas a que te quedes —le dijo la castaña que se apoyaba en el marco de la puerta y abrazaba a su novia.

—Se que no habrá problemas, pero es mejor que me vaya, además tu hermano ya se ofreció a llevarme —coloco un mechón de la castaña tras su oreja —. Puedo quedarme otro fin de semana aquí o tu vienes a mi casa, ¿que dices? —le propuso.

—Esta bien, pero tiene que ser un día que nuestras madres no estén —le dijo con una sonrisa seductora.

—Ya veo lo que quieres, quieres aprovecharte de mi —le dijo en un tono juguetón.

—Tú ya lo hiciste hace unas horas atrás en la habitación de arriba —le recordó.

—¿Te quieres vengar?

Una Visita al Pasado [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora