La morena y su madre tocaron a la puerta, al abrirse Helena fue quien las recibió con una gran sonrisa y las abrazo.
-Feliz cumpleaños señora Carvajal —la saludo la morena.
—Prefiero que me digas tía como antes —le pidió la castaña mayor con una so risa.
—están bien, tía Helena —le dijo la morena —. Mi madre y yo hicimos este cheesecake de frambuesas.
—Gracias, se ve delicioso. Pasen —les pidió —. Juliana puedes ir a la cocina y dejar el cheesecake en el refrigerador —la morena asintió y camino hacia la cocina. Se sorprendió al ver a la castaña, estaba de espaldas, estaba al parecer preparando unos bocadillos y la verdad se veían muy buenos, la morena dejó el postre en refrigerador, al parecer la castaña estaba tan metida en lo que hacía que no se había dado cuenta de su presencia, se acercó a los bocadillos para sacar uno que tenía una pasta de pollo y sobre el un pequeño trozo de tomate cherry, se lo metió entero a la boca y lo saboreo, de verdad estaba muy bueno.
—Esta bueno, ¿verdad? —le pregunto la castaña, esta asintió pero al ver a la ojiazul casi se atragantó, mastico bien y se trago lo que le quedaba.
—Eh, si, esta muy rico —le contesto la morena, iba a sacar otro pero la castaña le golpeó la mano con un paño.
—Deja eso glotona, son para los invitados de mi mamá —le dijo la castaña.
—Es que tengo hambre —le dijo.
—Mira, ayúdame a ordenar el living y llevar estas cosas y luego te doy de lo que me sobro, ¿bueno? —la morena asintió rápidamente, tomo las bandejas y siguió a la castaña.
Ordenaron la mesa con todos los bocadillos qué eran dulces y salados, también algunas sodas, estaba ya todo decorado solo faltaban esas cosas.
...
La morena deboraba los pequeños panes con la pasta que la castaña había preparado, la ojiazul solo la miraba con una leve sonrisa, recordó que la morena desde niña era así: hambrienta.
—Trata de comer más lento —le pidió la castaña, la morena la miro y asintió —. ¿No comiste nada antes de llegar?
—Solo el desayuno, del almuerzo muy poco.
—¿Por qué? —pregunto la castaña.
—Estaba nerviosa —le contesto la morena después de tragarme el último bocado.
—¿Nerviosa?
—De venir acá después de tanto tiempo. También nerviosa de volver a verte —se sincero, la castaña se le quedo mirando —. Después de lo que sucedió hace 4 años atrás pensé que nunca volvería a esta casa donde vivimos muchas cosas divertidas juntas.
—Yo creo que las cosas divertidas las viví más es tu casa, sobretodo en la casa del árbol —habló con algo de nostalgia y miro hacia otro lado, la morena lo noto.
—Tal vez un simple "lo siento" no va arreglar las cosas, pero de verdad lo siento —la castaña la miro al oír eso abrió la boca para decirle algo pero en eso tocaron el timbre.
—T-tengo que abrir —le dijo la castaña y se alejo en dirección a la puerta de entrada, los invitados estaban llegando.
Habían al rededor de unas 15 personas, algunas amigas y familiares, estos últimos no estaban todos, la familia Carvajal era grande pero la mayoría vivía fuera de la ciudad o en otro país.
La morena estaba en un rincón cerca de la mesa con su trozo de torta, comía con poca gana, desde lo hablado en la cocina la castaña no se le acercó más, vio que estaba hablando con su hermano mayor Santiago, él ya iba a la universidad, hablaban muy animados, su madre igual hablaba de la misma manera con Helena y otras mujeres, la única que se sentía fuera de lugar era la morena, si se iba nadie se daría cuenta. Cabizbaja dejo el plato con el poco de torta qué le quedaba, se levantó y se dirigió a la puerta, la castaña mientras hablaba con su hermano se dio cuenta que la morena no estaba en el rincón que anteriormente estaba.