Pasaban los días y la castaña no podía sacarse de la cabeza el beso de la morena, intentaba consentrarse pero no podía y eso se notaba en su rendimiento.
-Estas lenta Valentina —le dijo la profesora, la castaña se sentó a la orilla de la piscina.
—Lo se, lo siento.
—¿Tienes algún problema? —le pregunto.
—No, todo bien, solo que mi mente está en otra parte —le contesto la castaña.
—Pues trata de que tu mente esté en el campeonato, sabes que en tres días más comienza.
—Lo se, estaré bien para ese día —le prometió.
—Bueno, ya es algo tarde, es hora de irnos —le comunico.
—Yo daré unas vueltas más y después me voy —su profesora asintió, la castaña nuevamente se lanzó al agua y dio unas cuatro vueltas.
Ya cansada y con la mente más despejada se dirigió a los camerinos para lavarse. Ya lista y seca tomo sus cosas para irse, al salir de los camerinos camino por al rededor de la piscina, en eso vio entrar a la morena y se detuvo.
—Ho-hola —la saludo la morena, la castaña la miro y comenzó a caminar pasando por su lado —. ¿Podemos hablar? —le pregunto al girarse.
—¿De que quieres hablar? —le pregunto algo fastidiada.
—El beso.
—No hay nada de que hablar, y ese beso ya lo olvidé no significo nada —le dijo, aunque todo fue una total mentira, la morena la miró con tristeza y eso le dolió un poco a la castaña, pero no podía flaquear ni demostrar que ese beso había significado mucho ya que lo espero por tanto tiempo —. Mira, pronto será el campeonato y tú solo me desconsentras.
—¿Yo te desconsentro? —pregunto confundida, la castaña se golpeó mentalmente, no debió de ir eso.
—No...yo quiero decir...
—Fue por el beso, ¿verdad? Te desconsentras porque no puedes olvidarlo —lo dijo con una leve sonrisa en los labios.
—Si, esta bien, no puedo dejar de pensar en ese estúpido beso —le confesó al final —. No quiero pensar en ello, solo me desconsentro y este campeonato es muy importante para mi —parecía frustrada.
—Perdón —se disculpo la morena —. Esa nunca fue mi intención —las dos se quedaron mirando por unos segundos.
—Adiós, Juliana —se despidió la castaña y se fue dejando a la morena sola.
...
El equipo estaba subiendo al autobús, ya era el día, el gran día, todas estaban nerviosas y emocionadas.
—¡Valentina! —esa era la voz de la morena que se le acercó —. Yo solo quería desearte todo el éxito, pero se que eres increíble y les ganarás a todos.
—Gracias, Juliana —se quedaron mirando a los ojos unos instantes.
—Ya es hora de irnos —la profesora hablo y las saco de ese trance, la castaña le dio una leve sonrisa y se subió al autobús.
Pasando los días la morena se entero que todo el equipo estaba ganando en sus respectivas categorías, habían tenido rivales difíciles pero lograban ganar. Habrían dos finales en el colegio, atletismo y natación.
El colegio recibo al equipo felicitando a los que ya traían sus medallas y emocionados por los que posiblemente iban a ganar más. La morena estaba en la cancha en clases de deportes, estaban descansando después de varios ejercicios de recitestencia