Sword lost between the supernatural

Capitulo 2 - Asgard.

Ninguna de las cosas a las que se hace referencia me pertenece.

------------------------

Rossweisse, asistente de Odín, el padre de todo, desde hace aproximadamente una semana. Una hermosa mujer de cabello plateado, quien se encontraba con una armadura de cuerpo completo, una muy reluciente que muestra las de lo necesario a ojos de muchos. Cosa que al parecer todos entienden: la pobre mujer parece desesperada en conseguir pareja; el mismo Odín no deja de burlarse de ella y eso que solo llevaban una semana trabajando juntos.

Ahora mismo se encontraba mirando a su jefe. Desde que empezó a trabajar para él, no parecía ser la persona más trabajadora de todas. Incluso llegaba a ser alguien extremadamente molesto para algunos de sus asistentes que parecían dudar menos de dos meses en el puesto antes de renunciar o caer en una fuerte depresión a causa de pasar mucho tiempo con el gran Padre de todo. Ella misma sabe que el hombre es alguien que suele escapar del trabajo; solo un par de días desde que llegó el Dios en cuestión, desapareció para hacer algo confidencial, algo en lo que la misma Freyja, Tyr y el enano Brok terminaron involucrados al parecer.

Ella misma terminó tomando toda la responsabilidad del papeleo en esos días. Se encargó de casi todas las cosas que pudo en lugar de su jefe mientras este seguro perdía el tiempo en alguna cosa sin sentido. Ahora mismo podía verlo, sosteniendo una pluma mientras se encargaba de firmar algunas cosas; a su alrededor se pudieron ver varios libros flotando para ayudarle en su trabajo; también estaba ese cuerno lleno de hidromiel que parecía estar por la mitad.

El viejo estaba muy metido en su trabajo, pero al mismo tiempo pudo notar un par de libros que no eran parte de su trabajo. ¿Angra Mainyu? Ese era el título de uno de los libros.

¿Qué negocios tiene El Padre de Todo con los Persas? No estaba enterada de nada más allá del tratado de neutralidad que tenían casi todos los Panteones entre ellos. Del mismo modo pudo ver otro que no formaba parte de su trabajo, uno sobre instrumentos santos.

Rossweisse solo pudo suspirar al ver cómo el hombre por momentos se quedaba más interesado en lo que sea que estuviera haciendo en lugar de trabajar... Realmente, Odin era un tipo que le quería perder el tiempo. No se puede negar su sabiduría, poder o su forma de tratar a la humanidad como algo que realmente le importa. Ahora mismo se tomó la molestia de llevar algunos libros nuevos y hojas que resultarían en más trabajo para el hombre.

"Padre de todo, esto también requiere de su atención; me tome la molestia de ordenar todo de la forma que considere la mejor". Ella misma habló de la forma más profesional posible al hombre mayor que no parecía prestarle atención; más bien parecía metido en sus cosas, para ser específico en algo así como un análisis de algo... ¿Quiénes son Emiya Shirou y Me...? No pudo terminar de leer el informe, ya que este pareció empezar a ponerse sobre atención a ella.

"Veo que la pequeña Rossweisse me trajo más trabajo, debes empezar a relajarte o no conseguirás novio". Odin habló mientras acariciaba su barba con mucha calma para burlarse de la roja Rossweisse, quien no supo cómo responder a esa afirmación del hombre frente a ella. No era su culpa que los hombres no se fijaran en ella.

Luego de unos segundos, Rossweisse se encontró en el piso en posición fetal. "No es mi culpa. Antes de darme cuenta, ya se terminó la universidad y me volvi una empleada a tiempo completo... nunca aprendí a cortejar adecuadamente". Lagrimas salían a mares de sus ojos mientras murmuraba cosas sin sentido, a lo que su acompañante solo pudo sonreír por ser una escena bastante graciosa en su único ojo disponible. Luego volvió a su investigación personal; ahora mismo tenía mucho entre manos.