Conter

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[Advertencia +18 /Masoquismo]

Porque le encantaba ser tratado de esa manera, ser golpeado y ser denigrado hasta quedar sin ningún tipo de dignidad. Se arrodilla a sus piernas mientras es jalado bruscamente de su cabello, sintiéndose tan ridículamente excitado por la acción del más alto.

—Te encanta ser una maldita sumisa, ¿Cierto?— le dijo mientras lo tomaba bruscamente de las mejillas.—¿Acaso te gusta esto?— lo abofeteo y a cambio recibió un gemido ahogado y adolorido.—Responde idiota.—

—Si, me encanta...— sus pupilas ahora se encontraban viendo hacia arriba por el dolor provocado y por el calor del momento.—Por favor, follame...— le rogó el castaño mientras abría más sus piernas aún estando sentado.

—¿Tan excitante es esto para ti? Vaya que eres una zorra, Aquino.— lo levanta del cabello, tirándolo hacia arriba para luego volver a empujarlo a la cama.—¿Quieres esto dentro de ti?— toca su pene sobre su pantalón, seguido pegándolo al trasero del más bajo.

—Si...— no puede hablar bien, está tan caliente que lo único que necesita para aliviarse es poder sentir a Conter dentro. Siente un puñetazo en su abdomen y se retuerce de dolor y placer sobre la cama, o Dios, se sentía de maravilla ser comprendido en sus fetiches.

—No te oigo rogar.— le dice, quitándose el cinturón de su pantalón y amarrando las muñecas del más joven.—Creo que no escuchaste bien...Quiero que ruegues, que pidas por mi pene como si estuvieras muriendo, humíllate y esto estará por fin dentro tuyo.— una abofetea seguido de un apretón en su muslo derecho.

—¡Por favor Conter, follame, rómpeme, estoy desesperado por tu polla como una maldita puta!— grito y soltó pequeñas lágrimas de placer y dolor combinadas.—Te lo ruego Conter, quiero que me partas en dos mientras yo lloro por como me tratas...—

—Eso quiero escuchar.— le baja los pantalones de un tirón, dejándolos caer en cualquier lugar de la habitación.—Nunca te pensé ver de esta manera tan repugnante, pareces una puta de esquina.— se baja sus pantalones y saca su miembro completamente erecto.—Te voy a destrozar.—

—Por favor...— siente una presencia intrusiva  en su recto y comienza a llorar, le duele tan bien que lo disfruta como el maldito masoquista que es.—¡Ah, Conter!— grita intentando acomodarse mejor. Siente como el más alto comienza a moverse sin esperar nada, sintiendo un terrible y delicioso ardor.—¡Más, más Conter, quiero más de ti porque me encantas!—

—¿Quieres que no tenga piedad contra ti? Si es así no tengo ningún problema en hacerte pedazos desde dentro.— aumenta la velocidad de las embestidas y sintiéndose extasiado al ver como el más bajo comenzaba gemir y a salivar de más.—Puta, eres una puta sin un propósito mayor que servirme.— las palabras crueles son recibidas como halagos, como palabras de amor.—Una zorra que solo busca placer sexual y satisfacer sus fetiches, eres alguien repugnante.—

Muerde dolorosamente uno de los pezones del más bajo, haciéndolo soltar un sonoro gemido cargado de dolor, sigue arremetiendo contra él múltiples veces, sintiéndose tan putamente excitado al ser parte de un acto tan cuestionable como es tratar así a una persona durante el sexo. Lo golpea, lo abofetea y sobre todo estruja y muerde toda parte del cuerpo ajeno, ambos disfrutan el acto y ambos buscan mayor contacto. Conter lo toma del cabello y estampa sus labios con los ajenos, mordiéndolos, saboreando la sangre que sale de ello al ahora estar rotos y agrietados. Aquino no para de gemir y rogar por más, comenzando a masturbarse a sí mismo mientras pide a gritos que Conter jamás se detenga.

—¡Conter, ten piedad de mí y jamás dejes de penetrarme!— le grita mientras araña su espalda al no tener ya ese molesto cinturón amarrando sus muñecas, su cabello se pega a su frente por el sudor y su boca se encuentra abierta sin poder cerrarla correctamente, debía de estar increíblemente enfermo como para disfrutar de aquel trato.—¡Pégame y dime que me amas!— 

Siente como una mano se azota contra su trasero y suelta un grito agudo. Conter lo abofetea y lo hace mirarlo a la fuerza.

—Te amo, maldita sea te amo y me encanta verte así...— le confiesa mientras arremete aun más rápido dentro de él, Aquino siente como se desgarra por dentro pero le encanta, ve las sábanas blancas ahora manchadas con sangre y fluidos tanto de él como del de pelo blanco. Siente como muerden su muslo y no puede evitar gemir.

—¡Puta madre Conter, quiero más, más, no te canses nunca de tratarme así!— las embestidas se vuelven más rápidas y los jadeos y gemidos no puedes evitarse, ambos están apunto de llegar a su límite y disfrutarían ese momento hasta el final.

—¡Ah, ah, Conter, maldita sea, como te amo!— 

—Yo te amo por igual y no lo dudes.— le dice y le estira el cabello sudado y echo nudos.—Nunca olvides que yo soy el único que puede hacerte sentirte de esta manera,  nadie puede tratarte como yo lo hago, ¿Escuchaste?— lo golpea y toma sus caderas con un agarre firme y doloroso.—Eres mío, ¡Mío! —

—Soy tuyo y solo tuyo.— Conter comienza a penetrarlo con más fuerza y rapidez, provocando que el  orgasmo de ambos llegue por fin, haciéndolos soltar largos gemidos y caer rendido en la cama.

—Solo yo puedo tocarte.—

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Capítulo Cortito y Masoquista 🥺

-ᴡᴇʙᴀᴅᴀꜱ-╰•ᴀQᴜɪɴᴏʙᴏᴡʟ•╯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora