Shadoune

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—¿Sabes quien será el nuevo maestro de francés?— le pregunta al azabache que comía tranquilamente sus chocolates.— Oe, te hablo.—

—Ah, este, no lo sé. Tal vez sea otro viejito amargado como el anterior, solo espero esta vez no pase lo del anterior maestro.— sintió un escalofrío recorrerle la espalda al recordarlo. 

—¿Te imaginas que sea un profe acá bien guapo?— bromea con su mejor amigo que enarca una ceja por el comentario del más alto. Vaya que Aquino aveces podía soltar comentarios tan homosexuales. —Solo toca esperar a que el recreo termine y por fin sabremos la verdadera apariencia del nuevo profesor, solo ten fe en que no será un maldito viejo gritón.— ambos ríen y siguen charlando con normalidad.

El timbre los hace suspirar al no querer regresar a clases, se levantan de la banca donde se encontraban y se dirigen a su siguiente clase. Entraron al salón y se sentaron en los últimos dos pupitres, comenzando de nuevo con su animada charla y en espera del profesor que parecía no querer llegar.

—¿Te imaginas que no tengamos esta clase por una semana? ¡Ojalá Dios nos escuche!— dice Duxo mirando al techo, el castaño suelta una carcajada por la exageración de su mejor amigo.— Como me caga esta clase, te lo juro que sería lo primero que quitaría si yo fuera el director.—

—Hay, tampoco está tan mal, puede ser aburrida pero al final del día nos servirá para el futuro. Tu tenle fe y ponte a chambear.— picotea la frente del más bajo que lo fulmina con la mirada, haciéndolo reír al ver la mueca infantil del ojilila.

Deja de reír repentinamente al escuchar la puerta abrirse estando ya todos sus compañeros dentro, ambos ponen atención y Duxo logra ver la mirada nada discreta de su compañero. Quiere reír pero no puede, sería una falta de respeto, lucha con todas sus fuerzas al ver como Aquino sonríe coquetamente al profesor que no le presta atención.

—Buen día jóvenes...— dice el mayor y todos le responden en automático. Aquino lo mira intentando descifrar su edad, parece ser alguien demasiado joven.—Yo seré su nuevo maestro de francés, espero llevarme bien con todos ustedes y espero no tener ningún inconveniente con ningún.— saca un plumón del bolsillo de su pantalón, Aquino se muerde el labio al ver a ese hombre tan atractivo vistiendo un traje elegante.—Lo primero que me gustaría aclarar son los siguientes puntos: Yo no me dejaré sobornar para aumentar la calificación como el maestro anterior...— siguió hablando y anotando más Aquino no prestaba atención, estaba tan embobado en ver al profesor tan concentrado en su habla.

Duxo no prestó atención a la clase gracias a Aquino, que parecía no callarse con sus halagos hacia el nuevo profesor que de vez en cuando volteaba a ver su mesa, Duxo creyó que era al ver como el castaño no se callaba eh intentaba mas que nada que Aquino se callara.

—Aquino...— susurra al ver como el castaño hacía gestos de nuevo con sus manos.— Aquino ya cállate...el profesor nos está viendo.— le advierte, Aquino solo lo voltea a ver y le saca la lengua cual niño berrinchudo.— Tamadre Aquino,  si nos regañan, va a ser tu culpa pedazo de imbecil.— Aquino lo arremedo y Duxo simplemente se recostó en su lugar enfadado.

— Para el de pelo café que está platicando bien feliz haya tras, te quiero frente a mi escritorio al terminar la clase.— ambos jóvenes se tensaron, Aquino por estar nervioso al quedarse a solas con ese hombre tan guapo y Duxo al casi ser regañado, reportado y tal vez hasta expulsado (Duxo suele sobre pensar de más)

Ambos esperaron nervioso el sonido del timbre, Duxo tenía miedo, miedo de dejar a Aquino solo en aquel vacío salón junto a un hombre que aparenta menos edad de la verdaderamente posee. 

— Aquino, te voy a esperar fuera del salón, ¿Bien?— lo toma de los hombros, agachándolo ligeramente a su altura.— No quiero dejarte solo...— le dice honesto, el castaño le sonríe enternecido y le palmea la cabeza cual perrito.

— No todos los profesores son iguales Duxo, aunque me parece bien que esperes fuera.— ambos caminan hacia el escritorio ya con sus mochilas colgadas sobre sus hombros, Duxo se pesca del antebrazo de Aquino al ya estar cerca del pelirrojo.—Quiero disculparme por mi comportamiento. Fue poco prudente de mi parte ponerme a platicar y distraer a mis compañeros por simple aburrimiento...—

— Tú, sal fuera, no eres tú con quien quiero hablar.— fue directo, el azabache soltó a su amigo y salió asustado del salón, sentándose a lado de la puerta que cerró antes de salir.— Mira, eres el primero con quien tengo problemas en esta universidad y ni siquiera se tu nombre.—

—Eh, lo siento de nuevo y...mi nombre es Aquino.— dice su nombre en un susurro audible para ambos.

—Ese no es un nombre, ese es tu apellido.— se cruza de brazos, mientras alza una ceja al ver como el castaño se hacía bolita.— Si tienes algún problema con tu nombre, bien, te llamaré Aquino desde ahora.— dice con simpleza mientras se sienta sobre la silla detrás del escritorio.— Acepto tus disculpas de hace unos minutos, solo quiero que me hagas saber el porqué de tu actitud tan desordena...—

— Yo...— guardó silencio durante unos segundo.— Estaba aburrido y también un poco emocionado con un tema...personal.— dijo finalmente y el hombre mayor apoya ambos brazos sobre su escritorio, acercándose peligrosamente al más bajo quien sin saber que hacer, solo retrocedió un poco.

— ¿Y se puede saber que era eso tan "personal" como para que estuvieras distrayendo a tu compañero? No pensé que apenas llegara a esta escuela, tendría problemas con un estudiante, y menos con uno como tú, que eres bastante atractivo a decir verdad...— Aquino se tensó, ¿De verdad estaba escuchándose?— ¿Sorprendido al saber lo que pienso? ¿Acaso tú no pensaste lo mismo? Sentí tu mirada durante toda la clase, y sé leer los labios...— el castaño sintió un escalofrío recorrerle la espalda, ¿De nuevo estaría atrapado en una situación tan incómoda como esta?

—Yo, yo...lo siento, de verdad, solo decía cosas sin pensar, solo me deje guiar por mis impulsos. No quise ser grosero con usted, siento haberlo ofendido.— agachó ligeramente su cabeza mientras ponía ambas manos detrás de su espalda, estaba nervioso.

Sintió un agarre sobre sus hombros, luego ese toque lo atrajo hacia un desconocido, levantó la cabeza y lo vio frente a él, vio a ese hombre tan atractivo y pulcro tan de cerca que soltó un jadeo de sorpresa. Sintió como si estuviese en el cielo o en una celda que mostraba su mayor deseo en la vida, encontrar al hombre perfecto.

— No me ofendiste, al contrario, me halagaste y no mentiré, yo también pensé que eres el chico más guapo que e visto.— lo termina de pegar a su cuerpo, Aquino no tenía idea de lo que estaba pasando, creía que no era más que un simple sueño que al despertar, Duxo le golpearía la cabeza por haberse quedado dormido en plena clase. — Tu cara me muestra mil emociones mezcladas en una.—

— Esto es un sueño, ¿Verdad? ¡Simplemente esto no puede ser real! Ay dios, ¿Es qué me metí ahora? ¿Qué me fumé para estar alucinando esto?— juega con su cabello asustado, incrédulo. Siente una manos sobre su cintura, Aquino no reacciona, esta sumergido en sus pensamientos.

— Cela vous semble être un rêve?— y ahí Aquino por fin reaccionó al sentir los labios de su supuesta "ilusión" sobre los suyos, besándolos con total pasión y haciendo una lenta y hermosa danza. Paso sus brazos sobre el cuello del más alto, acercándolo más, quería más, necesitaba más de ese hombre y Shadoune lo sabía.— ¿Despertaste acaso? No, porque esto no es más que real. Aquino, tu es une belle fleur.—

Una bella flor ahora marchita.

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¿Sale segunda parte? 🥺

Perdón si encuentran incoherencias, estoy intentando apurarme para sacar lo más rápido posible los capítulos, si ven errores de ortografía no olviden hacérmelos saber.

Y muchas gracias por las vistas, me emociona que haya gente que siga apoyando mis historias <3

Y díganme, ¿Qué prefieren para el próximo capítulo? 

¿Dream o Lucasta?

-ᴡᴇʙᴀᴅᴀꜱ-╰•ᴀQᴜɪɴᴏʙᴏᴡʟ•╯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora