-ᴡᴇʙᴀᴅᴀꜱ-╰•ᴀQᴜɪɴᴏʙᴏᴡʟ•╯

Dream

Hay alguien ahí, no lograba verlo pero lo sabía, sentía la mirada de aquella extraña presencia en todos lados, se sentía pequeño, más de lo que ya era y eso le causaba escalofríos.

Llevaba días, semanas, él diría meses, sintiéndose observado, sintiéndose inseguro incluso si estaba en su propia casa. Se recuesta en su cama y se cubre con sus sábanas, tenía miedo, él no tenía idea de lo que la oscuridad escondía. Prende su celular y decide mandarle diversos mensajes a su mejor amigo, a Duxo.

Duxo (rata chata)

Hey, necesito ayuda :(
✔✔

Ala, ¿Qué pasó ahora? ¿De donde te tengo que sacar o que?

Nooo, no es eso. Lo que pasa es un poco complicado...
✔✔

Dime pe, no me asustes.

Me siento observado, Duxo, tengo miedo.
✔✔ 

Siento que hay alguien afuera de mi casa pero no logro ver nada por culpa de la oscuridad.
✔✔

Envío el mensaje e inmediatamente volteó hacia enfrente, siente una presencia extraña y la única luz que ilumina la habitación es la luz de su celular. Toma una bocada de aire y decide ser valiente por una vez en su vida. Se levanta de su cama y mira por la ventana a un lado de su cama, ve el pavimento con dificultad gracias a la carencia de luz. 

Su cuerpo sale levemente de la ventana abierta, buscando enfocar su vista en lo que sea que se esconda detrás de la oscuridad, repentinamente, algo lo hace dar un leve saltito, su celular vibra y ve el mensaje del azabache.

Duxo (rata chata)

¿Estas en tu habitación?

Si, ¿Por qué? 
✔✔

Aquino, solo te doy un consejo, nunca dejes las ventanas abiertas aunque sea de día.

Y recuerda, tu casa es grande, nunca olvides revisar ningún rincón.

Por favor, llámame si ocurre algo.

Ve los mensajes y siente el miedo volver a su cuerpo, paralizándolo en esa posición. Se asoma de nuevo, primero viendo por la esquina de la ventana, al no ver nada nuevamente asoma su cuerpo completo en búsqueda de esa molesta mirada.

— ¿Y si solo es mi imaginación?— intenta quitarse aquel miedo que lo hace querer gritar. — Tal vez...solo estoy bastante cansado, últimamente me dejan bastante tarea en la universidad.— ríe nervioso. — Creo que dormir es la mejor opción por ahora.— da media vuelta dispuesto a irse a dormir.

Un ruido y se congela en su lugar, lentamente se dirige de nuevo a la ventana de su habitación. Ve algo ahí, tirado, tal vez una rama que cayó por el viento intenso, o tal vez el bote de basura que fue derribado por un gato, no es nada, piensa y con ligeros temblores en su cuerpo se recuesta y cubre rápidamente con sus sábanas.

Duxo (rata chata)

Duxo, tengo mucho miedo...
✔✔

Escuche ruidos afuera y aún siento como me observan.
✔✔

Aquino, ¿Hay alguien fuera de tu casa?

¿Logras ver algo por la ventana?

¿La luz refleja algo?

No, no hay nadie fuera o al menos no lo veo.
✔✔

Las luces están apagadas, no veo sombras.
✔✔

Los ruidos extraños lo hacen temblar con más intensidad, siente el aire chocar contra su espalda  y el frío lo hace hacerse bolita, buscando el calor de su cobija de capibaras. Cierra sus ojos y aprieta los párpados, su respiración se agita y comienza lagrimear. Tiene miedo, esta asustado y no puede evitar comenzar a llorar.

Escucha como la puerta de la entrada se abre, quiere gritar pero solo cubre su boca, intentando no pegar un grito demasiado fuerte. Saca su teléfono y sus manos tiemblan bruscamente, no puede escribir gracias a eso.

Duxo (rata chata)

Duxo, escuchó pasos.
✔✔

No puedo mover mis piernas
✔✔

Duxo, por favor, ayúdame
✔✔

¿Aquino?

No es una broma, ¿Verdad?

Contéstame Aquino.

Aquino.

Contesta.

Escucha los pasos cada vez más cerca, escucha un ligero toque en la puerta de su habitación y luego como es abierta por la presencia que lleva atormentándolo desde hace meses.

Tiembla y se aferra a las sábanas mientras llora y suelta pequeños ruiditos por su llanto. El aliento de algo o alguien choca contra su nuca, se encoge aun acostado y reza porque no sea más que una horrenda pesadilla.

Un toque en su espalda y todo se viene abajo, no es su imaginación que está atormentándolo, aquella persona es real, bastante real.

— Your beautiful...— lo escuchaba susurrar y siente como le quita las sábanas de encima, Aquino cierra los ojos con fuerza y las lágrimas hacen un rio que cruza toda su mejilla hasta perder el rastro en su barbilla. — Aquino...— abre los ojos y aún con su vista borrosa por las lágrimas, lo ve, ve a un tipo más alto que el, no ve su rostro, está cubierto por una máscara pero por dentro sabe que ese extraño está sonriendo.

— Déjame...— susurra mientras se intenta alejar vagamente de aquel desconocido que se trepa a su cama, acaricia su cabello y luego sus piernas. — Déjame.— vuelve a repetir pero esta vez más alto, ya no siente movimiento en su cama y se siente aún más asustado.

— Nope.— 

Y un simple golpe lo hace caer en la cama inconsciente.

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— ¿Aquino? ¡Abre por favor!—

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Sopas