Carta de Cristina

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Goodbye, goodbye, goodbye
You were bigger than the whole sky
You were more than just a short time
And I've got a lot to pine about
I've got a lot to live without
I'm never gonna meet
What could've been, would've been
What should've been you
Bigger than the whole sky, Taylor Swift

Raquel,

Si estás leyendo esta carta es porque finalmente he decidido hacer lo que tanto tiempo lleva pasándose por mi cabeza.

Sé que ahora mismo te estarás culpando por haberme dejado sola pero te aseguro que no tienes la culpa, mi amor. Has sido capaz de hacerme la vida más llevadera estos años a pesar de todo y, de verdad, no sabes cuánto ha significado eso para mí, pero es que el dolor ya se ha vuelto insoportable. Y necesito frenarlo, necesito que pare, necesito descansar. Mi mente ya no quiere estar aquí. No puede más con todo esto.

Lo único que te pido, es que vuelvas a ser feliz por las dos, porque yo ya no puedo, que vuelvas a amar a alguien como me has amado a mí porque a pesar de todo, si mi vida ha tenido algo de sentido, si en algún momento he sido medianamente feliz, o algo parecido, ha sido por ti, por el amor incondicional que me has dado. Y te deseo que esa persona de la que te vuelvas a enamorar algún día también te ame de la misma manera porque no mereces menos. Disfruta de la vida, de tu familia, haz nuevos amigos y sé libre ahora que ya no tienes que estar condenada a cuidarme, porque sí, estabas condenada aunque me dijeras que lo hacías por gusto y por amor. Y no era justo para ti. Te mereces salir al mundo y volar alto. Te mereces vivir y no estar pegada a una enferma que hasta los psicólogos y psiquiatras deciden abandonar en cuanto se complica un poco la cosa.

Perdón por no haber sido tan valiente como tú creías y gracias por haber confiado todo este tiempo en mí cuando ni yo misma lo he hecho.

Gracias por haber sido mi punto de apoyo siempre y haberme dado tanta luz en mitad de mi oscuridad.

Gracias por haber formado parte de mi vida. Ahora vuela y haz la tuya. Yo estaré ahí para verlo aunque no me veas. Estaré en cada árbol, en cada flor, en cada rincón donde encuentres vida. Ahí estaré, amándote eternamente, siempre.

Te amo. Te amo con toda mi alma, pero no puedo seguir luchando contra esta maldita enfermedad.

Lo siento muchísimo, mi vida. Espero que puedas perdonarme.

Cristina

Cristina

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La primavera que hay en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora