𝕷𝖆 𝕾𝖊𝖌𝖚𝖓𝖉𝖆 𝕬𝖒𝖆𝖓𝖙𝖊||𝔏𝔞 𝔈𝔪𝔭𝔢𝔯𝔞𝔱𝔯𝔦𝔷 𝔇𝔦𝔳𝔬𝔯𝔠𝔦𝔞𝔡𝔞

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Navier y Elita se encontraban en la entrada de palacio esperando a una invitada más, la peli-negra se encontraba particularmente nerviosa tronando sus dedos, la rubia al ver esto tomo su mano.

-Eli, tranquila no es la primera vez que viene- Diría Navier intentando tranquilizar a su amiga.

-Lo se, pero es la primera vez que viene y que mi Dada no está conmigo- Diría aún más nerviosa la oji-violeta al recordar que ahora tendría que recibirla ella.

A quien las dos mujeres estaban esperando con algo de nerviosismo para recibir era una muy poderosa alquimista de el Imperio del Sur, su nombre era Mariam Romanova.  Ella venía en representación de los Sultanes del Sur, era raro que está mujer viniera lo cual hacía que su presencia fuera más importante.

Cómo lo menciono Navier, no era la primera vez que la segunda amante del emperador recibía a la mujer pero la vez anterior lo hizo acompañada de el antiguo emperador Osis por lo tanto no estaba tan nerviosa pero ahora estaba temblando y moviendo sus manos.

-Pero yo estoy aquí, tranquila todo va salir bien- La rubia acariciaba el pelo de su amiga provocando que está se tranquilizara.

Las puertas de abrieron de golpe dejando ver a una mujer ya adulta de pelo corto y blanco, ojos color violeta, llevaba un velo colo morado que tapaba la mitad de su cara, se veía muy hermosa. Los nervios de Elita se elevaron tanto que sus manos empezaron a temblar a lo cual Navier tomo su mano intentando calmarla, lo cual no funcionó mucho.

-Es gusto volver a verla señorita Elita- Sonrió un poco Mariam -En nombre de mis sultanes, es un honor estar delante ante una emperatriz tan inteligente y joven- Diría para después hacer una pequeña reverencia

-Muchas gracias, Lady Romanova, para mí también es un honor- Navier le daría una sonrisa y con cuidado pisaria el pie de Elita para que reaccionara al fin.

-Para mí también es un gusto volver a verla, es una lástima que los sultanes no nos puedan acompañar pero es un honor tenerla es está ocasión- Diría la peli-negra controlando un poco sus nervios sacándole una sonrisa a las otras mujeres.

-Espero que para el próximo año mis sultanes puedan estar presentes pero lamento decir que no podré estar el siguiente año- Diría de una manera sería pero calmada.

-Lo entendemos, un imperio no se gobierna solo- Diría la rubia sonriendo a lo cual las dos oji-violetas asintieron con la cabeza.

Después de esa conversación Navier se encargo de llevar a Mariam a su habitación mientras que Elita iba detrás de ella a paso lento, escuchando y calmando su ansiedad.

-Me enteré que la señorita Elita es la nueva amante del emperador- Aquel comentario haría que la peli-negra se estremeciera y que la rubia alentará su pasó.

-Si, eso es verdad-

-Entiendo que aquí no están común eso de tener varias amantes pero me alegra que ella lo sea- Las dos mujeres se sorprendieron mucho ante esa declaración -No se si estén muy informadas sobre como es el sistema de concubinato en mi imperio

-E investigado un poco pero al ser su imperio muy reservado no sé mucho del tema- Hablaría Elita intrigada por la declaración de la mayor

-No te preocupes cariño, yo te explico. Miren lo mas común en mi imperio es que el sultán no tenga una esposa fija, si no que se elige como sultana a una mujer que tenga estudios políticos y puede cumplir el papel de sultana, pero desde hace ya 3 generaciones atras los sultanes se han casado haciendo que tenga una esposa oficial, es este caso mi sultana Akila- Las menores escuchaban con atención el relato lo cual se le hacía un poco tierno a la mayor - Bueno, pero antes de eso las concubinas o mujeres del sultán tenían el mismo rango, dependía de cuántos hijos tuvieran y de su comportamiento para poder ascender en la escala, tengo entendido que su majestad el emperador tiene otra amante-