"Entonces, ¿empiezas hoy oficialmente?"
"Sí. Estoy un poco nervioso", confiesa Louis en un suspiro mientras da la vuelta al bacon en la sartén. Harry no puede ver más que su suave perfil recién levantado mientras prepara los cafés para el desayuno.
"Seguro que te va genial, Lou. Esos pequeños te van a adorar."
"Eso espero." Louis aprieta sus labios cuando deposita la comida en cada uno de los platos. "Es la primera vez que soy profesor sin estar de prácticas. Temo no saber cómo llevar una clase sin ayuda."
"Son niños de cuatro años, por favor", dice Harry sonriéndole mientras ambos se dirigen a la mesa con la parte del desayuno que han preparado. Se sienta antes de darle una mirada empática. "Habrá más profesores. Puedes consultar lo que quieras con ellos, lo sabes."
"Lo sé, lo sé", se queja Louis mientras pincha desganado los huevos revueltos. "Son solo demasiadas cosas nuevas en una semana, ¿sabes?", pregunta retóricamente. "Además, mamá no deja de escribirme y preguntarme cómo estoy todo el tiempo. Me empieza a agobiar."
"¿Amy no confía en mí?", cuestiona Harry con una sonrisa divertida al recordar a la histérica, pero adorable omega que lo conoce desde cachorro.
"Créeme, la única razón por la que me ha dejado mudarme a Londres es porque me venía a vivir contigo", confiesa el omega en un bufido. "A veces creo que te ama más a ti que a mí."
"Bueno, pequeño, ¿la vas a culpar?" Harry ríe cuando Louis lo fulmina con la mirada. "Alguna recompensa tenía que tener ser tu ángel de la guarda cuando eras un patoso cachorro"
"Tu recompensa es disfrutar de mi presencia en tu casa por tiempo indefinido, ¿te parece poco?" Louis le reta con aires de superioridad. Harry niega con una sonrisa al ver cómo, claramente, el omega ignora que está viviendo su sueño desde que tenía consciencia.
Tener a Louis solo para él.
La escasa semana de convivencia le ha servido para reafirmar todo lo que ya sabía, pero guardaba la mínima esperanza de que su alfa se hubiese dado por vencido con el omega. Harry puede lidiar con él mismo enamorado de Louis, con todas las dificultades que eso conlleva, pero que su lobo esté tan prendado como él lo hace todo muy difícil.
El apartamento entero huele a Louis; desde las perezosas mañanas hasta las largas noches. El sofá, la cocina, el baño, absolutamente todo. Y él lo ama como no ha amado nada en el mundo excepto al dueño de esa esencia.
Sin embargo, esa fragancia junto con las situaciones que vienen aparejadas a compartir piso lo tienen al borde del abismo constantemente.
Por ejemplo, Harry tiene que encerrarse en su habitación cuando Louis se ducha por las noches, porque el simple hecho de pensar en encontrarse con el menor en el pasillo envuelto en una sedosa toalla, suave y mojado por todas partes, lo vuelve loco.
No quiere tentar a la suerte, por eso hace lo posible por evitar ese momento. O el momento de ponerse el pijama y acurrucarse en el sofá, que siempre acaba con él sudando por el esfuerzo de no mirar las acarameladas piernas del castaño y posar su mano en su esponjoso trasero cuando este se acomoda recostándose en él.
Gracias a dios, es otoño y los pantalones no son demasiado cortos, pero Harry teme cada día que pasa del calendario e inevitablemente el verano se acerca cada vez más.
"Por supuesto, Lou. Precisamente por eso he cerrado la pastelería esta semana." Harry sonríe y Louis hace lo mismo con los ojos aún soñolientos y brillantes. "Han sido las mejores vacaciones de mi vida."
"No tenías por qué hacerlo."
"Quería hacerlo", dice antes de llevarse un trozo de bacon a la boca. "Estoy deseando enseñarte mi pequeño tesoro. Seguí todas tus recomendaciones con los postres de la carta y la decoración."

ESTÁS LEYENDO
Tu refugio || l.s
FanfictionVivir con tu mejor amigo debería ser fácil. Lo sería si no estuviesen locamente enamorados el uno del otro. Oneshot basado en la canción 'Tu Refugio' de Pablo Alborán.