El calor ya no es sofocante.
Su cuerpo tiembla, pero no de la manera que lo hacía hace unas horas. Ya no quiere morirse cada vez que una oleada de dolor lo sacude de pies a cabeza. Sus caderas dejan de balancearse solas en la desconocida cama de matrimonio y los sudores son cálidos, no fríos.
Está desnudo, boca abajo y gruñendo en la almohada al no estar del todo lúcido todavía. Le cuesta abrir los ojos y ubicarse en aquella habitación, además de descifrar cómo había acabado allí.
Este celo ha sido corto, pero más intenso que ningún otro que Harry haya experimentado. Tiene que hacer memoria para dar con el por qué.
Louis.
Beso.
Celo.
En ese jodido orden se presentan los flashbacks anteriores a su calor y cree poder volver a caer si sigue el rastro de los recuerdos que han desencadenado su deplorable estado. Se siente mal, muy mal.
Las caderas de Louis contoneándose llegan a su mente y gruñe al solo poder imaginarlas, sin que eso le permita llegar a ellas en la realidad. Un minuto después, Louis duda de él. Lo mira con resentimiento, con decepción. Otro gruñido que se mezcla con el del recuerdo de él arrinconando al omega en la cocina.
Sus labios abiertos en medio de su arrebato es todo lo que ocupa su mente. Las mejillas de Louis están rojas de rabia y sus cuerpos se tocan. Tenía que besarlo, no había otra opción en ese momento.
'¿Y qué si no he dejado que nadie me vea en mi momento más íntimo?'
Joder, ¿cómo cojones no iba a besarlo? Cómo no iba a querer tomarlo ahí mismo, demostrándole que él es quién merece verlo en ese estado. El único. Quién estaba a sus pies y soñaba todas las noches con sus piernas rodeando su cintura y sus dientes clavados en su cuello.
Claro que lo besó. Y claro que eso desataría a su alfa.
En el fondo, sabe que tuvo que tener más cuidado. Que su celo debía llegar en unos días y era su responsabilidad tratar de controlarlo y hablar con Louis sobre sus planes para cuando llegara ese día. Sin embargo, ni siquiera puede decir en que momento de su acercamiento pasó todo.
Puede que fuese cuando sus lenguas se tocaron por primera vez. O cuando Louis agarró su pelo con fuerza. O quizás cuando lo montó en la encimera y lo tuvo más cerca que nunca. Tampoco descarta que el poder tocar al fin el pomposo culo del ojiazul fuese el desencadenamiento de su estado más primitivo.
En cualquier caso, terminó por darse cuenta cuando Louis gimió en sus labios y se asustó. Recuerda sentir pánico al observar lo que había hecho. Al ver como de sucio había tratado al ángel al que le reza día sí y día también, además de ser consciente de que no iba a poder controlarse.
Lo tomaría y lo ataría a él de por vida. No podría vivir después de haberle hecho el amor a su autodenominado omega y saber que este no lo quería de verdad. Incluso en el comienzo de su calor, Harry pudo ver cómo Louis estaba excitado, pero él no quería eso.
No quería excitación en un momento puntual. Quería amor para toda una vida.
Esa es la razón por la que se fue corriendo de su casa. La alarma de su cabeza no paraba de sonar y agradece haber tenido hecha la maleta con las cosas necesarias para su celo. Se supone que tendría que venir en una semana, pero ese beso...
Lo desató todo. No podía estropear las cosas cuando su plan estaba en su fase final.
Se iba a declarar más pronto que tarde, pero ahora lo ha hecho de manera banal y ordinaria, sin llegar a tener todos sus sentidos puestos en el pequeño omega al que ama con su vida.

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Tu refugio || l.s
FanfictionVivir con tu mejor amigo debería ser fácil. Lo sería si no estuviesen locamente enamorados el uno del otro. Oneshot basado en la canción 'Tu Refugio' de Pablo Alborán.