Tu refugio || l.s

Parte ocho

"Perfecto"

Su sonrisa orgullosa es imposible de ocultar al comprobar que la decoración de la tarta de chocolate y cerezas ha quedado tal y como quería. Hacer libros y lápices con foundant era algo nuevo, pero se alegra de que sus años de práctica le permitan aprender rápido.

A Louis le va a encantar. Como cada cosa que lleva haciendo esa semana.

Aún duda de los sentimientos del omega, pero el castaño no ha rechazado ni uno solo de los regalos que le ha estado haciendo aún si no los entendía. Harry quiere zarandearlo y después besarle con fuerza cada vez que ve su cara de confusión. Cómo si no se mereciera cada uno de sus presentes.

No sabe lo que le espera cuando sea su omega, pues lo va a ser. Aunque sea lo último que haga.

Ha llegado un punto en que piensa enamorarle, independientemente de si lo está ya, pues sabe que nadie va a querer y cuidar al omega cómo lo haría él. Nadie lo trataría con más delicadeza. 

Harry quiere lo mejor para Louis. Qué le va a hacer si lo mejor es él.

Mi omega. Solo mío.

"Nuestro", Harry gruñe para sus adentros, advirtiendo a su alfa. Él ya ha admitido lo que siente y les va a tocar compartir al pequeño ojiazul. Aunque su lobo está más impaciente por conocer al lobo de Louis.

No puede esperar a que eso pase muy pronto. No va a desperdiciar otra oportunidad.

"¿Harry?" Una voz femenina interrumpe su discusión interna.

"Oh. Hola, Aurora." La puerta de la cocina de la pastelería se abre completamente y la omega entra tímida con una leve sonrisa que él corresponde. "¿No entrabas mañana?"

"Sí, pero mi celo acabó antes..." La mención a ese acontecimiento lo pone en tensión, pues la conversación sobre su papel en él estaba aún reciente. Harry no puede evitar sentirse un poco mal por aquello. 

"Igualmente, Aurora. Son días libres a los que tienes derecho. No tienes por qué venir a desperdiciarlos trabajando", dice suavemente.

Aurora ríe aún cohibida. 

"No vengo a trabajar, H", le aclara. "Vengo a disculparme."

"¿Disculparte?", pregunta limpiándose las manos en el trapo sobre un hombro. Ahora le presta toda su atención a la omega.

"Sí, ya sabes", la morena se acerca un poco más. "Fui un poco infantil cuando hablamos sobre mi celo y te pedí..."

Harry cierra los ojos y suspira, sin poder evitar compadecerse de ella. 

"Cielo, no pasa nada, de verdad." Mira los ojos de su amiga observarle arrepentida. 

Sabe que no fue su intención causar todo el mal que causó. Ella ni siquiera sabe lo que siente por Louis y entiende cómo pudo pensar que no le importaría ayudarla. Ahora simplemente no se puede imaginar besando otra boca que no sea la de su pequeño amigo.

"Sí pasa. Claro que pasa." Aurora resopla y se frota la cara frustrada. "Eres mi amigo, pero también eres mi jefe. No debí insistir cuando me dijiste que no, pero no pude evitarlo en el momento. Creo que mi omega se ha encaprichado con tu alfa y lo siento tantísimo." La omega parece a punto de llorar.

Harry solo deja escapar una leve sonrisa y se acerca más a la chica. Sus manos se posan en sus hombros y los aprieta para llamar su atención.

"Es normal. No te tortures. Pasamos mi celo juntos y a veces las cosas se van de las manos" Aurora vuelve a negar. Parece enfadada consigo misma.