"Joder."
Louis no puede evitar la maldición saliendo de su boca mientras camina hacia el colegio desde la parada del metro y recuerda la surrealista situación de esa mañana. Todavía no puede creer que la idea de besar a Harry le pareció factible por un momento.
Incluso hizo un desastre en sus pantalones sin darse cuenta, por dios. Menos mal que pudo huir rápido y cambiarse sin que el alfa se diera cuenta de lo que causa en él y su omega. Al menos espera que no lo haya notado.
Qué vergüenza.
Una bola de nervios e incomodidad lleva asentada en su estómago desde que Harry salió de casa para irse a trabajar, no sin antes darle un beso en la mejilla haciendo notar su rasposo y nuevo bigote y prometiéndole que estaría en el colegio antes del recreo para su "clase" de cocina.
El muy idiota no parecía ni un poco avergonzado por lo que había pasado en el baño minutos antes. Sigue actuando como siempre y Louis quiere pegarse cabezazos por ser el único afectado por su acercamiento.
¿Se ha imaginado cómo Harry había acercado su cabeza a la suya?
Sinceramente, estaba demasiado ocupado en sentir al hombre de sus sueños semidesnudo entre sus piernas a centímetros de distancia susurrándole cosas con doble sentido como para darse cuenta de ese pequeño detalle.
Por suerte o por desgracia, no puede darle más vueltas al asunto, pues ha llegado a la puerta de la escuela donde trabaja y tiene que ponerse manos a la obra. Durante las próximas dos horas, su cabeza y alma está dedicada a esos niños tan adorables que lo aprecian tanto como él a ellos.
Ya tendrá tiempo de crear escenarios ficticios con su mejor amigo en otro momento.
Sin tiempo que perder, va a la sala de profesores para dejar sus pertenencias, recoger algunas tareas que van a hacer durante el día y dejarlas en su clase. Justo cuando termina ese recorrido, la fila de niños cansados y revoltosos ya se encuentra preparada en el patio para ser dirigida por él al aula.
"¡Lou!"
"Hola, cielo." Una sonrisa inevitable se forma en sus labios cuando una niña de tez negra y trenzas repartidas por todo su cabello se estrella contra sus piernas. "¿Qué tal el fin de semana?"
"¡Muy bien! Mis mamás me llevaron al parque de atracciones", le comenta la pequeña mientras caminan hacia el interior del edificio. "¡Me monté en la noria!"
"Vaya", dice con fingida impresión. "Eso debió ser increíble. Eres muy valiente, yo no me atrevería. Está demasiado alto, Lara"
"Bueno, tengo cinco años. Soy muy mayor." Louis le sonríe asintiendo, sabiendo lo orgullosa que está la niña de ser la que tiene más edad de la clase.
Al principio le preocupó que se sintiera incómoda, pues los otros niños rondan los tres y cuatro años, pero no había otra alternativa. La menor había perdido año y medio de clases por una enfermedad pulmonar que la había tenido ingresada seis meses y por la que aún tenía que hacerse revisiones cada cierto tiempo, además de controlar la actividad física en todo momento.
Louis casi se desmorona cuando se lo explicaron al entrar, pues él tenía que estar preparado para reaccionar si le ocurría algo relacionado con su condición. Quizás es por eso que no puede evitar querer cuidarla y estar a su lado todo el tiempo.
Afortunadamente, Lara parece ser una niña feliz y recibir su atención no le supone ningún problema.
Una vez que entran a clase, Louis les ayuda a todos a desprenderse de sus abrigos y vigila que cada uno de ellos ocupe su pequeño asiento. No le sorprende que alguno pida ir al baño con urgencia, pues algunos no hace mucho que se han quitado el pañal.
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Tu refugio || l.s
FanfictionVivir con tu mejor amigo debería ser fácil. Lo sería si no estuviesen locamente enamorados el uno del otro. Oneshot basado en la canción 'Tu Refugio' de Pablo Alborán.