𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒 - 𝗣𝗢𝗦𝗘𝗜𝗗𝗢𝗡 𝗦𝗡𝗩

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐈𝐕

Amaryllis caminaba apresurada, Rea apenas le seguía el paso, sabía que había metido la pata, pero fue bueno que lo hiciera pues de igual forma Rea no se quedaría quieta.

Llegaron a la costa después de caminar por un tiempo, tiempo que ninguna de las dos se molestó en calcular para saber hace cuanto fue que estaban caminando.

Rea se mostró confundida, ¿Porque estaban a la orilla del mar si debían ir a las montañas? Confiaba en Amaryllis, pero no podía evitar sus dudas, ninguna queja salió de sus labios, solo observaba lo que la joven hacía.

Amaryllis alzó su mano derecha lentamente frente el mar, un muro de arena se levantó enfrente de la diosa, el muro se podía visualizar hasta donde apenas se podía divisar Creta, al levantar su otra mano y moverla al lado izquierdo mientra que la mano derecha se iba al lado opuesto, el muro se dividió en dos, dando un espacio en medio y un pase libre para caminar entre los muros paralelos.

-Mi señora, ire después de usted. - la oji ámbar le dio el paso a la mencionada para que sea la primera en pasar por los muros.

Rea empezó a dirigirse a Creta, Amaryllis ya había bajado una de sus manos, la mano que mantuvo levantada la guió hasta quedar enfrente de ella, sus dedos apuntaban hacia abajo, y los movió hacia arriba, levantando una pared, sellando la entrada enmedio de los muros, la titánide al dejar de sentir la corriente de aire pasar por el espacio en el que caminaba, se dio la vuelta viendo la arena en vez de la mujer que alguna vez cuido de sus hijos.

Cayó en cuenta de lo que en realidad hacía...

-¡Amaryllis! ¡¿Qué haces?! ¡Voy a ir contigo! - Rea corrió hacia la pared que recién fue creada, le pegó a la pared varias veces pensando que la podría deshacer, el poder de Amaryllis era mucho más fuerte.

De hecho, hasta ahora, es la diosa más poderosa, entrenada de forma autodidacta ella es la más capacitada en el ámbito de control y poder.

-Perdóneme, mi señora, pero prometí no exponerla al peligro, si me disculpa, me reuniré con sus hijos, le aconsejo que se dirija a Creta, su madre cuidara de usted en la ausencia de Zeus. - se disculpó, chasqueo con la mano que mantuvo en el aire, al haber hecho eso, la pared la cual Rea golpeaba mientras lloriqueaba se movía con dirección a Creta, empujando a la titánide.

La mujer de cabello negro soltó un sollozo y al ver que no tenia otra opcion se levanto cambiando su rumbo a la isla, la pared de igual forma se movia lentamente detrás de ella.

Amaryllis al sentir la presencia de Rea desvanecerse debido a la lejanía se encaminó a Epiro, montañas donde se encontraba la entrada al Helheim.

No lo iba a negar, se encontraba nerviosa, volvería a ver a los niños que cuidó, aunque Hera no se llevó tan bien con Amaryllis, igual la apreciaba, así como a Hestia también a pesar de no haberla cuidado, Deméter fue amiga suya cuando empezó a convertirse en una joven. Los hijos varones más que todo eran pegados con ella, veían a la diosa con cariño, incluso Poseidón, fue con el que más interactuó después de que Deméter y Hades ya eran mayores.

Al pensar en los niños -que ahora crecieron, claro-, recordó cuando llevó a Poseidón al mar por primera vez.

✦𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒✦

-¡Espereme, joven Poseidón! - chillo la mayor alegremente, pensaba que el niño podría abrirse con ella, dejar el silencio, que pudiera expresar su alegría.

Al ver que el rubio ya estaba caminando se acercó corriendo hacia él, al alcanzarlo bajo la velocidad del paso para caminar a su lado.

-Se que le emociona el mar, pero también debe esperarse, su madre me mataría si algo le pasara bajo mi cuidado. - mencionó la de cabellos oscuros jadeando levemente debido a la pequeña corrida, el de ojos azules sonrió levemente, le causó algo de gracia su exageración. -¿Qué le parece si jugamos a algo en lo que caminamos? Para que la caminata no sea tan aburrida. - preguntó mirando el perfil del menor, este miró el suelo, para luego subir dicha mirada al frente y asentir, no le interesaba la dinámica, pero no quería abrumar a la mayor, sabía el esfuerzo que hacía para poder cumplir su labor.

Amaryllis acomodo su dedo índice y pulgar abajo de su barbilla, sosteniendola, pensaba en algo que podría hacer para entretener a su acompañante, al no tener ideas, suspiro en derrota mientras bajaba su mano y parpadea lentamente.

-Hmm, no se me ocurre nada, que pena, ¿Tiene alguna idea Joven Poseidón? - cuestionó en lo que volvía a dirigir su mirada hacia el menor.

-¿Podemos silbar su melodía? - interpela en respuesta a la interrogante, era como su canción de cuna, y la silbaba casi siempre cada vez que estaba solo.

-¡Por supuesto! - respondió con regodeo la oji ámbar, escuchar la voz del muchachito la alegraba.

El niño empezó a silbar, y su cuidadora lo acompañó en la melodía, no hacían nada más.

Solo silbaban mientras caminaban, la mayor sentía que Poseidón estaba confiando en ella al dejarla que lo escuchara, lo cual el niño ya hacía, ya confiaba en ella, y como no, le cambió los pañales cuando era un recién nacido, solo no iba a confesarlo en voz alta.

✦𝐒𝐎𝐅𝐓 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒✦

Llegaron a la playa, y Poseidón corrió hasta estar cerca de las olas, miró a Amaryllis en busca de aprobación, esta asintió sonriente, y este también, de una forma casi invisible.

El rubio avanzó más y sintió el agua fría tocar sus pies, sintió un escalofrío que ignoró completamente, y siguió avanzando, hasta que el agua le cubrió el estómago, volteo a ver a Amaryllis, la cual estaba a unos metros lejos de él, en la orilla, está solo le sonrió. Al no ver signos de negación, se sumergió completamente.

Amaryllis no se preocupó, confiaba en el menor, pero si era cautelosa, por lo tanto se fue adentrando al mar, cuando llegó al nivel de su cadera se agachó para sumergir el resto de su cuerpo, una vez dentro, abrió sus ojos, sus cabellos estaban por todos lados, movió estos con delicadeza y un poco de aire salió de su boca, causándole cosquillas al pasar por sus mejillas, vio al niño no tan lejos de ella, nadando como delfín, se veía diestro en ello, el que lo viera lo confundiria con un tritón.

Se acercó un poco al rubio, vio que andaba nadando al lado de un pez de colores extravagantes, era un Mahi-mahi, común en la zona, no era tan pequeño y Poseidón lo perseguía.

De un momento a otro el de ojos azules perdió de vista al pez, y vio alrededor y estaba viendo las zonas corales, miró a su cuidadora volviendose a sumergir después de subir por aire, esta se le acercó con una sonrisa.

Omg yo actualizando en menos de un mes. El bachiller me tuvo piedad, so yea, disfruten el cap. Voten y comenten, sinonoactualizo<3.

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死↪𝖈𝖊𝖈𝖆

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@its_ceca

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