5. Big Jet Plane

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Una pequeña rutina se formo entre ellas de salir a pasear todos los días. Rutina que ambas esperaban con ansias.

-¿Como te sientes, manejando por Seúl?- Jennie le pregunto a Lisa, mientras la grababa con su teléfono.

Al principio Lisa se sintió algo cohibida con la idea de que cada vez que salieran, Jennie no se cansaba de tomarle fotos o grabarla en video. Pero a medida que el tiempo pasaba, se acostumbro a que de pronto, la chica coreana sacara su teléfono y sin previo aviso la capturaba a través de la cámara.

-Me siento más relajada, como la chica que nunca fui antes cuando estaba en Tailandia-

Jennie quería decirle que así como le gusta la Lisa actual, de seguro le encantaría la Lisa de Tailandia y en realidad, a Lisa en todas sus etapas. Pero controlo sus impulsos.

Y en cambio dijo. -Te encantara el restaurant al que iremos, tiene una buena mezcla fusión de comida americana y asiática-

-Y ¿Qué deberíamos hacer luego?-

-¿Qué quieres hacer tú?- Pregunto Jennie tomándose su papel de anfitriona muy en serio.

Bueno en realidad a quien quiere engañar, si se comporta así en torno a Lisa no es por seguir las ordenes de su madre, con respecto a lo de ser una buena anfitriona. Sino porque adora a Lisa, en los pocos días que han compartido la chica tailandesa le ha robado por completo el corazón.

-Bueno, podríamos ir a la playa-

-Si es perfecto. Vamos a la playa de Daecheon, esta a solo dos horas de aquí- Se animo Jennie de inmediato encantandole la idea y reajustando el GPS a la dirección correspondiente.

Como era un día de la semana el trafico estaba despejado y tardaron incluso menos en llegar.

-¡Oh Dios mio, que bello!- Dijo Lisa apenas salieron del auto.

La realidad es que Tailandia tiene las playas más hermosas del mundo, pero Daecheon era encantador o mejor dicho la compañía que tiene al lado, la hace sentir que todo es mas increíble. Jennie logra despertar todos sus sentidos.

El sol brillaba en el cielo despejado mientras caminan por la orilla del mar, sintiendo la arena suave bajo sus pies descalzos. Las olas rompían suavemente en la costa, creando una melodía relajante que envolvía su conversación.

Entre risas y charlas, Jennie y Lisa compartían miradas furtivas, pero ninguna se atrevía a cruzar la línea y expresar lo que realmente sentían. Había una tensión emocional palpable, como si el universo mismo estuviera esperando que una de ellas diera el primer paso.

Se detuvieron para admirar la puesta de sol, con los tonos cálidos del cielo reflejados en el agua. Jennie sintió un nudo en la garganta mientras observaba el hermoso espectáculo junto a Lisa. Quería tomar su mano, confesarle lo que sentía por ella, pero el miedo al rechazo la mantenía paralizada.

Lisa se volvió hacia Jennie, sus ojos brillando con ternura bajo la luz dorada.

-Gracias por traerme aquí, este lugar es hermoso- Dijo con una sonrisa, rompiendo el silencio confortable que se había instalado entre ellas.

Jennie asintió con timidez, sintiendo el corazón latir con fuerza en su pecho. -Sí, lo es- Murmuró, luchando por encontrar las palabras adecuadas, queriendo decir tantas cosas a la vez pero sin atreverse.

Siempre había sido tan valiente en todo, incluso temeraria para criterio de muchos, pero es la primera vez que no se atrevía a ir por lo que más quería.

Continuaron con su paseo por la playa y luego se dirigieron al parque de diversiones, que se encontraba al lado de la costa.

A medida que caminaban entre las coloridas atracciones, el aire se llenaba de risas y gritos de emoción de los presentes. Pero entre todo el bullicio, Jennie y Lisa apenas podían apartar sus miradas una de la otra, cada roce de manos o roce de brazos enviaba chispas de electricidad entre ellas.

𝘿𝙧𝙚𝙖𝙢𝙚𝙧𝙨 | JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora