𝘿𝙧𝙚𝙖𝙢𝙚𝙧𝙨 | Jenlisa

4. Ainsi bas la vida

A la mañana siguiente Lisa escucha el toque de la puerta y cuando abre realmente se sorprende al ver a Jennie, en plena forma con una radiante sonrisa y portando dos tazas de café recién preparado.

-¡Buenos días, honey!- Saluda feliz.

-¿Qué hora es?- Pregunto Lisa aun con sueño y extrañada de como Jennie podía estar tan compuesta y sin sentir resaca después de lo de anoche. 

Pero de inmediato recordó que Jennie tiene dieciocho años, literalmente era aun una adolescente y definitivamente tomar alcohol antes de los veinte, no es lo mismo que hacerlo después de cumplir los veinte años.

Juventud divino tesoro, como dicen.

-Como las diez de la mañana. Tienes que prepararte- Jennie le entrega una de las tazas de café a Lisa.

-Gracias pero ¿Prepararme para qué?-

-Nos vamos de compras por la ciudad, como acordamos ayer-

-Claro, esto tiene ¿Crema o azúcar?- Lisa pregunta, tratando de quitarse la sensación de sueño de encima.

-Me gusta cargado y negro-

-Porque no me sorprende en nada, el que te gusten los sabores intensos-

Jennie solo sonrió sugerente ante el comentario de Lisa.

-Bueno, dame unos minutos para alistarme-

Obedientemente Jennie la espero y cuando Lisa estuvo lista, le entrego las llaves del auto de su madre para que lo condujera.

Considerando que Lisa era nueva en la ciudad, hizo uso del gps para llegar al lugar que Jennie le indico.

-Así que esto es Sogong Ro-

-Si, donde están las mejores tiendas- Sonrió feliz Jennie, agregando. -Me encanta Chanel es mi favorita, tiene artículos muy exclusivos-

Pasaron por varias tiendas, aparte de Chanel en donde Jennie le compro la blusa prometida a Lisa y por insistencia de esta ultima, visitaron la tienda de Louis Vuitton en donde se probaron varias gafas de sol.

-¿Me veo sexy?- Pregunto Lisa a modo de broma, mientras posaba con unas gafas de sol doradas.

-Por supuesto que si- Fue la respuesta sincera de Jennie. –Y yo ¿Como me veo con estas?- Pregunto con una sonrisa un poco tímida, mientras posaba con unas gafas de sol redondeadas y negras.

-Absolutamente preciosa-

Jennie se sonrojo.

Luego insistió en pagar por todo, cada una de las gafas tenia un costo de  cinco mil dólares, era un precio elevado, pero al final de cuentas estaban usando la tarjeta de crédito que le dejo su madre y ella misma le había dicho que tenia que ser una buena anfitriona con Lisa.

Sonrientes salieron de la tienda a dar vueltas en auto por Seúl. Estacionaron cerca de una torre junto a un hermoso parque.

-Me encanta esta parte de Seúl- Exclamo Jennie, aunque si tuviera que ser completamente sincera, lo que más le gustaba era la compañía que tenia en estos momentos.

-Y bueno ¿Traes a todos tus amigos aquí?-

-Solo a los más geniales-

-Entonces eso significa que ¿Soy genial?- Pregunto Lisa con una sonrisa picara.

-Definitivamente eres la más genial de todos-

Se quedaron en un silencio cómodo, que solo fue interrumpido cuando Jennie pregunto -¿Extrañas la vida en Tailandia?-