𝙰𝚃𝙰𝙳𝙰 ┇𝖈𝖍𝖆𝖌𝖌𝖎𝖊

Amigos

La noche había llegado y tal como lo prometió, Charlotte llevó a la ángel al club de Valentino nuevamente.
Esta vez, sin ningún motivo extra aparte de llevar a Vagatha a reunirse nuevamente con sus amigos.

Salieron de la mansión y después de un silencioso pero nada incómodo viaje de ida, llegaron. Al entrar al club tanto la demonio como la ángel se dirigieron a la zona del bar.

─¡Hola Husk!─ dijo la ángel saludando con voz algo alta. El demonio la miró sorprendido, incluso más que la última vez ─Hola─ respondió con la voz alegre pero algo cuidadoso, porque mirando al lado de Vagatha se percató de la presencia de la princesa ─Su Majestad─ exclamó haciendo una corta reverencia ─No es necesario tanta formalidad, esto es sólo un bar.─ respondió la demonio ─Entiendo, ¿qué gustan de beber?─ preguntó terminando de limpiar un vaso ─Umm algo de vino─ respondió primero Charlotte, mientras la ángel tomaba asiento esta recibió su bebida ─Seguramente tus amigos no estarán cómodos con mi presencia, iré a sentarme por allá─ dijo señalando una mesa no muy lejos de la barra, en la que se podía ver el espectáculo tan atractivo del club ─Habla el tiempo que desees, puedes mandarme un mensaje si quieres retirarte, oh, y ten cuidado.─ susurró, aunque siendo escuchada por el bartender ─Claro... Muchas gracias, de verdad─ respondió alegre, la princesa sonrió y se fué ante la vista expectante del bartender.

Una vez que se retiró, y Husk tuvo un rato libre ya que tenía que seguir atendiendo a los demás clientes, la ángel y el demonio conversaron.

─¿Así que... Ahora te llevas bien con la princesita?─ soltó curioso por el drástico cambio de situación ─Se podría decir─ respondió la ángel ─Ya veo... Y, si no es incómoda la pregunta, ¿por qué? ¿Qué sucedió para que llegaran a eso? No conozco bien a la princesa, pero se perfectamente que no es una persona agradable o de buen carácter, la he visto venir aquí bastantes veces y no pienso que sea alguien considerada con los demás, mucho menos después de como te ví la anterior vez─ habló pensativo ─... Sonará como locura, pero ya la he perdonado. Pasarón demasiadas cosas y... Ella se disculpó, fueron unas disculpas sinceras, luego de vivir con ella hace un tiempo estoy perfectamente consciente de su alto orgullo y ego, así que escucharla admitirlo fue... Agradable. Ya no a vuelto a hacer nada en contra de mi, incluso está intentando cambiar sus actitudes. Eso es algo que aprecio... algo que estoy experimentado por primera vez─ susurró lo último, mirando en dirección a dónde se encontraba sentada Charlotte, pero cuando regresó su vista al demonio quedó extrañada por cómo la confusión en su mirada ─Nunca la creí capaz de algo que siquiera se pareciera a esto y... Carajo, suenas cómo si estuvieras enamorada, ¿no te dió alguna poción? ¿Segura de que hablas enserio y no te hizo un amarre o alguna mierda así?─ exclamó desconfiando, la ángel se rió un poco ─No, no, te equivocas, simplemente ahora creo que empiezo a entenderla... de alguna manera. Sería una larga historia, pero podría contartelo después ¿Compartimos contactos?─ dijo sacando su celular ─No veo porque no─ respondió Husk registrando su número.

Después de pasar por algunos otros temas, escucharon un escándalo en el escenario.
Mirando en esa dirección se toparon con Angel haciendo su actuación, aunque Vagatha desviaba la mirada constantemente por lo explícito del baile notó lo cansado que se veía el demonio araña, igual no fue la única, pero a diferencia de ella Husk parecía no darle importancia ─Tú... ¿También te percataste cierto?─ preguntó la ángel ─Sí, lo hice, siempre lo hago. Pero ese idiota nunca me escucha, no tiene sentido.─ respondió con frustración dando la vuelta para seguir limpiando vasos ─¿Por qué lo dices?─ estaba intrigada, pensaba que el bartender realmente no le importaba aquel demonio ─Ya se lo he advertido bastantes veces, intenté ayudarlo... Pero no sirvió en lo absoluto─ sonaba sentimental ─Husk, si necesitas decir algo, te escucharé─ quería apoyarlo ─Gracias, pero no es nada, sólo un par de estúpidos pensamientos.─ excusó ─Somos amigos, sé que quizá aún no soy alguien de completa confianza, pero aquí estaré si necesitas algo─ su tono era de comprensión, empatía y amabilidad que haría a cualquiera sentirse seguro ─... Es sólo que, lo detesto, detesto sentir que no puedo hacer absolutamente nada más que mirar cómo se destruye a si mismo, nunca es honesto, nunca se toma nada enserio. Y me doy cuenta que es para protegerse, pero es jodido intentar ayudar a alguien que parece no querer ayuda, me siento impotente al verlo así cada día que trabaja, más demacrado, más cansado. Yo sólo sigo aquí, sin poder hacer nada.─ soltó frustrado ─...Estoy encadenado por un puto psicópata, no soy más que un simple bartender, un esclavo que por avaricia terminó aquí, condenado a pasar el resto de la eternidad siguiendo órdenes. No pude ayudarlo a él, no se si pueda ayudar a alguien algún día─ miró se reojo a Vagatha ─Pero... Por lo menos me alegra que estés bien. Y ya sabes, si tú también llegas a necesitar a un bartender con quién hablar, no prometo ser de mucha utilidad, sin embargo igual escucharé─ su tono había cambiado durante la conversación, pasó de frustración a impotencia, de reflexión a consuelo.