Capítulo 23: Los Pasos Que Debemos Seguir

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El día de la partida llegó, y los chicos se prepararon para despedirse de los padres de Wonwoo. En el aeropuerto, Haerin y Changmin abrazaron a cada uno de los jóvenes, deseándoles suerte en su viaje y asegurándoles que estaban orgullosos de ellos.

Haerin abrazó con cariño y ternura a sus dos hijos. Deseándoles lo mejor. Changmin abrazo a Wonwoo tomándolo por sorpresa, también susurro a su oído que todo estaría bien.

Woozi dio unas ultimas órdenes a sus guardias, mientras le dejaba el mando a K, un joven militar no maestro con una gran experiencia, dejaba toda su confianza y mando en él.

Después de una emotiva despedida, los chicos abordaron la nave, una impresionante aeronave mucho más grande que las que habían utilizado anteriormente. Wonwoo explicó que esta nave fue construida originalmente con la intención de ser utilizada como un tipo de crucero aéreo, pero que ahora sería su modo de transporte.

La nave estaba equipada con todo lo necesario para un viaje cómodo y seguro: habitaciones, una cocina totalmente equipada, un gimnasio para mantenerse en forma durante el viaje y, lo más importante, espacio para los dos bisontes, Nap y Xcalibur.

Una vez a bordo, los chicos se dirigieron al centro de control, donde encontraron a Woozi listo para tomar el mando. Con determinación en sus ojos, Woozi preparó la nave para el despegue.

"Creo que sería prudente dirigirnos a Ciudad República", sugirió Minghao. "Según la información de mi padre, la ciudad está experimentando un caos político. Podríamos aprovechar la situación para establecer una alianza con el Reino Tierra y negociar para obtener un maestro tierra que se una a nuestro grupo o que nos dejen estar en alguno de sus estados".

"Hablas como un político Eisa" expresó Jeonghan. Minghao no supo cómo tomar el comentario. No sabía si era positivo o negativo, pero decidió restarle importancia, pues el monje siempre hablaba con reflexiones de por medio.

"En realidad no se, si sea prudente. A Woozi y a mi, no nos conocían y no dudaron en atacarnos. Solo tenían una sospecha y eso les bastó para actuar." Dijo DK con preocupación.

"Creo que sería mejor encontrar otra forma de acercarnos al Reino Tierra." Expusó Hoshi.

Los chicos compartían ideas mientras se acercaban poco a poco a Ciudad República. Aterrizarían en Industrias Globales y pondrían en marcha su plan, sin embargo, Dino no prestaba atención, su mirada estaba desviada a la ventana que mostraba el panorama.

Pudo notar multitudes reunidas y caos en las calles más grandes, incluso reconoció la casa del presidente siendo un punto de reunión para varias personas.

"Iremos a ver al presidente" determinó Dino.

Se escucharon quejas por parte de varios chicos. Pero estas fueron acalladas por las firmes voces de Vernon y Jeonghan apoyando su decisión.

...

En la bulliciosa Casa del Presidente, Dino, acompañado de Vernon, Jeonghan y DK, se abrían paso entre la multitud con determinación. La atmósfera era tensa, con manifestantes enardecidos congregándose fuera de la residencia presidencial.

Mientras tanto, en la nave, los demás chicos esperaban ansiosos y enojados. Los maestros aire del sur habían decidido asumir la responsabilidad de enfrentarse al presidente, lo que generaba frustración entre los demás miembros del grupo.

En la sala de la casa del presidente, los maestros aire del sur se encontraron con Yungbin, quien parecía estar en un estado alterado. Al ver a los cuatro, Yungbin hizo un intento de chiste, comentando que no tenía el gusto de conocerlos a todos. Se dirigió a DK, preguntándole por el estado de Jihoon, pero este se mantuvo en silencio.

El presidente continuó, culpando a Jihoon y, por extensión, a DK, por los enfrentamientos recientes que habían dejado a más de 30 soldados heridos.

Jeonghan, con su habitual calma, intervino: "Señor presidente, culpar a Jihoon por la violencia que estalló es injusto. Debe asumir la responsabilidad de sus propias decisiones y acciones".

Yungbin miró al grupo con una mezcla de irritación y desdén. "Parece que están aquí para un juicio moral en lugar de una discusión política", murmuró, antes de comenzar a explicar su perspectiva sobre los recientes eventos. "Bueno Jihoon tenía razón, estoy acabado, los ciudadanos están hartos de los espíritus y tú no quieres ayudarme con ello" dijo dirigiéndose al Avatar. "Además el señor Xu filtró mi conversación con Jihoon en la cárcel, al parecer llevaba algo con que grabar."

Eso último descolocó a los maestros aire. Pues no habían planeado eso, ni siquiera DK estaba enterado. El presidente pareció darse cuenta. "Que mala comunicación tienen, la confianza es importante en las relaciones ¿no lo creen?"

Dino intentó restarle importancia a lo que el presidente había dicho. "Bueno, la gente de Ciudad República merece saber que tipo de persona eres. Pero antes de que te quiten de aquí, quiero ir al portal." Todos en la sala lo miraron con sorpresa.

"¿Lo vas a cerrar?" Preguntó con ilusión Yungbin.

"No lo sé, solo quiero estar ahí para poder pensar en una solución, si cerrar el portal es la solución, lo haré, si no lo es, buscaré otra manera." Dijo con firmeza el menor.

El presidente asintió. Para ese punto cualquier acto por muy desesperado lo aceptaría solo para salvarse.

...

En el misterioso Bosque de los Espíritus, los maestros aire del sur, junto con el presidente Yungbin y su guardia, se encontraban frente al imponente portal al mundo espiritual. El bosque se encontraba en el corazón de Ciudad República, con el portal justo en el centro. Dino, con seriedad en su expresión, se dirigió al presidente.

"Señor presidente, es mejor que se quede aquí. Nos adentraremos en el bosque para resolver este asunto", sugirió Dino.

Los cuatro maestros aire del sur se internaron en el bosque, rodeados por la densa vegetación y el aire cargado de energía espiritual. A medida que avanzaban hacia el centro, más y más espíritus se materializaban a su alrededor, observándolos con curiosidad.

DK, con su presencia calmada pero magnética, parecía atraer la atención de las criaturas espirituales, que jugueteaban y danzaban a su alrededor mientras avanzaban.

Finalmente, llegaron al centro del bosque, donde un faro de luz brillaba intensamente, señalando el acceso al mundo espiritual. Dino se volvió hacia sus compañeros con determinación.

"Entraré yo primero. No se preocupen por mí. Cuiden de quien pueda acercarse, quisiera confiar en la desesperación del presidente, pero creo que por esa misma razón hay que cuidarnos aún más", les dijo Dino con confianza antes de cruzar decididamente el umbral del portal, adentrándose en el mundo espiritual con determinación.

Seventeen: Avatar The AirbenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora