Capítulo 2: En Busca de Ayuda

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El sol se estaba poniendo en el horizonte cuando Jeonghan, Dino, DK y Vernon abandonaron el Templo Aire del Sur, cargados con provisiones para el viaje que tenían por delante. El aire fresco acariciaba sus rostros mientras volaban en los bisontes voladores de Jeonghan y DK, el primero nombrado Nap y el segundo Xcalibur.

Después de horas de volar, decidieron hacer una parada para descansar y comer algo. Se sentaron en círculo alrededor de una pequeña fogata, el crepitar de las llamas llenaba el aire mientras compartían historias y risas.

Sin embargo, la atmósfera pronto se volvió tensa cuando DK se levantó bruscamente, con el ceño fruncido. "Jeonghan, necesitamos hablar", dijo con seriedad.

Jeonghan asintió, notando la tensión en el ambiente mientras se ponía de pie para enfrentar a su alumno. "¿Qué sucede, DK?"

DK miró a Jeonghan con determinación. "¿Por qué escapamos del templo? Nos hiciste empacar todas nuestras pertenencias importantes y salimos de nuestro hogar como si fuéramos fugitivos."

Jeonghan suspiró, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. "Lo siento, DK. No quería preocuparlos innecesariamente. Pero, los monjes del Templo Aire del Sur han decidido no apoyarnos y se han declarado anti-avatar. Por suerte no les dije quién es el avatar, pero se mostraron muy reacios a hablar del tema. Lo siento chicos, lamento haberles ocultado esto."

DK miró fijamente hacia el horizonte, su expresión sombría reflejando la tormenta de emociones que lo invadían. Con un suspiro pesado, finalmente habló en voz baja. "Me duele en el alma, Jeonghan. Amo mucho a Dino y a nuestra gente en el Templo del Sur, pero saber que no nos apoyarán en este momento es devastador."

Jeonghan colocó una mano reconfortante en el hombro de DK, transmitiendo su solidaridad. "Lo entiendo, DK. Sé que este es un golpe difícil de aceptar, pero quiero que sepas que te considero a ti, a Dino, a Vernon y a mí mismo como una familia. Para mí, eso es suficiente. Creo en Dino y en todos nosotros."

Las palabras de Jeonghan calaron hondo en DK, quien sintió un leve destello de esperanza en medio de su dolor. "Gracias, Jeonghan. Significa mucho para mí saber que puedo contar contigo como un hermano."

Mientras tanto, Dino, con los ojos llenos de lágrimas, dejó escapar un sollozo ahogado. "Lo siento mucho, chicos. No quería que esto pasara. Me siento culpable de que ahora estemos siendo exiliados de nuestro hogar por mi causa, por haber nacido como el Avatar."

Jeonghan se acercó a Dino y lo abrazó con ternura. "Dino, no tienes nada de qué disculparte. Eres el Avatar, y con ese poder viene una gran responsabilidad. Pero recuerda, no estás solo en esto. Nosotros estamos contigo, pase lo que pase. Juntos superaremos este desafío y encontraremos nuestro camino hacia la luz."

Las lágrimas de Dino continuaron fluyendo, pero esta vez eran lágrimas de alivio y gratitud por el apoyo incondicional de sus amigos. En ese momento, supo que, aunque el camino fuera difícil, nunca estaría solo mientras tuviera a Jeonghan, DK y Vernon a su lado.

DK y Vernon intercambiaron miradas preocupadas mientras escuchaban la confesión de Jeonghan. "¿Qué vamos a hacer ahora?" preguntó Vernon, con la voz cargada de incertidumbre.

Jeonghan les dirigió una mirada determinada. "No todo está perdido. Antes de partir, el Monje Kyungsoo me sugirió que fuéramos al antiguo hogar de la Avatar Yangchen. Allí aún preservan las antiguas costumbres de ayudar al Avatar."

"¿Pero por qué no les dijiste quién es el Avatar?" preguntó Vernon, confundido.

Jeonghan suspiró, explicando su decisión. "Si les hubiera dicho que Dino es el Avatar, podrían haber reaccionado con miedo o rechazo. Además, en el Templo Aire del Sur, podrían pensar que se trata de cualquiera de ustedes tres. Quería protegerlos y asegurarme de que estuviéramos seguros antes de revelar la verdad."

DK asintió lentamente, comprendiendo la situación. "Entiendo, Jeonghan. Gracias por protegernos."

Jeonghan asintió con gratitud. "Estamos juntos en esto. Ahora, debemos seguir adelante hacia el Templo Aire del Oeste. Ahí encontraremos las respuestas que buscamos y la ayuda que necesitamos para Dino, el verdadero Avatar."

...

La noche envolvía el campamento en una suave oscuridad, iluminada solo por el resplandor de las estrellas y la luna. Dino se levantó en silencio de su manta y se dirigió hacia el borde de un acantilado cercano, con la mirada perdida en el paisaje nocturno.

Jeonghan, que había sido despertado por el movimiento de Dino, se levantó también y se acercó a él en silencio. "¿Qué te preocupa, Dino?" preguntó suavemente.

Dino suspiró, su expresión reflejando la lucha interna que lo consumía. "Me asusta, Jeonghan. No estoy seguro de si quiero ser el Avatar. ¿Y si no estoy a la altura? ¿Y si no puedo hacer lo que se espera de mí?"

Jeonghan puso una mano reconfortante en el hombro de Dino. "Dino, no se trata de si quieres ser el Avatar o no. Ya lo eres. Se trata de qué harás al respecto."

Dino asintió lentamente, absorbiendo las palabras de Jeonghan. "Lo sé, pero... siento que el peso del mundo está sobre mis hombros. No sé por dónde empezar."

Jeonghan miró fijamente a Dino con determinación. "¿Qué es lo que te molesta de tu mundo actual? ¿Qué te gustaría cambiar?"

Dino reflexionó por un momento antes de responder. "No me gusta cómo el mundo está tan industrializado. No me gusta que los espíritus y los humanos se eviten o incluso se odien. No me gusta que la naturaleza y los animales estén siendo destruidos."

Jeonghan asintió, entendiendo las preocupaciones de Dino. "Como Avatar, tienes el poder y la responsabilidad de hacer cambios. Puedes trabajar para restaurar el equilibrio entre los humanos y los espíritus, proteger la naturaleza y promover la armonía entre todas las formas de vida en el mundo."

Los ojos de Dino brillaron con determinación mientras absorbía las palabras de Jeonghan. "Entonces, ¿eso es lo que debo hacer? ¿Trabajar para hacer del mundo un lugar mejor?"

Jeonghan sonrió con orgullo. "Exactamente, Dino. Y no estás solo en esta tarea. Estamos contigo, cada paso del camino."

"Sigo teniendo miedo". Jeonghan río y lo abrazo.

"Dices que tienes miedo pero eres muy valiente, aún con miedo puedes hacer varias cosas. Además, si no tuvieras miedo serías un tonto, ¿quien abandona su hogar sin un poco de miedo? Tenemos esa emoción para sobrevivir."

"Jeonghan ¿por qué crees en mí?"

"Existen muchas razones, pero no te las dire, porque es más importante que tú creas en ti". Sonrió y regreso a lado de los chicos para dormir.

Seventeen: Avatar The AirbenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora