Capítulo 10: Desilusiones y Revelaciones

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El sol se ocultó en el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos cuando los chicos aterrizaron en el borde de un acantilado. Después del ataque sorpresa del presidente Yungbin, el aire estuvo cargado de tensión y confusión.

DK bajó del bisonte volador con una energía frenética, sus palabras salieron en ráfagas de incredulidad mientras trataba de procesar lo que acababa de suceder. "¡No podía creer que realmente nos atacara el presidente! ¿Qué demonios estaba pasando?"

Minghao, visiblemente agitado, sacó su teléfono celular y marcó un número familiar. La conversación que siguió fue rápida, llena de acusaciones y frustraciones. "¡¿Por qué no me dijiste que esto pasaría?! Estamos en problemas por tu culpa..."

Los chicos observaron en silencio mientras Minghao discutía con su padre, lanzando palabras cargadas de indignación y decepción. Finalmente, con un gesto de frustración, Minghao arrancó la batería de su teléfono y lo arrojó al mar cercano.

La mirada de los chicos osciló entre sorpresa y preocupación mientras Minghao se enfrentaba a su propio dilema personal. "¿Qué esta pasando, Hao?" Se animó a preguntar Jun mientras le consoloba.

Minghao, entre avergonzado y enfadado, confesó su esperanza ingenua de que el presidente les ofreciera quedarse en Ciudad República como una opción. "Esperaba que nos diera una opción... pero nunca imaginé que seríamos forzados a hacerlo. Pensé que le diría Dino que se quedara y que entrenara aquí, creía que podía tener más tiempo con Jun aquí y con ustedes, son lo más cercano que he tenido a amigos en mucho tiempo. Todos se marchan cuando no puedes huir de tu deber."

La realidad de la traición del presidente y la ingenuidad de sus propias expectativas lo golpearon con fuerza, dejándolo con un sentimiento abrumador de confusión y desilusión.

"¿Cómo pudiste ser tan ingenuo? Deberías haber previsto esto." Reclamo Hoshi, con una mezcla de enojo y decepción, confrontó a Minghao por su falta de previsión y planificación. "Ni siquiera tenías pensado en llevarnos al Polo Norte, estabas pensando en ti..."

La atmósfera se volvió tensa nuevamente, pero antes de que la discusión escalara, Jeonghan intervino con su característica calma. "Comprendo que esto sea difícil. No creo que sirva de algo molestarnos con Hao, además, él acaba de ser traicionado por alguien a quien ama." El joven hizo una pausa mirando a todos expectantes. "Tendremos que buscar un nuevo plan. Además, esto no sería una aventura ni un viaje significativo sin un poco de dificultades. Descansemos un momento, imagino que ahora mismos somos los más buscados de Ciudad República."

Los chicos, aunque todavía confundidos y desanimados, se sintieron reconfortados por las palabras de Jeonghan. Se miraron entre sí, listos para enfrentar lo que fuera que les deparara el futuro.

...

Minghao y Jeonghan se encontraron en un rincón tranquilo del acantilado, donde la brisa marina calmaba sus pensamientos tumultuosos. Minghao miró a Jeonghan con admiración, reconociendo su capacidad innata para calmar a los demás en momentos de crisis.

"Debo decir, Jeonghan, tu habilidad para tranquilizar a la gente es envidiable."

Jeonghan rió con suavidad y negó con la cabeza. "No es una habilidad, Hao. Simplemente trato de ser sensato y honesto. Creo que eso es todo lo que se necesita en momentos como este. Nunca diría algo que no creyera."

Minghao sonrió ante la respuesta de Jeonghan, pero pronto su expresión se tornó pensativa. "Tengo un plan, pero ahora me arrepiento de haber lanzado mi celular al mar."

Jeonghan compartió la risa de Minghao y asintió con complicidad. "Cuenta conmigo para apoyar tu plan, Hao."

Decididos a seguir adelante, Minghao y Jeonghan se pusieron de pie y reunieron a los demás chicos. Minghao anunció su nuevo plan de dirigirse al polo sur, donde se encontrarían con un amigo en quien podían confiar.

"Allí encontraremos a alguien que puede ayudarnos, no necesariamente un líder de nación, pero alguien con influencia similar." Mencionó el mayor

"¿A quién vamos a buscar Hao? Preguntó Jun.

"A Wonwoo" respondió con firmeza.

"¿Y es de confianza?" Dijo Hoshi con ironía.

"Es de confianza" Respondió Jun serio.

Los chicos asintieron con determinación y comenzaron a empacar sus pertenencias en los bisontes voladores. Antes de partir, Minghao advirtió sobre la posibilidad de que el presidente hubiera enviado helicópteros y drones para rastrear su ubicación. Hoshi sugirió crear nubes para ocultarse en el aire y evitar ser vistos, una idea que todos aceptaron de inmediato.

Sin embargo, antes de partir, Jeonghan recordó algo importante. Sacó una caja del equipaje y se la entregó a Dino. "Olvidé darte esto, Dino."

El menor levantó una ceja con curiosidad mientras recibía la caja nuevamente. "¿No dijiste que los monjes deben vivir una vida abnegada?"

Jeonghan sonrió con calidez y le dio una palmadita en el hombro. "También merecen un poco de diversión de vez en cuando."

Los chicos abrieron emocionados la caja y descubrieron el videojuego que el presidente le había regalado, excepto Minghao y Jeonghan, quienes observaron con una sonrisa cómplice.

"¿No califica esto como robo?"

Jeonghan rió suavemente y respondió con serenidad. "En nuestra defensa, Hao, el presidente intentó capturarnos."

Seventeen: Avatar The AirbenderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora