Dino salió del portal espiritual con una expresión de determinación en su rostro. Sus amigos y el presidente Yungbin lo esperaban ansiosos. Dino miró al presidente con firmeza y declaró: "He tomado la decisión correcta".
El presidente Yungbin frunció el ceño, mientras Dino continuaba: "El bosque de los espíritus se convertirá en una reserva protegida. Los humanos no podrán tener acceso hasta que la tierra se recupere. Deben reducir sus niveles de contaminación. Si lo logran, los espíritus prometen ayudar a los humanos a instaurar energía limpia y aumentar los recursos naturales".
Yungbin, visiblemente enojado, replicó: "¡Los espíritus están tratando de que los humanos hagan todo el trabajo!".
Dino, sin dejarse intimidar, respondió: "Deben empezar a ver a los espíritus de manera diferente". En ese momento, del portal salió un pequeño espíritu con cara redonda y un diamante en la cabeza.
"Bongbong", lo presentó Dino, tomando al espíritu y entregándoselo al presidente.
"Él es el embajador del mundo de los espíritus. Ayudará a mejorar la relación entre los humanos y los espíritus, y se quedará contigo para hacer valer todos los acuerdos".
Yungbin protestó: "¡No tiene caso! Cuando regrese, me quitarán del cargo".
Dino mantuvo la calma y replicó: "Si eso pasa, Bongie mantendrá el trato con el siguiente presidente. Además, los espíritus prometieron no salir de su territorio".
Yungbin, acorralado por la presión de su puesto y sin más opciones, terminó aceptando. "De acuerdo", dijo con resignación.
Dino asintió, sintiendo que había dado el primer paso hacia un futuro mejor para ambos mundos.
Flashback
Dino, con la apariencia de un niño de cinco años, caminaba al lado del General Iroh a través del colorido y etéreo mundo de los espíritus. Iroh, con su presencia serena y sabia, lo guiaba hacia el árbol cercano al portal que conectaba el mundo espiritual con el mundo humano. Dino iba sumido en sus pensamientos, el peso de la responsabilidad se reflejaba en su pequeño rostro.
Al llegar al destino, frente al majestuoso árbol, Iroh se detuvo y se agachó para mirar a Dino a los ojos. "Este es el lugar donde las decisiones se toman, joven Avatar", dijo con voz calmada. "Te deseo suerte en tu misión. Los espíritus y el futuro del mundo dependen de ti". Dicho esto, Iroh se desvaneció en una bruma dorada, dejándolo solo con los espíritus que comenzaban a rodearlo de nuevo.
Dino se enderezó y, con determinación, se dirigió a los espíritus. "He encontrado una solución para proteger el mundo espiritual", anunció con firmeza. "Ningún humano entrará al mundo de los espíritus a menos que tenga permiso. Esto convertirá el lugar en una reserva protegida".
Al oír esto, los espíritus comenzaron a quejarse en un murmullo confuso. "¿Cómo podemos confiar en que esto funcionará? Los humanos podrían hacer lo que quisieran", dijeron algunos, mostrando sus inquietudes.
Dino, con una expresión resuelta, replicó: "Debe haber un embajador que determine quién puede entrar y que también represente las opiniones de los espíritus ante los humanos. Así, tendríamos un vocero que garantizará que nuestras preocupaciones sean escuchadas y respetadas".
Los espíritus intercambiaron miradas y murmuraron entre ellos. Finalmente, un espíritu que parecía ser de buen juicio, con una apariencia serena y un brillo cálido, se adelantó. "Aceptamos tu propuesta. Elegiremos a un embajador que será responsable de mantener el equilibrio y representar nuestros intereses", dijo el espíritu con voz firme.
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Seventeen: Avatar The Airbender
FanficEn un mundo donde la conexión con los elementos está desapareciendo, Dino, un joven maestro aire, es nombrado Avatar para restaurar el equilibrio entre el mundo terrenal y espiritual. Con la ayuda de sus compañeros maestros de elementos, enfrenta a...