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Enid llegó a casa a media noche, encontró a Merlina en su cama matrimonial abrazando un suéter de ella y una foto de su matrimonio.

La pequeña se despertó apenas ella entro y la miro esperando una explicación.

-Salí con mis hermanos, Merlina - mintió

-¿Por qué no me avisaste? - pregunto cansada

-Porque estabas encerrada

La chica así tío y doblo el suéter para guardarlo en su lugar, Merlina no lo creía mucho cuando paso a su lado sintió un aroma cítrico claramente no de ella, pero prefiero callar, estaba demasiado cansada para las peleas.

Había dormido todo el día ya no tenía nada de sueño, así que fue al salo para ver alguna película en Netflix, no encontraba nada interesante, salvo la serie Riverdale, Enid es una gran actriz y le reprimía que no compartiera su éxito con ella.

No quería ver la serie, contenía muchas escenas de besos y obviamente le causaban celos, porque le encantaría que lo tomase como los demás actores.

-¿No vendrás a la cama? - pregunto Enid

-Supongo que no - elevó los hombros - Dormí toda la tarde

-Esta bien - suspiro - Buenas noches, Abejita

Merlina sintió como sus ojos se llenan de lágrimas por el simple hecho que la llamase Abejita y es que hace un año que no lo hacía.

Le decía Abejita porque el era tan bella como una, además de que sus ojos son color miel, brillan como dorado. Otra cosa que Enid habia notado, era que los ojos de Merlina ya no brillaban, eran opacos, pero aún así le parecían preciosos.

-Te amo cariño - le dijo en apenas un susurro

Pero como siempre, volvió hacer ignorada.

Escogió por ver Petty Woman, una historia preciosa de un amor entre un multimillonario y un prostituto. A pesar de que no era una película triste lloro. Lloro de envidia, porque deseaba que ella mor de su vida, es decir Enid la buscará algún día y le dijera que la amaba.

Merlina ano aguanto y fue a ver a su esposa quien ya se encontraba dormida, tímidamente se acurrucó a su lado encondiendose en su pecho, hace tiempo no dormían abrazados, con mimos y esas cosas.

-¿Qué sucede, Merlina? - preguntó somnolienta

-Te extraño, Enid - se apretó a ella - ¿Tú me extrañas?

-Estas a mi lado ¿Debería? ¿Acaso podría ser más fría?

-¿Me amas? - se atrevió a preguntar, Enid no sabía cómo responderle que no la amaba, que sentía chispas con otra chica

-S-sí... - dijo no muy convencida

-No suenas muy segura - la miro triste

-¿Qué más da? Estamos casadas ¿No?

-Si, pero...

-Suficiente, déjame en paz

Y así lo hizo, le dejo un diminuto beso y le dio la espalda.

¿Cómo podía alguien cambiar tanto del día a la mañana? Jamás olvidaría la fecha en la que Enid comenzó a comportarse fría, fue justo el día del cumpleaños de Merlina.

FLASHBACK

Ambas se encontraban en el super mercado comprando cosas para el cumpleaños de Merlina, está estaba extrañada porque Enor está demasiado fría y a duras penas le dijo Feliz cumpleaños.

El día anterior habían hecho el amor con mucha ternura y temia que haya hecho algo para que pudiera disgutarle a su esposa.

Se encontraba en la sección de pasteles y a Merlina se le iluminaron los ojos cuando vio uno de café amargo, con un poquito de crema

-¿Quieres esa? - me pregunto Enid de una manera cortante

-Sí - sonrió - ¿Sucede algo cielo?

-Estoy aburrida, solo quiero irme, y que esté maldito día de termine.

Aquello hizo sentir mal a Merlina, era su cumpleaños número veinticuatro y quiera disfrutar junto con el, pero al parecer Enid no.

Cuando iban saliendo luego de pagar todas las cosas y el amado pastel de Merlina fue cunado todo estalló.

Accidentalmente Merlina había dejado caer unas copas de vidrio algo caras, Enid no aguanto el estrés y solo reacciono a gritarle.

-¡¿Qué no puedes ser más torpe?! - espero furiosa

-L-lo lamento, cariño - hablo asustada - Te devolveré el dinero, de verdad

-¡No quiero tu sucio dinero! - paso sus manos por su rostro - ¿En qué momento me quise casar contigo?

FIN DEL FLASHBACK

Aquel había sido el peor cumpleaños de todos, no sabía cómo estaría el siguiente que es en dos semanas más.

Enid no cambio, ni siquiera se disculpo por haberle gritado así por un simple accidente y más encima por algo tan insignificante como unas copas.

Estaba deprimida y más al recordar que el día de mañana, Enid regresaba a su trabajo de viajes, entrevistas y todo su vida de estrella. Sabía que su esposa amaba su profesión, pero ella no. Sonaba egoísta pero desde que entró a esa mundo la olvidó por completo.

Y no sabe si volverá a recordarla.

Y no sabe si volverá a recordarla

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