10

685 59 1
                                    

Merlina entro a la cafetería con una sonrisa, visualizo a Yoko decorando los cafés y se acercó a ella dándole un beso en la mejilla.

Yoko le regaló una sonrisa y con cierto sonrojo en sus mejillas le obsequio un café con diseño de corazón en el centro, la más baja se emociono por el simple hecho de que haya preparado un café especial para ella.

-Gracias, Yoki yok - le dijo mientras bebía el café

-¿Por qué me llamas así? - pregunto interesada

-Porque Yoko es Yoki yok en Turco - sonrió

-Ya veo - suspiro - Quería preguntarte algo, pero no te lo vayas a tomar a mal - raco su nuca nerviosa - ¿Tú... tienes novia?

Merlina se sorprendió con su pregunta, no sabía que responderle, pero después de pensarlo unos minutos decidió que no sería como su esposa, escondiendola en todas partes.

-Si, Yoko - dijo incomoda - Esposa de hecho - aclaro no muy feliz

-Oh... Y-yo... Pe-r-o tú... - suspiro triste - Te ves tan joven

-Tengo veinticuatro años, en dos semanas veinticinco - dijo mientras jugaba con sus dedos

-¿Cuánto llevas casada? - pregunto con el corazón punzante

-Seis años - respondió - Me casé a los diecinueve

-No te vez muy feliz...

-No lo soy

Yoko por un momento pensó que lo de ella fue matrimonio forzado y se quedó con esa idea, se desilusiono porque con un compromiso de por medio estar con ella sería más difícil de lo que había pensado.

Pero ella se había propuesto una meta cuando la vio entrar por la puerta de la cafetería, y era conquistarla, no se iba a dar por vencida.

El día transcurrió tranquilo y cuando terminaron de trabajar fueron por unos helados. Con Yoko, Merlina no sentía nada más que paz y tranquilidad, la pelinegra tenía tantas anécdotas divertidas que hacía que olvidará los problemas que tenía en casa.

Por otro lado, Enid se encontraba liberando toda su tensión y rabia con Divina. No quería que Merlina encontrará a alguien más, no quería ser engañada. Aunque sabía que ella era incapaz de hacerlo, pero ¿Y si no?

-¡Enid, me haces daño, detente! - la empujó la castaña desconectandola de sus pensamientos - ¿Qué te sucede? ¡Te he estado poniendo que te detengas como hace diez minutos!

-Lo lamento - fue lo único que dijo mientras se vestía

-¿Puedo saber que te pasa?

-No pasa nada, solo estoy... cansada

-Todo por culpa de esa morocha horrenda - decía mientras la abrazaba - Pobre de mi bebé, lo tienen bajo a presión - le hablaba como niña pequeña, algo que ella odiaba profundamente - Es una zorra

Enid no dijo nada, solo se quedó callada mientras oía los insultos hacia Merlina de parte de la castaña.

Sonrió cuando recordó las escenas de celos que le hacía a su mujer, decía todo un diccionario de Turco a cualquier chico a chica que se le acercase con segundas intenciones. Obvio ella no se quedaba atrás y según Merlina, le decía que ella era cuatro veces más celosa que está.

Y era verdad.

Odiaba que se le quedaran mirando en la calle cuando usaba ropa ajustada o trajes de baño, pero cuando le entregaban tarjetas con números de celulares.

Todo eso desapareció cuando conoció a Divina, ya no sentía nada.

O al menos hasta ahora.

O al menos hasta ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Broken Heart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora