Intenté concentrarme en los últimos minutos que quedaban de clase, mientras todos trabajaban en un pequeño ejercicio que les asigné, pero sinceramente no podía enfocarme porque seguía sintiendo el aroma de Rosie sobre mí. Aquello me llevaba a tratar de saber porqué Rosie apareció casi a las 4 am en mi apartamento. ¿Qué la tenía tan mal?
Le envié un texto queriendo saber como estaba, pero jamás contestó, lo que me tenía mas pendiente a ella que a los niños que les daba clases.
El timbre sonó y me tensé al recordar mi presencia frente a mis alumnos. Me levanté rápidamente y comencé a darle las instrucciones para el fin de semana.
- Acuérdense de sus exposiciones la próxima semana y recuerden pedir a sus padres la firma de la expedición al parque nacional. Será un día increíble para todos. - motivo a los niños y algunos celebran y otros comentan sobre el viaje. En el fondo vi a Millie intentando integrarse a una conversación, pero todos le daban la espalda y seguían con su camino, hasta que por su cuenta decidió irse hacia el patio.
Mientras todos se marchaban vaciando la sala, recordé la conversación que debía tener con Kim, una de mis alumnas que había adjuntado en la lista de potenciales amigas para Millie, quién además parecía no estar muy bien últimamente durante las clases.
- ¿Kim? - la llamé antes de que se marchara sin ánimos al patio. - ¿Tienes un minuto? - le pregunto y ella asiente cabizbaja, mientras escucho cerca de la salida las risas de las tres malvadas, quedando Valerie viéndome de manera burlesca.
No podía creer que esa niña me molestara incluso siendo una adulta. No podía creer que me dejara vencer por esa perversa niña.
Kim llegó al escritorio y le acomodé un asiento cerca de la mesa para que pudiéramos hablar tranquilamente.
- Kim, he visto que has bajado considerablemente tu participación en clases y a penas sales a jugar. ¿Está todo bien? - pregunto interesada y ella suspira muy decaída.
- Si... en realidad, no todo. - contesta cabizbaja. - hace unos días murió mi tortuga, papá prometió que las tortugas vivían mas de cien años, pero a penas pasaron dos desde que la compraron. - explica apenada. - Era mi mejor amiga, sabía todos mis secretos y me apoyaba siempre. Antes no lo entendía, pero luego de una muerte como estas, te sientes sola. - dice y la última frase me pareció repetida, casi sacada de una película o tal vez se la copió a algún familiar.
- No estás sola, Kim. - digo apoyando mis codos sobre mi escritorio. - Cuando pierdes a alguien muy cercano, sueles sentirte así. - explico mirándole con la mejor de mis caras. - Tal vez no deberías cerrarte a la oportunidad de tener otra persona que pueda ser tu mejor amigo o amiga. - aprovecho de lanzar mis pistas. - tienes muy buenos compañeros que te quieren y la pasan bien contigo. - explico y ella niega lentamente.
- Nadie entiende mi dolor maestra. - suelta exageradamente y yo frunzo los labio para no mostrar la sonrisa que contenía.
- De hecho hay alguien que creo que puede entenderte bastante. - digo y ella me mira intrigada. - Millie Dunhill, la conoces. - aseguro y la niña cambia rápidamente su expresión a alguien muy incómoda.
- Si... - dice pensando en la mejor respuesta. - No creo que sea una buena opción. - responde y le quedo viendo unos segundos.
- ¿Por qué no? ¿Qué tiene de malo? - pregunto muy curiosa y aunque parecía muy complicada para empezar, finalmente se decidió.
- Son las cosas que he oído de ella. - se alza de hombros y la miro expectante, pero debo presionar para oír sus respuestas.
- ¿qué cosas, Kim?
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Las Sombras Del Tiempo
AdventureMillie Dunhill, una maestra de literatura atormentada por años de acoso escolar, se ve envuelta en una emocionante trama de viaje en el tiempo y venganza. Cuando descubre una oportunidad para cambiar su vida al regresar 20 años atrás, no duda en apr...