Cap 5: Desalojo y un nuevo rival

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Lucifer sonrió con incomodidad ante el alto hombre,mientras trataba de acomodar su desordenado cabello y ropa — Buenas tardes— Dijo carraspeando su garganta para tratar de que en su voz no se note lo cansada de su garganta por los gritos que había tirado por culpa de ese ratón.

Miró de reojo a Charlie con reproche en la mirada al recordar cómo le había dicho más de una vez que no hablara con extraños — Somos nuevos en el vecindario y usted?— Sonrió como pudo Lucifer para evitar quedar a un más avergonzado ante el hombre.

El hombre iba a abrir la boca cuando Charlie gritó — No te preocupes papá, yo te protegeré, Yo seré tu caballero— Entró al departamento gritando mientras que era seguida por lucifer.

— Charlie, no toques esa cosa, es mucho más difícil de lo que crees — El hombre quedó fuera del departamento mirando desde el marco de la puerta la cómica situación de un padre que corría detrás de su hija buscando detenerla.

— Con su permiso,— El hombre dijo mientras entraba al departamento — Cual es el problema?— Lucifer lo miró con molestia al tener al hombre que se tomaba tantas libertades, abrió la boca para decirle que se fuera, pero fue interrumpido — Hay un perrito en el departamento— Grito Charlie que forcejeaba en los brazos de su padre.

— ¿Perrito?— Dijo el hombre sorprendido mientras que lucifer buscaba desesperado como calmar a la niña y al mismo tiempo de no alejar la vista de ese extraño hombre — Lo que ella quiere decir es que hay un ratón en el departamento, porque es eso cariño, un ratón, ya te lo había dicho.— Respondió con desgano, ya que el luchar con una niña de 5 años era más agotador de lo que cualquiera se pudiera imaginas.

— Pero, no se preocupe yo me — Fue interrumpido por el hombre que al igual que la niña buscaba con la vista aquella criatura que perturbaba el departamento — Es mi deber que este lugar sea lo suficientemente bueno para que sea habitable — Lucifer al escuchar eso sonrió de oreja a oreja, soltando a la niña por el alivio — Acaso usted es el conserje? —

— ¿Conserje? — Dijo realmente sorprendido ante la aclaración de el rubio que lo miraba con sus brillantes pupilas al igual que le recordaban al brillo particular de los ojos de la niña.

— Papa, Allí está el ratón!— Gritó la niña, dejando a ambos adultos sorprendidos buscando el ratón por impulso, dejando la conversación a medias.

Ahora el segundo round se avecinaba, en una esquina se encontraban ambos hombres adultos contra un pequeño ratón, era clara la desventaja y quien tiene más probabilidad de ganar, Pero aun así el ratón les iba a dar la oportunidad de sacarlo de su apartamento, ya que su corazón era realmente bondadoso,

Las apuestas daban al ratón que a pesar de la evidente trampa que existía del equipo contrario, él aún así demostraba sus increíbles capacidades comparadas a las de un mago que era capaz de aparecer y desaparecer.

— Allí está!— Gritó Lucifer al hombre moreno — Carajo lo tenias alli. No se supone que eres un conserje? y para qué vienes si solo estorbas — El hombre moreno tenía de arma la escoba que Lucifer ya no quiso tocar y el anterior tenía un trapiador.

— ¡No soy un conserje!— Dijo el moreno con fastidio — Y qué hay de ti, estás más cerca del suelo y a un así no puedes atraparlo. — Dijo el moreno con picardía para fastidiar a su contrincante el cual tardó en tomar la indirecta debido a su ya cansada mente.

Solo unos instantes tardó el hombre rubio en darse cuenta de lo que dijo — Insinúas que soy chaparro?, Tu eres estúpidamente alto, ese es el problema, eres como el mástil de un barco.— Respondió con fastidio mientras apuntaba su dedo al castaño.

— Tu problema, querido amigo chaparro, es que eres demasiado distraído como para darte cuenta de que mi estatura es normal y la tuya es parecida al de un hidrante. — Rio con sarcasmo mientras movía los hombros al ritmo de su risa, mientras daba pequeños pasos al frente para estar más cerca del hombre rubio.

El ratón observaba como sus rivales ahora estaban demasiado ocupados peleando entre sí para prestarle atención, dando así por terminado el round 2 ,nombrando como ganador indiscutible por default al pequeño ratón, que admiraba su victoria desde una esquina del sofá.

Sin embargo, el festejo del ratón fue interrumpido por el comienzo inesperado del round 3 del cual se vio rápidamente vencido por las tiernas manos de una niña que se encontraba acechando al ratón desde encima del sofá.

— Te tengo perrito — Dijo la niña tomando al ratón por sorpresa, el cual tuvo que aceptar su humillante derrota — Señor alto, Papi. Miren lo atrape— Ambos hombres tuvieron que detener su discusión y mirar perplejos como una tierna niña de cabellos rubios sostenía el ratón que los tuvo corriendo de un lugar a otro.

—Charlie!— Gritó Lucifer antes de correr hacia la niña y arrebatarle bruscamente el ratón de las manos, saliendo corriendo del departamento con el ratón en las manos — Que asco!— dijo lucifer mientras corría por las escaleras para dejarlo en el jardín del complejo de apartamento.

El ratón fue liberado de las manos del rubio, pobre ratón fue humillado por una niña y corrido del departamento que había sido su hogar desde que el antiguo inquilino vivió allí y ademas fue insultado por el rubio; Sin duda, el día no era el mejor para aquel ratón que ahora tendría que buscar un nuevo hogar.

Lucifer subió las escaleras a duras penas, mientras obligaba a su cuerpo a subir por las escaleras, apoyando todo su peso en el pasamanos.

Se sentía aliviado de que ya no hubiera ratones en su casa, eso hizo que su cuerpo se relajara a tal punto que el cansancio se empezó a amontonar en sus músculos haciendo que el subir por las escaleras fuera toda una odisea, lo único bueno es que Charlie estaba en casa...

— Mierda— Respondió el rubio mientras subía a toda prisa las escaleras al recordar cómo había dejado sola a una niña de 5 años con un hombre totalmente desconocido, uno que sin duda era molesto y petulante por decir poco.

— Charlie— Entró al departamento rápidamente gritando el nombre de su hija.

Allí estaba el extraño hombre cargando a la niña en brazos mientras le lavaba las manos con especial cuidado en el lavabo de la cocina — Bien querida, recuerda que ese animal es un ratón. No un perrito, los perros son un tanto más molestos que ese simple ratón— Mencionó el hombre, mientras nuevamente tomaba jabón para volverlo a lavar las manos a la pequeña por segunda ocasión.

— Si ,Señor Alastor. Ese animalito no es un perrito — dijo la niña divertida ante la aclaración — Pero señor Alastor, entonces yo soy el caballero que salvó a papá y a usted?—dijo la niña mientras Alastor limpiaba sus manos minuciosamente.

Alastor río ante la inocente pregunta de la niña y asintió — Bueno, tiene sentido. Supongo que te mereces una recompensa por tal acto de valentía— Cuando alastor sintió que las manos de la pequeña estaban lo suficientemente limpias la bajó con cuidado al suelo.

Cuando la niña fue depositada en el piso, se dio cuenta de la presencia de su padre en la cocina, el cual miraba la situación con un nudo en la garganta, realmente estaba cansado de tener que lidiar con todo solo y de alguna forma era consuelo ese extraño; lo había hecho sentir un tanto acompañado, sentimiento que hace tiempo que no existía en su vida — Papi soy un caballero, te salve a ti y al señor Alastor, de un monstruo que no es un perrito— Cuando dijo lo ultimo miro a Alastor, el cual solo asintió en forma de aprobación a la pequeña niña.

Lucifer sintió por un breve momento él como la carga se hacía menos pesada al sentir que había otro adulto apoyando a Charlie; Sin embargo, solo fue un breve momento, ya que las voces que le recordaban constantemente su gran incompetencia como padre volvieron.

Aquel hombre que se llamaba Alastor, fue capaz de explicarle a su pequeña hija la diferencia entre un perro y un ratón en solo un corto periodo de tiempo, cosa que sin importar cuantas veces le explico a lo largo del día ella no lo había entendido, era sin duda un sentimiento agridulce que se quedó en su paladar.

— Charlie, Querida, ¿no te lastimó el ratón?, ¿Te mordió?— Cuestiono lucifer, saliendo de los pensamientos oscuros que se formaban en su cabeza como aureola rodando cada parte de su mente— No te preocupes, ya la revise esta completamente bien. — dijo Alastor con una sonrisa que fue poco después respondida por Charlie.

Para ellos ajenos a la mente de Lucifer ese momento era inocente y sin ninguna malicia ;Sin embargo, para Lucifer solo era un recordatorio de lo dicho anteriormente, él no estaba hecho para ser el padre de tan maravillosa niña.

¿Cuanto pagarias por mi amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora