Cap 6: Papi no sabe cocinar.

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Lucifer no tardó mucho en sentir como sus sentimientos de insuficiencia se convirtieron en celos los cuales se hacían más grandes al ver cómo ese extraño sonreía con tanto cariño a su princesa y lo peor de todo es que ella le sonreía con más dulzura de lo que nunca le sonrió a él, cosa que era una evidente mentira, pero para la baja autoestima de lucifer era una verdad tan grande como el monte everest.

Este que estaba hincado a la altura de su hija, se levantó para encarar al hombre castaño aunque por culpa de su altura, no podía lucir realmente amenazante; Por otro lado, lo que sí representaba un peligro era su enorme necesidad de sacar a patadas a aquel alto hombre.

Estaba apunto de lanzar todo el veneno que estaba guardando desde que Lilith se fue;Sin embargo, y para la sorpresa de nadie fue interrumpido por la pequeña rubia. — Señor Alastor, ¿quiere quedarse a comer?— dijo la niña con emoción mientras miraba a Alastor y a su padre con aparente ilusión.

Los adultos la miraron con sorpresa ante la brillante mirada de la pequeña, pero ninguno sabía qué era lo que realmente pasaba por la mente de aquella niña.

El hombre castaño solo carraspeó su garganta con claros signos de incomodidad ante la sugerencia eso fue suficiente para que Lucifer despertara de su trance y aprovechara la situación.

— Cariño, no podemos ser personas descorteses que toman el tiempo de los otros a voluntad — Mencionó tomando el codo del hombre alto mientras lo dirigía a la puerta.

— Gracias por su ayuda señor poste, Quiero decir señor Alastor, no quiero seguir tomando su tiempo,lo invitaré a cenar cuando tenga tiempo — Escoltó a Alastor a la puerta y la cerró detrás de él, sin dejarle tiempo ni a la niña o a Alastor para decir algo.

Ala mañana siguiente Lucifer se levantó temprano para cocinar pancakes, cosa que a su hija le gustaba mucho comer, de allí se dirigirá al nuevo trabajo que consiguió cerca del lugar de esa forma podría supervisar a Charlie la cual se encontrara sentada en la mesa del restaurante del cual el seria el mesero, después tenía que buscar otros trabajos de medio tiempo, pero eso sería cosa aparte del cual el se encargaria.

Suspiro con desgano al pensar en todo lo que él tenía que hacer en el día;pero por si fuera poco, esa era la realidad de su vida en la cual pasaba de trabajo en trabajo, algunas veces siendo despedido por no poder poner prestar atención a su trabajo y al mismo tiempo estar pendiente de su niña.

En cualquier caso, esa era la vida de los padres solteros que tienen que hacerse responsables ellos solos de la educación de sus hijos en donde su única prioridad es que esas criaturas tengan una vida diferente a la de ellos, en donde sus hijos tengan las oportunidades de superarse y cumplir con sus sueños.

Los hombros del rubio empezaron a dolor por el cansancio acumulado, a todo esto se le suma el hecho de que sus manos no podían dejar de moverse en lo que parecía un Pancake que se había quemado y pegado a una de las pocas sartenes que tenía a su disposición.

Dio un pequeño golpe al fregadero de la cocina — Me lleva la— Se vio interrumpido ante unos tiernos pasos que se acercaban detrás de él — Buenos días papá— dijo la niña tallando sus pequeños ojos.

— Oh Charlie, querida ¿qué tal dormiste?— Cambió su cara para no preocupar a la dulce niña que estaba tomando dulcemente en sus brazos. — Papi, volviste a quemar los pancakes?— Cuestionó la pequeña mientras miraba por encima del hombro del cual la estaba cargando, lucifer en respuesta a la pregunta y principalmente por vergüenza empezó a darle vueltas en el aire para distraerla de la evidente comida quemada por estar distraído en sus pensamientos.

Lucifer no era muy bueno cocinando lo único que sabía hacer de manera decente eran pancakes, cada que intentaba cocinar cualquier otra cosa terminaba en un desastre, sin importar cuánto intentara para él era sumamente complicado tener que pensar en que cocinar todos los días.

Al final, comieron los únicos pancakes que habían sobrevivido a ser convertidos en carbón,ambos se levantaron de la mesa y se lavaron los dientes, En cualquier caso, después de terminar de arreglarse salieron del departamento,pero al mismo tiempo que Lucifer se aseguraba de que la puerta estuviera cerrada, la risa eufórica de la niña invadió el ambiente seguido por una voz masculina que respondía con entusiasmo aquella niña que ahora abrazaba su pierna.

— Buenos días, señor Alastor.— La niña lo miraba con cierto cariño, algo que sinceramente le parecía irritante a Lucifer.

Alastor sonrió y acarició la tierna cabeza de la niña.— Buenos días a ti también querida.—

— ¿Qué haces aquí tan temprano? —dijo lucifer cegado por la acidez que le causaba la escena que se produce ante sus ojos.

— Oh, Buenos días también , Yo de hecho vivo aquí— Señala la puerta continúa con una sonrisa sarcástica ante su inmaduro comportamiento.

— En serio?Bueno, pues parece que vives delante de mi puerta— Expresó con molestia Lucifer mientras que tomaba la mano de la pequeña para alejarla de él.

— Yo diría que es una divertida coincidencia el que nos toparamos esta hermosa mañana— Alastor empezó a caminar con una postura recta y segura por el pasillo dejando atrás al rubio el cual solo podía rechinar los dientes.

Alastor desapareció de su vista tan rápido como llegó, Sinceramente lucifer era consciente de lo inmaduro que se portaba; sin embargo, la inseguridad que le causaba perder lo único que consideraba valioso le llenaba de tristeza que se convertía en una rabia constante hacia ese desconocido que a diferencia de él a simple vista parecía tener una vida más organizada de lo que él en toda su existencia ha tenido.

—Vamos querida se hace tarde— Tomó la mano de la niña la cual caminaba con pequeños saltitos.

Ambos se dirigieron apresurados por la calle de Nueva orleans, la cual estaba rebosante de personas a pesar de lo temprano que era, todo iba de acuerdo al plan de su padre, llegaron al restaurante, charlie se quedó sentada en una mesa mientras su padre se organizaba para comenzar a atender clientes;No obstante, la niña miró a lo lejos una familia que caminaba alegre tomados de la mano mientras el niño era balanceado por los aires por ambos padres

esa imagen hizo que el pequeño corazón de la niña se retorciera con cierto dolor en sus costillas.

Su padre jamás la descuidaba, cada que tenía tiempo libre era dedicado única y exclusivamente para ella,pero ese tiempo siempre era realmente reducido o interrumpido por las arduas horas de trabajo de su padre, la niña aun mirando entre suspiros no se dio cuenta de la proximidad de una persona que se sentó en la silla alado de ella.

¿Cuanto pagarias por mi amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora