Cap 7. Y el destino tiene cara de niña?

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Una bella mujer con hermosa cabellera rubia y ojos azules como el cristal, se sentó al lado de la niña la cual miraba con atención a una familia mientras que sus manitas formaban un pequeño puño sobre la mesa.

— Querida qué observas?— dijo la mujer mientras miraba con atención como la niña brincaba en la silla por la repentina voz que se aproximaba a su oreja.

La niña negó con la cabeza avergonzada — No es nada, no veía nada— Ella trató de levantar sus manos con desespero para obstruir la vista de la mujer para que no viera el objeto de su distracción.

La mujer rió con ternura ante el torpe intento de la niña;Sin embargo, para la mala suerte de la pequeña, la mujer lo había visto todo — Por que tienes esa cara, sabes que puedes decirme todo no es así?— dijo la mujer con cierto tono de familiaridad a la pequeña.

Charlie bajó la mirada hacia sus manos las cuales se encontraban bailando nerviosas sobre su bella falda color cereza — Solo quisiera que Papá no trabaje tanto y tal vez conozca a alguien como en los cuentos que lee conmigo— Esto último lo dijo en voz baja era casi imperceptible, pero para la mujer con instintos maternos escucharla no fue una tarea difícil.

— Cuando tu papá esté listo, encontrara a una persona que lo ame y que el ame y cuando ese momento llegue la mirada de tu padre dejara de ser cansada por que existira alguien que lo apoye —Sonrió con ternura la mujer esperando que aquella oración que sonaban más como una fantasía, consolara un poco el alma de la pequeña.

Pero contrario a lo que la mujer esperaba los ojos de la niña brillaron con mucha intensidad casi como si una brillante idea hubiera cruzado su dulce cabeza.

— ¡El señor Alastor!— Dijo la niña con emoción, al recordar cómo la mirada de su padre cambió al ver a Alastor la noche anterior, En la distorsionada memoria de la niña Alastor apoyo a su padre más de lo que Lucifer permite normalmente que otras personas lo ayuden, aunque si somos sinceros Alastor entró a la casa sin siquiera recibir una invitación.

La mujer se sorprendió ante el repentino cambio de actitud de la niña, pero se dio cuenta de que la radio que estaba ubicada en una de las repisas ,que por mera coincidencia sonó la voz del mencionado anteriormente — Oh, cielo, acaso te gusta el programa de Alastor— Sonrió ante el entusiasmo de la pequeña "fan" de su amigo; Sin embargo, la niña la miraba confundida ante la respuesta de la mujer.

— Buenos días, queridos escuchas es un placer ser su locutor esta hermosa mañana, Me presento mi nombre es Alastor espero que puedan acompañarme en este nuevo programa— La niña poco después reconoció la voz del que esperaba se convertiría en el novio de su padre — Es el!—

Mientras tanto el rubio corría de un lado a otro atendiendo clientes con rapidez como todo un profesional, demostrando sus años de experiencia de manera magistral; No obstante, su magnífico trabajo fue interrumpido por un nombre conocido que detuvo su concentración ocasionando que chocara con una silla.

— Que hermosa voz tiene Alastor— Mencionó la mujer mientras que la taza de café que previamente sirvió el rubio tocaba sus labios— Ni lo menciones su voz se escucha mejor en persona— Respondió la acompañante de la mujer mientras reía coqueta.

— ¿Lo conociste en persona?— Cuestiono la mujer dejando la Taza de un golpe sobre la mesa — Si viene muy seguido es amigo de la dueña, Por eso te invite aquí.—Ambas mujeres se miraron cómplices.

De repente Lucifer al escuchar esa conversación, se tomó el tiempo de escuchar la radio con atención y pudo reconocer esa voz, cayendo ante la impactante evidencia de que ese hombre era su vecino, vecino que a tratado mal por culpa de sus celos.

Lucifer se quedó quieto a un con la bandeja alzada en su hombro, no es que le importara la opinión de el castaño o si de alguna manera se arrepintiera de todo lo que le dijo,Solo se dio cuenta de la gran diferencia que existía entre la vida de aquel hombre y la de el.

— Hey tu mesero— Gritó un hombre maleducado mientras tronaba los dedos y su pobre acompañante se trataba de esconder ante la vergüenza de su maleducada cita.

Suspiro con alivio — En seguida— Respondió Lucifer,estaba ya acostumbrado a los clientes groseros por sus años trabajando como mesero;Sin embargo, en esta única ocasión estaba algo "agradecido" Ya que él estaba siendo consumido por los pensamientos negativos hace unos instantes.

¿Cuanto pagarias por mi amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora