Cap 11. Entre El amor y El miedo solo hay un golpe.

18 5 1
                                    


Advertencia:este capítulo hablará de temas sensibles, lean con precaución y sobre todo siendo conscientes de su salud mental. Por favor, prioricen su comodidad.

....

Tres meses, tres malditos meses en los que Alastor persiguió sin descanso a aquel rubio que, aunque sin pruebas, era evidente que lo estaba esquivando. Cada vez que pasaba por el café, era abrupta mente ignorado sin importar cuánto tiempo estuviera sentado en una mesa esperando ser atendido. Las incontables veces que se encontraban en los pasillos del complejo de departamentos ahora solo eran un triste recuerdo que había quedado en el olvido, ya que esas coincidencias dejaron de suceder. Sin mencionar que cualquier interacción o conversación que llegaban a tener era descaradamente interrumpida por el rubio. Por mucho que lo intentara, nunca pudo encontrar el momento para confrontar al rubio por esa actitud tan indiferente hacia él. Pero si había algo que le irritaba sobre toda esta situación era que él estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano por poder hablar con ese sujeto que parecía ignorar su presencia.

Ahora él estaba sentado en la barra de aquel bar que por lo normal evita a todo costa, por algunas excepciones como las juntas que tiene cada mes en dicho establecimiento. Ahora era tan normal su presencia en aquel bar que todos los presentes se encontraban incómodos ante la mirada de fastidio que ponía cada que el rubio evitaba su incansable presencia.

"Allí va otra vez"

Pensó al pastor al ver como nuevamente sus miradas chocaron y de igual manera el rubio solo finge no haberlo visto, Casi como si se tratara de un completo extraño.

Alastor se encontraba exasperado mientras impacientemente tamborileaba sus dedos sobre el vaso de whisky, sin apartar ni por un momento la mirada del rubio. ¿Por qué lo esquivaba? Acaso fue grosero con él?

— JA, por supuesto que no!!!— Murmuró entre dientes.

Aquel pelirrojo alejó su insistente mirada para perderse nuevamente en el contenido de aquel whisky que en un principio tenía hielo,pero que ahora estos estaban completamente derretidos.

Alastor no solo era conocido en aquel barrio por su encantadora voz, sino que de igual manera entre las sombras era conocido por su mordaz vocabulario que se escondía plácidamente entre palabras elegantes que a primera impresión no sonaban como un insulto,pero que si las analizamos eran capaces de dejar sin veneno hasta la lengua más peligrosa, oh aunque eso era en sus mejores días;Sin embargo, cuando no estaba de humor para lidiar con alguien. Bueno, simplemente lo apartaba de su vista de maneras lo suficientemente eficientes como para no tener que volver a verlos nunca más...

Así que gracias a esos antecedentes, Alastor se encontraba profundamente herido al recibir una atención tan gélida de una persona a la que sin duda no había tratado mal o podría decirse que se había portado excepcional mente conociendo su temperamento habitual. Al principio solo era mera curiosidad, otro medio para entretener su mente de todos los problemas que tenía que enfrentar diariamente,pero ahora era tan molesto como el zumbido de un mosquito en la noche.

— ¿Por qué me hago la vida tan difícil? Simplemente debería hacer que confiese...— Alastor exclamó por lo bajo,para después sacudir la cabeza. — No, seria mas humillante tener que admitir que ese idiota me vencio — Ahora no se trataba solo de conocer o no conocer la verdad, ahora estaba en juego su orgullo.

El dolor en la cien volvió de manera inminente al recordar que aún tenía trabajo pendiente por hacer. Así que rápidamente miró al hombre rubio, el cual se encontraba plácidamente hablando con uno de los clientes de aquel bar.

"Ja, cuanta risa. Pero este no es el final, hare que te disculpes... Que infantil sonó eso"

Pensó, alegrandose de ser el único que había escuchado esa afirmación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Cuanto pagarias por mi amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora