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Basil aún se encontraba atado a la mesa mientras miraba a Ratigan en la penumbra de aquel precario cuarto, la tensión se sentía en el aire y ambos archienemigos se miraban sin decir palabra alguna.

"Así que... no moriste..." susurró Basil apartando la mirada e intentando zafarse del amarre.

"Supongo que no eres tan listo, las r—" paró en seco su explicación cambiando el tema y aguantando un chillido de dolor, podía sentir como su cuerpo se estaba desvaneciendo poco a poco, pero aun así mantuvo la postura "¿Creíste que sería tan fácil deshacerte de mí?" Dijo amenazante mientras se acercaba quedando cara a cara con su mayor enemigo, tan cerca que sus alientos chocaban entre sí.

"Te derroté una vez, puedo hacerlo otra, de hecho, puedo hacer esto toda la noche..." le respondió la amenaza manteniendo la calma y una confianza suave y perpetua.

Bell se asomó por la puerta en silencio esperando en qué momento dejarían de coquetearse para entrar del todo, porque el efecto de la anestesia dejaría de hacer efecto en 1...

"¡Quiero verte hacerlo, veamos cuanto duras...~" devolvió la amenaza Ratigan mientras sacaba sus garras y las rozaba con las mejillas del detective intentando mantenerse en pie.

2...

Basil solo respondió chocando su frente contra la de Ratigan en un duelo de miradas desafiante, eso pasaba cuando se quedaban aparentemente solos, ya las discusiones se volvían más personales, en un sentido de que parecían no contenerse con los toqueteos.

Pero no duró mucho ya que el dolor era inmenso, y Ratigan ya no podía ni responder nada más así dejó caer su cabeza sobre el pecho de su peor enemigo ya sin poder responder ni decir nada más debido al dolor, como si el aire se le escapara de los pulmones y diferentes punzadas de dolor se repartieran por todo su cuerpo dejandolo casi que paralizado.

"¡DESPEJEN!" gritó Bell de manera infantil mientras entraba con su maletin de urgencias y recostaba a su jefe a duras penas en el suelo.

Este se encontraba haciendo un chillido agudo y estaba completamente tieso mirando a la nada misma completamente paralizado del dolor.

"Un poco de cloroformo, de opio, de morfina... Ratigan no vayas hacia la luz" escuchó Basil sin entender qué pasaba mientras intentaba zafarse de la mesa hasta miró al lado contrario encontrándose con el capibara que lo miraba de manera sombría.

Este mismo lo desató y lo ayudó a bajar de la mesa "Ratigan no fue quien hizo la explosión, ni él ni nosotros y presiento que esto es una amenaza de alguien más" explicó mientras le entregaba una página del periódico y aquel cabello blanco.

Las páginas citaban ciertos asesinatos ocurridos los días previos, días donde era imposible que el Napoleón del crimen pudiera hacer algo, pero más allá de eso, el periódico más reciente entregado apenas hacía 1 hora relataba cómo se había encontrado una nota, que nota, una pintada! En el muro del teatro que reclamaba el cuerpo de Basil (ah y anunciaba todas las muertes que hubo en el proceso pero eso era irrelevante, bueno, no tanto, pero me entendéis).

"No es Ratigan, yo me olía que es algo peor, y que le atino" explicó preocupado "así, y soy Caprice por cierto"

Basil se quedó en silencio mirando el diario desconcertado, miró a su rival pensando y luego regresó su vista al capibara.

"¿Y cómo sabes que ese cabello es una pista?" le preguntó haciendo un manierismo exagerado.

"El olor, está impregnado de olor a pólvora."

"En ese caso debo comprobarlo" le respondió el ratón tomando aquel cabello blanco mientras salía del lugar ya pensando y haciéndose un plan, sin tener en cuenta que estaban buscando su cabeza, era como si un nuevo misterio fuera lo único que le importara.

Caprice lo siguió con un sonrojo inocente mientras le decía a Bell "¡tu turno!" y salía siguiendo al mayor detective de todos.

"¡Como que es mi turno!?, ¡noooo yo también quiero una aventura con Basil!" gritó la coneja haciendo puchero mientras sostenía la cabeza de su jefe.

...

El camino hacia la calle Baker fue tranquilo, tomaron una ruta que solo Basil conocía y que ahora Caprice conocía por consecuencia.

"No sabe lo mucho que valoro esto, soy un fan de usted y su trabajo" comentó Caprice en voz alta mientras lo seguía entre medio de las tuberías por debajo de la ciudad.

"No se nota si estás trabajando para mi enemigo mortal" le contestó mientras caminaba a paso rápido y concentrado.

"Soy fan de los dos en realidad."

"¡Tú qué!?, ¿de los dos?" le encaró Basil deteniéndose en seco y dándose la vuelta para mirarlo, casi que ofendido.

"¿Qué puedo decir... soy un fan del romance" le comentó el capibara sonrojándose y agarrándose las mejillas mientras recibía una mirada molesta del mayor detective de todo Londres.

...

Dawson se encontraba en el departamento de Basil temblando, intentando calmarse antes de abrir la puerta, había salido a buscar a Basil desde lo ocurrido en la ceremonia y no había encontrado nada, estaba preocupado y solo esperaba que él estuviera bien, pero su conciencia no lo dejaba y cuando estaba a punto de salir a dar otra patrulla con la ayuda de la policía que lo esperaban, afuera escuchó como esta estaba hablando con lo que parecía ser un testigo.

Abrió la puerta y vio a los policías ratones hablando con una figura imponente, una gran rata de gran tamaño de colores blanco y negro vestido de manera peculiar, como un gran vaquero lo que denotaba que no era de por aquí, eso y...

su acento americano resaltaba.

"Lo lamento, no he visto a Basil" se disculpó aquella rata blanca negando con la cabeza, lo estaban interrogando "pero si necesitan puedo ayudar con la búsqueda, también lo estoy buscando, quería que me ayudara con un caso."

"De verdad se uniría a la búsqueda?" preguntó Dawson curioso viendo al extranjero.

"Haré lo que pueda para ayudar, como dije, quería pedir sus servicios como investigador, es que... yo también estoy buscando a una persona" explicó el extranjero mientras le mostraba al ratón de baja estatura una gran foto de un murciélago con lentes y apariencia elegante. "Estoy buscando a un viejo amigo..." le sonrió melancólico apartando la mirada.

"Agradecería la ayuda, estamos en una situación crítica, si me lo permite me podría decir su nombre."

"Soy Sineye, me estoy quedando en el hostal que está aquí al frente."

"Mucho gusto en ese caso, se agradece totalmente su ayuda."

"Tal vez deberíamos ir al palacio a revisar si hay más pruebas, siempre debe haber algo, eso mientras los policías revisan el puerto, creo que faltaba uno de los barcos."

Y así, la calle Baker quedó desprotegida un par de horas...

...

Basil llegó a su departamento con Caprice a rastras, el ratón entró y de inmediato empezó a usar químicos raros para descubrir restos de pólvora en lo que el capibara se sentaba y observaba todo a su alrededor denotando el cuadro de su jefe en la pared.

'Una foto de tu mayor enemigo, enmarcada, de él sonriendo... amigo solo le falta un beso y la firma heh' pensó mientras aburrido se ponía a ver el desorden, le estaba dando TOC al pobre.

"¡Tenías razón!, hay restos de pólvora, tierra, y agua salada, seguramente el puerto tiene que ver, ha, todos los villanos se copian hoy en día?" habló él mientras ya empezaba a ver en el mapa y un líquido brillante con restos de todo lo que había mencionado.

"¿Entonces iremos al muelle a ver si hay información sobre quién hizo la explosión?" le preguntó Caprice mientras que por impulso se estaba poniendo a ordenar una pila de papeles.

"Correcto, así que, ¡andando!" le dijo el ratón mientras caminaba hacia la puerta y le tiraba del cuello de la camisa.

"¡D-Déme 5 minutos!, e-estoy ordenando por favor déjeme ordenar..." le susurró con desesperación el capibara en lo que intentaba seguir ordenando la pila de papeles.

"Nope, y no vuelvas a tocar mis cosas, gracias..." le respondió el gran detective con disgusto mientras tiraba del tabernero.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐁𝐘𝐄 𝐒𝐎 𝐒𝐎𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora