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Y aunque se podría pensar que la situación en el departamento de Basil fue un caos, la realidad es que la rata blanca tomó acciones antes de que el gran detective pudiera hacer algo. Al verse acorralado y para mantener su fachada frente a Dawson, simplemente decidió irse.

Con confianza y suavidad, y antes de hacer algo, empujó a Basil y a Caprice con el ratón de baja estatura, anunciando en voz alta "no puedo quedarme al reencuentro, fue un gusto verlo", y desapareció por la puerta.

Podría haber sido una táctica de cobardía si no fuera porque siempre se mantuvo sereno y su intención nunca fue iniciar un pleito, sino otra. Además, ya tenía lo que quería, tenía toda la información que necesitaba, tanto de Ratigan como de Basil, y ya tenía un nuevo plan en mente.

"¿Qué estaba haciendo él aquí?" gritó Basil una vez que lo vio desaparecer.

"Me estaba ayudando a buscarlo y..." intentó responder Dawson.

"¡Es quien busca mi cabeza! ¡Él incluso me atacó, iba a buscar pistas antes de venir aquí y me acorraló contra un callejón..." El ratón detective hablaba rápido y explicaba todo mientras hacía gestos.

"Soy Caprice, soy testigo de eso, nos lo sacamos de encima porque le di un golpe en la cabeza", explicó el capibara al ratón de baja estatura mientras Basil seguía explicando todo además de sus conjeturas y teorías con lo poco y nada que sabía.

"¿Un golpe en la cabeza, dices...?" repitió Dawson en voz alta, recordando cómo con toda la calma del mundo, aquella rata blanca le había mostrado la herida en su cabeza. Era mínima, pero la imagen se le había grabado en la cabeza.

Porque esa imagen de tranquilidad impoluta, de confianza, de calidez, no era más que una fachada. El sentir que estuvo en peligro y que seguramente la actitud desvergonzada de Sineye era porque estaba seguro de cada paso que daba, lo desconcertaba y le hacia sentir extraño, el sentimiento de haber estado en peligro y no haberlo presentido.

"¡Sé dónde está! Dijo que se alojaba en un hostal al frente, y... me contó un par de cosas", dijo Dawson, haciendo que Basil se detuviera en seco y lo mirara fijamente.

"Por favor, dime todo lo que sabes, hasta el último detalle es información", le dijo el detective a su compañero mientras se acercaba, ignorando cómo el capibara se ponía a ordenar de fondo.

"Me... dijo que venía de Nevada, que después de una guerra civil y perderlo todo, vino aquí a Londres en busca de un amigo, creo que..." Dawson se acercó a la zona donde se había tropezado el extranjero, encontrando (por suerte y conveniencia, para qué mentir) la foto que Sineye le había mostrado, la de un murcielago de la fruta elegante con gafas y mirada fría en el rostro.

El detective analizó la foto, no reconoció de nada al murciélago, había muy pocos y más de ese tipo tan sofisticado. Se acercó a su escritorio y con su microscopio empezó a buscar detalles, y en la foto se encontraba la marca de la presión del lápiz sobre el papel cuando se firmaba, la tinta se habia desaparecido debido al paso del tiempo, pero la marca en el papel citaba "Nollan". Buscó más pistas y de fondo se veían cámaras desechas y desarmadas. Intentó buscar más detalles en la foto y...

"¡Una pista! En la pared está su patente por la cámara fuelle, y de acuerdo a la historia de la fotografía, la cámara fuelle fue inventada por..." divagó Basil mientras revisaba en sus estantes algún libro de la historia de la fotografía. Al encontrarlo, señaló un nombre y el retrato del mismo murcielago con semblante frio y al lado, una foto de su creación: "Nollan Ikon, con ese nombre ya podemos empezar a buscar".

"Sí... Sineye dijo que eran amigos cercanos", comentó Dawson, aún descolocado de cómo su compañero se las arreglaba para buscar pistas donde fuera.

𝐆𝐎𝐎𝐃𝐁𝐘𝐄 𝐒𝐎 𝐒𝐎𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora